Ante la emergencia del calentamiento global y las extinciones masivas de flora y fauna que enfrentamos, es urgente e importante hablar de ecología.
Es, a la vez, una ciencia y una filosofía de vida. Es decir, nos permite conocer las intrincadas relaciones entre los seres vivos y sus hábitats. Y, además, nos brinda una guía para mantener su delicado equilibrio.
Es por ello que esta disciplina es más relevante que nunca. Vamos a contribuir al necesario debate con este artículo.
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Vamos a repasar el concepto de ecología, su origen y evolución, así como algunas de sus principales ramas. ¿Vamos?
¿Qué es la ecología?
Existe más de una definición de la palabra ecología. Recurramos, antes de conocerlas, a su etimología. Se trata de la unión de dos palabras griegas.
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Eco: Casa
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Logos: Estudio
Desde un primer momento, la ecología fue el estudio de nuestra casa, la de todas las formas de vida.
La ecología es el estudio de todas las formas de vida y de sus relaciones con el medio ambiente.
Esta definición que empata con la que nos brinda el Diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE):
¿Qué estudia la ecología?
La ecología, como hemos mencionado, es una rama de la biología que estudia las relaciones entre los seres vivos y su medio ambiente.
Esta ciencia tiene como principales objetos de estudio a:
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Los sistemas ambientales: los biomas, hábitats y ecosistemas, con todo cuanto contienen. Desde flora y fauna hasta los elementos que permiten la vida.
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La distribución, abundancia y relaciones de los organismos entre sí
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Las interacciones entre estos organismos y el medio ambiente.
Un ejemplo a este respecto es el estudio de peces de agua dulce y de agua salada: las razones de que ciertas especies requieren de agua marina y otras de agua dulce. Y aquellas especies que pueden sobrevivir en manos medios.
La ecología tradicional estudia a la vida como comunidades que impactan en el medio ambiente, y a los ambientes que posibilitan la vida.
La ecología, en pocas palabras, implica el estudio de poblaciones y comunidades, y del impacto que tienen en ellas y que tienen ellas sobre su entorno. Hablamos de poblaciones y comunidades de plantas y animales.
Define a los espacios interdependientes como ecosistemas. Un ecosistema es una red de relaciones con el objetivo de crear sustentabilidad. Es decir, que el sistema sea viable.
Un ejemplo a este respecto son las diferentes proporciones entre las poblaciones de carnívoros y herbívoros: roedores y lepóridos tienen un periodo de gestación más breve y abundante.
Es importante señalar lo que no estudia la ecología: a los individuos o los componentes aislados de un ecosistema. No le interesa el conejo, sino la forma en que su población interactúa entre sí y con su ambiente.
De esta manera, su campo de estudio es muy vasto. Abarca desde el papel de las bacterias que fijan el nitrógeno en hasta la forma en que las selvas permiten la existencia de cuerpos de agua.
Diferencias entre ecologismo y ecología
Cuando hablamos de ecología nos referimos a una ciencia que trabaja sobre hechos, hipótesis y diferentes procesos de contrastación. Aquellos conocimientos que genera se integran al corpus de la biología.
Es habitual que se confunda la ecología con el ecologismo. Al punto de que se manejen como sinónimos. Sin embargo, hay grandes diferencias entre ambos conceptos.
El ecologismo no es una ciencia ni posee un conjunto de conocimientos comprobables. En realidad, el ecologismo es un movimiento que abraza algunas de las enseñanzas de la ecología.
También llamado ambientalismo, este activismo se mueve por el respeto a los hábitats naturales y a sus habitantes humanos y de todas las especies. También trata de concientizar sobre las consecuencias de los abusos sobre el medio ambiente.
No hay que confundir ecología con ecologismo, que no es una ciencia, sino una forma de activismo.
El ecologismo se vale de diversas estrategias para sus fines, desde diferentes colectivos. Greenpeace es uno de los grupos ecologistas más conocidos en su insistencia para tomar medidas urgentes por la naturaleza.
Ramas de la ecología
Como hemos mencionado, la ecología es una de las ramas de la biología. Y, como toda ciencia, tiene a su vez diversas ramas. Estas subdivisiones ayudan a una mejor sistematización del conocimiento.
Algunas de estas ramas abordan aspectos concretos de la ecología. En otros casos, estudian aspectos nuevos que se han descubierto recientemente. Vamos a ver cada una de ellas.
Ecología biogeográfica
Es el estudio de la distribución geográfica de plantas, animales y otras especies. Se centra en los siguientes aspectos.
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Los patrones de habitación
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Los factores responsables de las variaciones en la distribución.
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Dentro de las tareas concretas que realiza esta disciplina encontramos:
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El estudio de la flora y su clasificación
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Mapas de vegetación
La ecología biogeográfica divide la superficie de la Tierra en regiones que presentan diferencias en la composición promedio de su flora y fauna. Considera que los patrones de distribución actuales de plantas y animales son el resultado de diversas causas.
Estas causas incluyen condiciones climáticas y geográficas, la historia geológica, y la evolución del taxón (por ejemplo, género o especie).
Ecología comunitaria
Es el estudio de las comunidades de organismos y su relación con el ambiente en que se inscriben. Se encarga de comprender tanto las jerarquías entre individuos de una misma especie como las que operan entre diferentes grupos.
La ecología comunitaria entiende como “comunidad” a todos los organismos, sean o no de la misma especie, que habitan en un mismo espacio. Con este enfoque analiza las interacciones entre estas poblaciones. Entre sus objetos de estudio tenemos los siguientes.
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Los factores bióticos en el área geografía
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Los factores abióticos (como temperatura o pH del agua)
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Procesos: por ejemplo, relaciones tróficas o cadenas alimentarias
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Su interacción. Es decir, la relación de los individuos de diferentes especies tanto en el espacio como en el tiempo.
La ecología comunitaria entiende como interacciones la distribución, estructura, abundancia y demografía. A la variedad de especies en un hábitat determinado, esta disciplina la denomina biodiversidad.
Ecología conductual
Es el estudio de las interacciones entre un organismo y su entorno en un contexto evolutivo. De esta manera, examina los factores ecológicos que impulsan las adaptaciones conductuales.
Por ejemplo, la manera en que a lo largo del tiempo los individuos de una especie encuentran su alimento y sus estrategias para evitar a sus enemigos.
La ecología conductual busca responder preguntas como: ¿Por qué algunas aves migran mientras otras son residentes fijas de un solo hábitat? ¿Por qué algunos animales, como los leones, viven en grupos? Entre muchas otras.
Esta rama de la ecología es una valiosa herramienta para comprender la evolución de las especies y la de la humanidad misma.
Ecología del ecosistema
Esta rama de la ecología estudia las relaciones entre los componentes vivos y no vivos del medio ambiente. Se enfoca en comprender la manera en que estos factores interactúan entre sí.
La ecología del ecosistema estudia estas interacciones cuando suceden de manera natural. Y, también, cuando cambios fortuitos o inducidos por el hombre afectan su funcionamiento.
Este estudio de las interacciones entre organismos y elementos no animados tiene su punto de partida en comprender el funcionamiento de los ecosistemas.
Por ejemplo, estudia la manera en que la luz solar se convierte en energía utilizable. También la importancia del ciclo de nutrientes y el impacto que tiene la humanidad en el medio ambiente.
Su estudio también considera, especialmente, los efectos de los actos humanos sobre los ecosistemas. Por ejemplo, los efectos de los gases invernaderos sobre las temperaturas de un ecosistema determinado.
Ecología jerárquica
Se trata de un método para organizar y estudiar el medio ambiente en términos de sus componentes individuales. Es decir, sus estructuras físicas, químicas y biológicas.
Esta rama de la ecología analiza los componentes ambientales en diferentes niveles jerárquicos. Con este enfoque comprende las complejas interconexiones entre ellos.
Se trata de una rama de la ecología reciente, creada para ayudar a comprender cómo responde el medio ambiente a las perturbaciones inducidas por el hombre.
En este sentido estudia, por ejemplo, como la contaminación y el cambio en el uso de la tierra. En concreto analiza los cambios naturales en el medio ambiente que estos factores producen a lo largo del tiempo.
La importancia de la ecología jerárquica es que, con su recopilación y análisis de datos, ayuda a predecir futuros cambios en los ecosistemas.
Con su estudio, esta disciplina permite una mejor gestión de los recursos y la adaptación a los cambios en el entorno.
Ecología individual
Esta rama de la ecología se encarga del estudio del impacto de las conductas individuales sobre el medio ambiente. Parte de un concepto de la vida como individual.
Es decir, plantea que la vida solo existe en forma de individuos. Nada existe en la naturaleza excepto los individuos. Sin embargo, los individuos no viven aislados: interactúan con otros individuos.
Un individuo influye sobre otros individuos: colabora, los caza, vive en comunidad… Estas interacciones influyen a su vez sobre los procesos ecológicos. La ecología individual se centra en estos comportamientos.
A diferencia de la ecología tradicional, la individual sigue a individuos concretos para realizar hipótesis, observaciones y experimentos. Por ejemplo, cuando se coloca un rastreador en una ballena para conocer su comportamiento con el calentamiento global.
Ecología molecular
Se trata de la unión de la ecología con la genética. Se centra en el estudio evolutivo de las especies a partir de sus rasgos genéticos. Utiliza análisis y rastreo de macromoléculas como el ADN y el RNA en un fuerte trabajo de laboratorio.
Se trata de una de las ramas más recientes de la ecología. Se centra en lo que se define como genómica y metagenómica de los microorganismos. Es decir, el conjunto molecular que define a una especie microbiológica y su devenir evolutivo.
Esta rama emergente ha supuesto un gran avance en las ciencias microbiológicas. Con sus nuevas metodologías permiten, por ejemplo, el estudio de las comunidades microbianas.
¿El objetivo? Su clasificación taxonómica y la comprensión de las funciones que pueden desempeñar. Incluye los siguientes aspectos.
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Observación y estudio de organismos que no se pueden estudiar en laboratorio.
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Usos industriales de comunidades microbiológicas.
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Afectaciones de los microorganismos ante cambios atmosféricos.
Ecología poblacional
La también llamada “ecología de poblaciones” es el estudio de los procesos que afectan la distribución y abundancia de la población de flora y fauna. Entiende como “población” el conjunto de individuos de una especie que ocupa un área particular.
La importancia del estudio de una población reside en que algunas poblaciones son fáciles de establecer, pero otras son más difíciles.
Por ejemplo, las plantas o animales que habitan una isla tienen un rango geográfico definido por el mero perímetro de su hábitat. En cambio, las poblaciones que se reparten en áreas extensas están dispersas y más difíciles de determinar.
Por otra parte, hay poblaciones geográficamente aisladas y carecen de intercambio con otras poblaciones de su misma especie. Sin embargo, hay poblaciones abiertas y migratorias que se conectan con otras poblaciones.
Conclusión
La ecología es el estudio de la vida y de sus relaciones con su medio ambiente. Es decir, desde las relaciones entre los diferentes individuos hasta el impacto de sus conductas en su entorno.
A lo largo de su desarrollo, la ecología se ha ramificado para abarcar más objetos de estudio y sistematizar mejor sus hallazgos. De esta manera tenemos disciplinas que estudian el comportamiento hasta aquella que estudia la genética.
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