El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, participó de una reunión virtual con las diferentes familias que recibieron algún tipo de sanción por parte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, luego de decidir no enviar a sus hijos e hijas a las escuelas a causa de la suba de contagios por COVID-19 en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y la chance de un colapso sanitario por la ocupación de camas (76%). Según datos de la Secretaría de Derechos Humanos, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, el gobierno porteño tomó medidas como la quita de vacante, cómputo de inasistencias y falta de educación virtual o a la distancia.
En relación al tema, el ministro Trotta dejó en claro: "He sido y sigo siendo un defensor incansable de la presencialidad en las escuelas pero con normas sanitarias y epidemiológicas claras que preserven la salud. Somos promotores de la búsqueda del equilibrio entre la presencialidad y la no presencialidad, porque priorizamos la educación. Y esa es nuestra agenda de trabajo". Sobre esto, resaltó: "Cuando en el 2020 teníamos más dudas que certezas, nos apoyamos en los consensos, el diálogo constante con mis pares jurisdiccionales y los especialistas. Pero hoy ese espacio de unanimidad se ha complejizado por especulaciones electorales".
El legislador de la Ciudad de Buenos Aires Santiago Roberto (Frente de Todos) también participó del encuentro. "Nosotros somos los primeros que queremos a las y los chicos en las aulas, pero con las condiciones epidemiológicas dadas. Hay escuelas de la ciudad que no cuentan con los elementos básicos para garantizar condiciones de higiene y ventilación", afirmó. A su vez, el legislador resaltó: "El desprecio y desfinanciamiento del gobierno porteño por la educación pública, queda evidenciado año tras año en el recorte presupuestario en infraestructura escolar y el plan Sarmiento, pero también en el sobreprecio y el mal estado en los alimentos que entregan a las y los alumnos. Ahora, se profundiza con el maltrato hacia madres y padres que decidieron no enviar a sus hijos e hijas a las escuelas para cuidarse y cuidarnos a todos y todas".
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Las familias que estuvieron presentes en la reunión virtual afirmaron que no tienen canales de comunicación con la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, y solicitaron al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, una mesa de diálogo para llegar a un acuerdo frente a la problemática de las clases presenciales. Por el momento, no hubo ningún tipo de respuesta. Sobre esto, Roberto remarcó: "Entre los numerosos proyectos que hemos presentado en la comisión de Educación de la Legislatura porteña y no son tratados, propusimos crear una mesa de trabajo desde el ámbito educativo". Y a su vez, contó: "Queremos invitar a todos los actores, convocar al ministerio de Educación, a la Justicia de la Ciudad, al Ministerio Público Tutelar y a todos los actores de la comunidad educativa, para que en conjunto analicemos cómo transitamos de mejor manera este momento tan difícil que estamos viviendo".
Del encuentro virtual participaron diversos colectivos de la comunidad educativa entre ellos: La vacante es un derecho, Familias del Mariano Acosta, Cooperadores escolares, Escuela 6 DE 16 Luis Pasteur, Familias por la escuela pública y Familias por el Retorno Seguro, entre otras. Además, contó con la participación de Mariano Przybylski, director nacional de Políticas contra la Violencia Institucional de la Secretaría de DD. HH, las diputadas nacionales del Frente de Todos por CABA Gisela Marziotta y Paula Penacca y la legisladora porteña del Frente de Todos Lorena Pokoik.
Informe del CONICET sobre la presencialidad
En medio de la segunda ola del coronavirus y el aumento de los contagios, el gobierno nacional, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), suspendió las clases presenciales mientras que el gobierno porteño, en complicidad de la Corte Suprema, mantuvo la presencialidad en las escuelas porteñas. Sin embargo, un reciente estudio realizado por investigadores del CONICET y de diversos institutos de la UBA llegó a la conclusión que en contextos de alta circulación viral, la evidencia muestra que la interrupción de la presencialidad escolar contribuye significativamente a disminuir contagios, y por ende internaciones y fallecimientos.
La investigación hace un especial análisis en el impacto de la virtualidad en la circulación del virus en el Conurbano bonaerense tomando en cuenta todas las líneas de evidencia presentadas. "La virtualidad no sólo parece haber reducido notablemente los contagios en la franja etaria 5-11, sino que también redujo los casos en la población general, evidenciado por una pendiente negativa mayor, observada a partir del 22/04 en el Conurbano", asegura el estudio.