Empoderamiento 2.0: El amor propio en tiempos de Instagram

Entrevista a Cabaleiro (Online Mami), militante contra la gordofobia y referente en redes. 

19 de julio, 2020 | 15.42

El lunes pasado, la actriz y cantante Jimena Barón -también conocida como Jmena- subió a su cuenta de Instagram una foto donde se destaca su figura y, principalmente, su delgadez. La polaridad que se genera en redes sociales en torno a “apoyar” o “desaprobar” su estética y su estilo de vida, es un marco superfluo que no permite ahondar profundamente en el mensaje que hay detrás de publicaciones de este carácter. En tiempos donde se construyen ideales a partir de influencers, y en medio de un aislamiento que desestabiliza el bienestar emocional, psicológico y social, es necesario ser responsables de lo que consumimos y de lo que producimos en el mundo digital.

No es la primera vez que una publicación de Jimena genera revuelo en las redes sociales. Su vida personal y profesional está constantemente en discusión en Instagram, Twitter, en portales de noticias y paneles televisivos. Tampoco es novedad que se desate un debate alrededor de su cuerpo y su alimentación. La contraposición de posturas en este tipo de circunstancias se ha vuelto característica. Algunos sectores afirman de manera contundente que este tipo de imágenes “fomentan la anorexia”, mientras que otros sostienen que nadie tiene por qué opinar del cuerpo del otro. Lo cierto es que ante un tema de tal sensibilidad es necesario poner matices. Asumir que una foto donde se destaca la extrema delgadez de la cantante promueve la anorexia tiene una implicancia muy fuerte si contemplamos la exposición que cada figura pública desarrolla en sus redes sociales. Por otro lado, no se puede obviar que a Jimena Barón la siguen 6 millones de personas en Instagram, y gran parte de sus fans son chicas jóvenes que la toman como referente.

Más allá del debate alrededor de la figura y los hábitos alimenticios de la cantante, lo que merece ser puesto en tela de juicio es el discurso del empoderamiento de los cuerpos que obedecen a patrones hegemónicos. El jueves pasado, Oriana Sabatini, otra personalidad importante en Instagram, publicó un video donde expresó las angustias que padeció por sufrir trastornos de alimentación. La actriz se filmó en traje de baño y marcándose supuestas imperfecciones. Este suceso, al igual que la repercusión que produjo la foto de Jimena Barón, nos convoca a analizar en profundidad la discusión que se da en redes sociales en torno a los cuerpos.

Agustina Cabaleiro -conocida en el mundo digital como Online Mami- es Licenciada en Publicidad y activista Body Positive. Su militancia contra la gordofobia la posiciona como referente del movimiento que tiene fuerte resonancia en redes sociales. En medio de debates que entrelazan la belleza, la salud y la auto-aceptación, esta joven argentina, brinda una mirada tan disruptiva como comprometida.

-Esta semana Jimena Barón subió unas fotos a sus redes sociales donde se la veía extremadamente delgada y se retomó un debate polémico en torno a la belleza y la delgadez. ¿Qué te produce a vos seguir encontrando ambos conceptos vinculados?

-Siento que la belleza siempre estuvo vinculada con la delgadez. No tengo recuerdo de alguna época de mi vida en donde ser flaca no fuera sinónimo de ser bella y ser gorda no fuera de ser fea. La foto de Jimena es polémica porque expone una flacura extrema pero no me parece que esté mal el mensaje porque no hubo de su parte una bajada de línea, ni se embanderó con el feminismo y el amor propio. Fue una foto del tipo “estoy en tanga y me gustó”. Sí es verdad que la foto me shockeo porque no suelo ver su contenido pero no me parece que haya tenido una mala intención. Me parece que más que hablar de Jimena Barón tenemos que analizar el contexto, el por qué toda la gente que llega lejos o es popular tiene un cuerpo parecido, un tono de piel similar y viene de un contexto socioeconómico parecido.

-Solemos hablar sobre ideales de belleza, pero ¿existen los patrones hegemónicos de salud?¿Quién determina lo que es saludable?

-La salud y los cuerpos gordos es un tema súper polémico. Se piensa que ser gordo es una enfermedad y no lo es. Ser gordo no es una enfermedad. Lo que te puede llegar a causar ser gordo es otro tipo de enfermedades pero éstas no son inherentes a la gordura. Podes tener colesterol teniendo otro cuerpo y podes ser gordo y no tener colesterol, ni diabetes, ni problemas respiratorios. Lamentablemente, la Organización Mundial de la Salud avala y promueve este discurso de rechazo hacia los cuerpos gordos. El Índice de Masa Corporal, supuestamente, determina quién está en su peso sano y quien no. Pero es un cálculo que se realiza a partir del peso y la altura, sin tener en cuenta otros patrones o la vida misma de esa persona. Yo no estoy diciendo que tengamos que dejar de ir al médico, sería estúpido pensarlo, pero tenemos que empezar a analizar los mensajes que nos dan los profesionales, buscar quienes tienen buenas intenciones. Sin hacerme ningún estudio lo primero que te dicen es que tenes que adelgazar. Hay un mensaje adoctrinador con una gordofobia muy internalizada. Al gordo se le niega la salud, no te escuchan, hacen oídos sordos, solo te mandan a hacer dieta. Y eso es inadmisible para cualquier ser humano.

-¿Notas que se ha intensificado el “miedo a la gordura” en tiempos de cuarentena? ¿Cuál es el grado de responsabilidad que le adjudicas a contenido que consumimos a diario?

-El miedo a engordar es legítimo. Estamos muy adoctrinados para llegar a pensar que si engordamos dos o tres kilos no pasa nada. Es una cuestión estética, no de salud. No me gusta levantar el dedo acusador y decir que alguien es un tarado por tener miedo a engordar,  a mi me interesa siempre plantar debate. La economía se está yendo a la mierda, podes enfermarte o perder a algún familiar y lo que más te da miedo es engordar. Algo claramente está pasando ahí. En las redes sociales hay un montón de memes gordofóbicos circulando que alimentan estos miedos. Hay personas que se ríen de las personas gordas.

-Actualmente, circulan varias imágenes de cuerpos semidesnudos acompañados por textos que reafirman la idea de libertad y diversidad. ¿Podemos hablar de empoderamiento a partir de cuerpos hegemónicos?

-Es muy polémico cuando alguien que responde a patrones hegemónicos de belleza sube una foto sin ropa hablando de empoderamiento porque el empoderamiento fue, es y será romper las reglas de época. Entonces, me parece más válido que suban una foto como Jimena Barón porque simplemente le gustó como salió, en vez de embanderarse con el feminismo. Por supuesto que cada cual puede subir lo que quiere. Yo recalco con qué mensaje va acompañado. Si una persona súper hegemónica habla de amor propio o te dice “soy igual de imperfecta que vos” y estás sacando panza, es un poco extraño. Lo de Oriana Sabatini es más valioso porque lo hace desde su vivencia,  lo que a ella la interpela y, siendo una referente, ayuda un montón de pibas.

El problema es cuando el mensaje de amor propio viene de gente que sólo quiere vender y figurar porque sabe que es un tema que está en agenda. Hoy el feminismo, el empoderamiento y el amor propio son temas que están de moda. Las marcas, las publicidades y las influencers, se dieron cuenta que la gente quiere leer sobre ese contenido. No se trata de quien puede hablarlo y quien no, se trata de la genuinidad del mensaje y de reconocer los privilegios a la hora de contar tu experiencia.

-En una entrevista que le realizamos a Sara Hebe, cantante y compositora feminista argentina, definió a las redes sociales como un mal necesario ¿vos cómo las definirías?

-Me parece muy atinada esa descripción. Yo las definiría como un arma de doble filo. Pueden impulsar a la persona más maravillosa que no estaba teniendo llegada y ese contenido le va a cambiar la vida a un montón de personas, o puede impulsar a un tóxico que hace sólo cosas por negocio o por marketing. Hay gente que solo hace contenido polémico para obtener likes o reproducciones. Soy muy partidaria de no compartir ese tipo de contenido. Aunque uno esté indignado por lo que, ve es preferible no hacerlo. Por esto, ayer empecé el #ChallengeDelBien, un desafío que propone no compartir esos contenidos que nos indignan, y si darles lugar a activistas o creadores que publican y generan contenido responsable que merece ser visibilizado. ¿Estás viendo contenido racista? Hay un montón de activistas antirracistas por los derechos de las identidades marrones y negras que crean contenido piola. ¿Te topaste con alguna publicación gordofóbica que te lastima o no te gusta? Somos muchos los activistas que estamos constantemente elaborando contenido. La idea es que con el #ChallengeDelBien hagamos viralicemos a personas que realmente están comprometidas y luchan todos los días por cambiar las cosas.