Yenny acompañó a sus hijos Gabriel y Vale, ambos pertenecientes a la comunidad LGBT+, a la Marcha del Orgullo en Santiago de Chile y un video del momento se volvió viral en las redes. La residente de la pequeña ciudad de San Felipe acudió al evento con un cartel que rezaba "Abrazo de mamá" y, al alzarlo en alto en medio de la gente, se llenó de personas queer con la necesidad de un abrazo maternal.
La mamá de Gabriel y Vale evidencia su conmoción por la realidad que muchas personas LGBT+ deben atravesar por la discriminación e insiste en la importancia de que los padres les permitan a sus hijos abrirse para que puedan ser ellos mismos.
¿Cómo surgió la idea de ir a la marcha?
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- Mi hijo mayor, Gabriel, es gay y había ido a tres o cuatro marchas. Este año me invitó, lo pensé y finalmente dije: 'Sí, tengo que ir'. Un día me mostraron unos videos y me di cuenta que iban tantos jóvenes que sentí la necesidad de apoyar a mis hijos. Para una, como mamá, no es fácil. Nací en una familia muy machista. Gabriel es mi hermano, pero yo lo crie como hijo y hace unos ocho años que me contó que era gay. Fue duro para mí, porque la sociedad nos inculcó que nacimos para ser heterosexuales y tener una familia; y no es así. No ha sido fácil, pero el amor todo lo puede. Uno debe amar a sus hijos y por eso decidí acompañarlo, para empaparme de lo que él había vivido. Esto ha abierto mi mentalidad y mi corazón; es un crecimiento personal.
Tu hija Vale también pertenece a la comunidad LGBT+, ¿no?
- La Vale siempre ha estado con varones y, justamente este año, me dijo 'mamita, yo también me siento atraída por las mujeres'. Yo me la quedé mirando porque fue como un balde de agua fría para mí. Ella está en la universidad y el otro día me contó que a muchas de sus compañeras les pasa lo mismo pero no se animan a contárselo a sus mamás. Ahí te hace un 'click' en la cabeza y dices: "Si mi hija es feliz, que sea feliz entregándole amor a una mujer, un hombre, como ella lo sienta".
Esto de que sus compañeras no se animen a contarle a sus mamás y ella sí habla muy bien de vos, ya que tus hijos confían en que los vas a aceptar y que van a encontrar un refugio en tu oído.
- Es que eso es lo que nosotros tenemos que hacer como papás: entregarle las herramientas a nuestros hijos para que ellos tengan la confianza y la seguridad. Para ellos lo más importante es ser aceptados por sus papás, lo demás es un adorno. La sociedad y la gente no te da nada; tú tienes que luchar por ser feliz que es lo que importa.
¿Qué sentiste en tu primera vez en una Marcha del Orgullo?
- En un principio, mucha alegría. Tomamos el metro, llegamos a la Plaza de la Dignidad y quedé impresionada. Yo vivo en una ciudad que es chiquita, entonces llegar a Santiago y ver a tantas personas fue impactante. Es rico porque sentís que tus hijos están compartiendo con personas como ellos, que se sienten acogidos porque son todos iguales. Llevé mi cartel guardado por mucho rato y mi hijo me decía que cuándo lo iba a abrir. Yo tenía vergüenza y estaba asustada por si nadie venía a darme un abrazo. Entonces, con mis hijos dijimos que si nadie venía íbamos a hacer como que ellos no me conocían y me abrazaban (risas).
Hasta que me animé. Fue algo impresionante porque se me empezó a formar un tumulto de gente que hacía fila para abrazarme. Fue algo que no esperaba. Empaparte de todo ese amor que los niños tienen reprimido, sentí muchísima emoción por muchos niños que me decían "Cómo me gustaría poderle dar este abrazo a mi mamá y no le puedo contar porque voy a ser rechazado", cosas así. Pero cómo, si los papás traemos a nuestros hijos al mundo por amor, cómo se lo vamos a negar. Somos el pilar de nuestros hijos. Mucha, mucha pena. Yo los trataba de contener, había muchos que no me querían soltar. Ahí te das cuenta que a veces somos tan egoístas y que solo vivimos en nuestro metro cuadrado.
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Nunca pensé que mi video se fuera a viralizar pero en los comentarios me di cuenta que, sin pensarlo, hice felices a tantas personas. Sé que muchas mamás han visto el video y ojalá que el próximo año seamos muchas las que podamos estar porque nos van a faltar brazos, muchos jóvenes necesitan nuestros abrazos.
Eso te iba a preguntar, si vas a estar presente en la próxima marcha.
- Por supuesto, ya me estoy preparando. Me voy a hacer mi polera oficial para que me identifiquen, he pensado en muchas cosas, hasta en la idea de gestionar una combi desde nuestra ciudad para los niños que quieren ir a la marcha pero no pueden hacerlo por cuestiones económicas. Que ellos puedan empaparse de la realidad, de que no están solos. Ojalá para el otro año lo pueda hacer.
¿Hay algo más que quieras decir?
- Que como padres abramos nuestro corazón a nuestros hijos para que expresen lo que sienten, para que podamos tener niños más felices en este mundo. Ese día me dio mucha pena darme cuenta cómo la sociedad, cómo nosotros como sociedad, hemos dañado tanto. Es triste saber que muchos niños no pueden abrirse con sus papás por miedo. Ellos tienen que ser libres de amar a quien quieran porque el amor es lo más lindo que existe en el mundo.