Cómo estudiar mejor en menos tiempo: los mejores consejos para la concentración

10 de agosto, 2023 | 09.50

Vivimos en una época en la que los sentidos se ven bombardeados todo el tiempo. Los dispositivos se disputan nuestra atención y concentrarse es cada vez más difícil. ¿Cómo estudiar mejor cuando todo parece estar en contra?

Abundan las técnicas de estudio, pero sus resultados son cuestionables. Desde la relectura hasta los cuadros sinópticos, implican esfuerzos que no siempre se ven recompensados. Entonces, ¿cuál es la mejor técnica para estudiar?

Preparamos este artículo para brindarte algunas posibles respuestas. Vamos a compartirte ideas y estrategias que te llevarán, sin duda, a los mejores resultados académicos.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

 

¿Cuál es la forma correcta de estudiar?

El estudio es nuestra lucha personal contra el olvido y la dispersión. Nos demanda una disciplina para la que no siempre estamos preparados. Las urgencias cotidianas (por ejemplo, si eres alguien que estudia y trabaja) no ayudan.

¿Cuál es el primer paso que debemos dar en el cómo estudiar mejor?

Se ha demostrado que la clave de un buen estudio es la concentración: la capacidad de enfocar todos los sentidos en una actividad. Ya sea leer, elaborar un modelo o emular un proceso. 

La clave para estudiar mejor es aprender a concentrarse, disponer de un espacio y una rutina.

 

Esta concentración demanda una medida excepcional; apartarte de tu entorno habitual. Alejarte de tu teléfono, de la televisión, de las charlas con tus amigos. Debés dedicar un espacio aparte y, sobre todo, un tiempo determinado.

De manera que ese es nuestro primer consejo para una gran sesión de estudio: recuperá tu concentración, tu tiempo y tu espacio.

¿Cómo mejorar el aprendizaje?

“Aquello que se aprende no se olvida”: esta frase recalca la característica esencial de todo buen aprendizaje. No se trata solo de memorizar, pues repetir los contenidos al pie de la letra no garantiza que los hayamos comprendido. 

Se trata no sólo de retener en el tiempo lo aprendido, sino de:

  • Ser capaces de explicar el concepto en nuestras propias palabras.

  • Poder aplicar lo aprendido en diferentes situaciones.

  • Conectar el conocimiento en un sistema más amplio.

Por ejemplo, nos sirve de poco memorizar los nombres de los diferentes órganos. En cambio, un buen aprendizaje es aquel en el que se ubican en el cuerpo humano y se comprende sus diferentes funciones dentro de los sistemas y aparatos.

Este conocimiento nos permite encontrar equivalencias a los órganos humanos en otras especies. A la vez que se pueden establecer funciones similares a las que cumplen en nuestros cuerpos.

Parte del cómo estudiar mejor es entender que aprender no es lo mismo que memorizar.

 

Un buen aprendizaje nos permite comprender al objeto de estudio y su contexto, a la par que nos capacita para hacer conexiones y protecciones.

Cómo estudiar mejor: técnicas recomendadas

El cómo estudiar mejor requiere, como te hemos mencionado, de estrategia. Técnicas que implican cierta planificación y algún esfuerzo. A cambio de ello, vas a conseguir un desempeño de tu memoria y de tu pensamiento flexible cómo nunca antes.

De manera que vamos a ofrecerte algunas de las mejores técnicas y estrategias de estudio que existen. Nuestro consejo es que las pruebes todas y elijas aquellas que mejor se adapten a tus necesidades y posibilidades.

 

El primer paso que debés considerar, en todos los casos, es la necesidad de planificar metas realistas al estudiar. No podés leer un libro de 300 páginas en unas horas ni aprender el programa de un año en un día. 

En la medida que tus objetivos de estudio sean realizables, conseguirás mejores resultados en cada ocasión. Y vas a pasar del temor al entusiasmo.

Creá tu rutina de estudio

Todo proceso productivo primero es un cambio. Después se convierte en rutina. Finalmente, en hábito. Crear una rutina de estudio es lo mismo: te sumerge en un ambiente de trabajo y te dispone en una actitud creativa.

Establecé un rito para anunciar a tu cuerpo y a tu mente que va a comenzar el estudio: preparate un té, hacé un poco de ejercicio, arreglá tu espacio… lo que prefieras, pero que sea siempre la misma actividad.

Entonces procedé con tu rutina de estudio en la que:

  • Dispongas de todo lo necesario para estudiar: computadora, notas, libros, hojas…

  • Cortes todo tipo de distracciones

  • Evites atender o revisar el celular (a menos que sea para realizar consultas).

  • Te ubiques en un espacio aparte en donde nadie te interrumpa y puedas moverte libremente.

Un espacio que no abandones hasta que termine el tiempo que has destinado para estudiar. Y en donde apliques aquellas técnicas de estudio que te sean útiles.

Notas resumen

Cuando se trata de cómo estudiar mejor vas a encontrar que, no pocas veces, lo tradicional es lo mejor. Y este es uno de esos casos, en lo que se refiere a las tradicionales notas.

Ya sea que las realices en tarjetas, post-it o en una libreta, funcionan. Lo hacen siempre que anotes en ellas información estratégica. Es decir, que condense puntos importantes de lo que estás estudiando.

En este sentido es recomendable que las notas de resumen contengan más que texto, mapas conceptuales. Recursos gráficos que te permitan abarcar, de un solo vistazo, la mayor carga de información posible. 

Además de ello, estos diagramas de flujo o cuadros sinópticos, te permiten comprender la información en su justo contexto. Por ejemplo, la relación célula-tejido-órgano y la conformación sistema o aparato.

 

Cómo estudiar mejor: usá apoyos como notas, tarjetas e imágenes. Todo lo que apoye a tu memoria.

 

Ya sea que las escribas a mano o las realices en versión digital, las notas resumen también aporta una ventaja extra: una de las herramientas mnemotécnicas más efectivas es escribir aquello que se desea aprender. 

Resulta mejor si se escriben a mano. Y lo mismo vale para representaciones y modelos: si dibujás aquello que quieres aprender, va a serte más fácil recordarlo y precisar su concepto y funciones.

 Cortá tu tiempo de estudio por periodos

No hay que llamarnos al engaño: estudiar es un trabajo. Es tu trabajo para adquirir conocimientos relevantes. Es una tarea tanto física como mental. Demanda un esfuerzo, y por ello cansa.

Considerá esto al estudiar: debés planificar tus sesiones de manera que no te fatigues. De nada sirve que te llenes de cafeína y te quedes en vela una noche repasando tus notas. El cansancio y el hartazgo son los peores enemigos del aprendizaje.

Para avanzar en el cómo estudiar mejor debes estar bien comido, confortable y lúcido. De modo que seas receptivo a la nueva información y tu mente construya el conocimiento.

A este respecto te recomendamos dividir tu sesión en periodos de media hora. Tu cerebro puede concentrarse intensamente en periodos de 20 minutos. Después necesita relajarse. Entrar en ese estado de foto le toma 10 minutos.

Si estudiás media hora, aprovecharás su máximo rendimiento. Si descansás 10 minutos, lo prepararás para la siguiente etapa. 

Alejate de las distracciones

 

Como hemos mencionado, las distracciones son asesinas efectivas del aprendizaje. Si durante los breves minutos que tu cerebro puede brindarte sus funciones plenas, te distraés, deberás comenzar de nuevo.

El conocimiento, que es el objetivo del estudio, es una construcción. Para saber, tu mente pasa por varias etapas. Varía de una persona a otra y en cada situación. Vamos a resumirlas de la siguiente manera:

  • Recibe la nueva información.

  • La analiza y acepta o descarta.

  • Le asigna un lugar dentro de su sistema de conocimiento.

  • Te capacita para expresarlo en tus propios términos.

  • Lo expande al aplicarlo en otras situaciones y contextos.

  • Reacomoda su corpus de aprendizaje para asimilarlo.

Este circuito de aprendizaje (que va de la información al conocimiento) debe fluir de principio a fin. No podés interrumpirlo, pues, en el mejor de los casos, deberás comenzar de nuevo. 

Y, en el peor de los casos, los aprendizajes que realices serán parciales o equivocados. 

Esto es lo que pasa cuando sufrís una interrupción en tus sesiones de estudio: se interrumpe el proceso de aprendizaje. Es justo por ello que no debes incurrir ni tolerar ninguna distracción.

Unidad de estudio por sesión

Como hemos mencionado, estudiar tiene como objetivo generar un conocimiento. Este aprendizaje tiene un contexto. Pertenece a un sistema y te permite una comprensión de la realidad. Es por ello que es mejor separar los aprendizajes en bloques temáticos.

Lo recomendable en este sentido es seguir tu programa de estudios escolar: ha sido diseñado por unidades temáticas para facilitar el aprendizaje. 

Una manera de facilitar esta forma de estudiar es abarcar en casa sesión de estudio el contenido de una clase. Es importante no mezclar contenidos, pues esto podría llevarte a confusiones graves.

Explicalo a un niño

Una de las demostraciones más fehacientes de que un conocimiento se ha realizado de manera adecuada es expresarlo. Esto es lo que separa al aprendizaje de la mera memorización: la capacidad de explicarlo en tus propias palabras.

Esa capacidad demuestra que lo has hecho tuyo y que no te será sencillo olvidarlo. Además, te permite una estrategia de reforzamiento muy efectiva: explicar lo aprendido a un niño.

Tanto si hay un menor en tu casa como si no, expresar tu nuevo conocimiento en los términos más sencillos posibles es muy efectivo. Tratar de resumir un concepto en palabras que un niño pueda entender te ayuda a incorporar mejor lo aprendido.

Aprendé con tus propias palabras

Dentro de las estrategias de cómo estudiar mejor, esta se deriva de la anterior. Una vez que has conseguido expresar un concepto de manera que un niño pueda comprenderlo, utilizá esa explicación a tu favor.

Usala para expresar y repasar lo aprendido: nada como tus propias palabras para que un conocimiento resuene y se afiance en tu mente. Para una mayor eficiencia, probá  escribirlo para que se grabe todavía más profundamente.

Sistema de Leither

Nadie ha dicho que estudiar tenga que ser aburrido. Si sos alguien a quien le gusta estudiar en equipo y te gusta gamificar las cosas, tenemos una gran estrategia para vos.

El Sistema de Leither es una técnica que hace del cómo estudiar mejor un juego. Consiste en hacer del contenido que deseas aprender una serie de preguntas y respuestas.

Por ejemplo, en dos tarjetas ponés lo siguiente. En una de ellas escribís: “¿Qué es una célula?”. Y en la otra anotás las respuestas. Entonces, uno de los jugadores hace la pregunta, y el otro da la respuesta. Entonces se corrobora en la tarjeta si es correcta.

El sistema puede llevarse más allá: en una tarjeta podés poner una imagen y en la otra el concepto al que remite. Esto facilita la memorización: las imágenes son más sencillas de recordar. Al asociarlas a conceptos, estos también se aprehenden mejor.

Música

El llamado Efecto Mozart es apoyado por algunos estudios. Indica que, en contra de lo que el sentido común puede decir, la música favorece la concentración. Y, con ello, es una de las mejoras aliadas en el cómo estudiar mejor.

Los defensores de esta idea señalan que la música te blinda de distractores. Además, su cadencia imbuye al cerebro a una euforia en la que el conocimiento es más sencillo de implantar.

Un tercer argumento a favor de aprender con música es que permite establecer asociaciones con los contenidos. Se recomienda, de hecho, cantar sustituyendo las letras de las canciones por la información que estás estudiando.

Conclusión

Existen diversas estrategias para estudiar mejor. Sin embargo, lo importante es comprender la manera en que construímos y procesamos el conocimiento. Hay que ser consciente de que todo aprendizaje es una construcción.

De manera que la concentración, el espacio adecuado y el tiempo necesario son claves para conseguir un aprendizaje efectivo.

Para seguir descubriendo trucos hábiles para estudiar y trabajar, no dejes de leer El Destape.