En el Día del Nutricionista resulta necesario visibilizar una problemática que preocupa a autoridades y trabajadores de la salud de todo el planeta. A raíz del crecimiento ininterrumpido de gigantescas redes sociales como Instagram y TikTok, entre otras, los discursos gordofóbicos y las fotos o videos que se publican día a día esconden cada vez más los cuerpos reales. Detrás de todo este mundo hay una problemática brutal: los trastornos alimenticios que sufren millones de personas.
Lo que hace más preocupante este escenario, en el que abundan comentarios de famosos o influencers que se animan a dar recomendaciones de dietas, rutinas o nutrición; es la escasa visibilización de esta problemática. Jesica Lavia, licenciada en Nutrición perteneciente a la Secretaría de acceso a la Salud del Ministerio de Salud de La Nación, aclaró en diálogo con El Destape varios puntos a tener en cuenta y advirtió sobre los peligros de algunos discursos y mensajes que trascienden en las redes.
Por qué es el Día del Nutricionista
En la Argentina, El Día del Nutricionista se celebra cada 11 de agosto. Esta jornada se eligió en conmemoración al natalicio del Dr. Pedro Escudero, médico argentino nacido en 1887 que creó en 1941 la Asociación Argentina de Nutrición y Diabetología (1941) y también la cátedra de Cocina Dietoterápica en 1945.
Autora de los libros Pese lo que pese: contra la hegemonía del cuerpo ideal y Sobrevivir a un mundo gordofóbico, Jesica Lavia tiene una mirada con perspectiva de género que respeta la diversidad corporal y que abarca a la salud de manera integral.
- ¿Qué significa el Día del Nutricionista?
-El día del/de la nutricionista se celebra en esta fecha por el Dr. Pedro Escudero, que en nuestro país llamado 'el padre de la nutrición'".
- ¿Todos y todas deben ir a un nutricionista? ¿Por qué es importante?
-Creo que es interesante que, así como tenemos incorporado el chequeo médico anual, empecemos a pensar en incorporar al mismo el chequeo nutricional. La medicina tradicional es pesocentrista y, cuando todo gira en torno a la balanza, nos olvidamos de la importancia de tener una alimentación saludable más allá del tamaño de nuestros cuerpos, de revisar relación con la alimentación o algún déficit nutricional que se pueden dar más allá del peso, como de la vitamina D, solo para dar un ejemplo".
- ¿Qué es lo que trata un nutricionista y qué problemas resuelve?
-Son muchas las áreas en las que puede ejercer un/a nutricionista, dependiendo de su interés profesional: servicios de alimentación, consultorios, docencia, investigación, salud comunitaria, son solo algunos que se me vienen a la mente. Nuestra función es, sea cual sea el ámbito de ejercicio profesional, acompañar a las personas a tener acceso a una alimentación saludable. Es una herramienta clave y necesaria para poder tener acceso a la salud integral".
- ¿Cómo se sobrevive en un mundo gordofóbico?
-Se puede trabajar y encontrar herramientas desde lo individual y es a lo que apuntamos mientras modificamos la sociedad gordofóbica y la cultura peso centrista en la que vivimos, pero sin dudas necesitamos un cambio colectivo porque la única forma en la que todos podremos gozar de salud integral es dejando de tener que sobrevivir en un mundo lleno de mandatos y estereotipos que nos enferman psíquicamente".
- ¿Las redes sociales generan trastornos alimentarios? Y si es así, ¿cuáles hay? ¿Hay algún trastorno alimenticio predominante?
-Los trastornos alimentarios son multi causales, no podemos echarle la culpa a las redes sociales de los TCA. Lo que sí sabemos es que pueden ser un factor desencadenante o perpetuante de estos trastornos. La oda a la delgadez que muchas veces vemos por parte de personas famosas o influencers es muy peligrosa y es un mensaje que sería importante este más regulado, para resguardar a toda la población pero principalmente a infancias y adolescencias. Hoy en día podemos ver en redes cómo escudándose en una supuesta salud, predominan la Ortorexia y la pregorexia".
- ¿Se puede afirmar que las redes sociales, sobre todo en Instagram y TikTok, se ven cada vez más discursos espirituales y de autoayuda sobre cuáles cuerpos son saludables y cuáles no?
-Creo que acá es interesante destacar que lo que consumimos en redes está condicionado por un algoritmo. Esto es algo positivo en cierto punto y es lo que debemos fomentar. Si bien existe por ejemplo la publicidad que nos aparece imperativamente, podemos tener redes más 'limpias' de estereotipos. Comenzar a seguir cuentas diversas y dejar de seguir aquellas que no nos hacen bien. Y siempre recordar que los mensajes y discursos de autoayuda, body positive, etc, siempre terminan responsabilizando a cada persona en forma individual de su autocuidado y siempre corremos el riesgo de caer en la meritocracia, cuando sabemos que somos seres sociales y el cuidado de nuestra propia salud no depende solo de nosotros mismos".
- ¿Hay una idea implícita de cuáles cuerpos “están bien” o “son saludables” y cuáles no?
-Vivir en una cultura gordofóbica implica que asociemos los cuerpos flacos a los cuerpos que 'están bien' y que son saludables. Así, estos son los cuerpos válidos, los cuerpos con derechos: a vestirse, a conseguir trabajo, a ser amado. Los cuerpos flacos son los aceptados y los cuerpos que no encajan en estas normas o parámetros sociales son los rechazados, no válidos y no dignos ni siquiera de tener acceso a un derecho básico como es la vestimenta".
- ¿Qué hay que hacer para hacerle frente a estos discursos? Los mismos atentan contra la salud de las personas y rápidamente surge una duda que abre debates..., ¿existe alguna ley o proyecto para combatirlos?
-Siempre el primer paso es verlo, es reconocer y hacernos cargo de que vivimos en una cultura gordofóbica y pesocéntrica. Cómo con la explosión de los feminismos de los últimos años, no podemos negar que crecimos y vivimos en una sociedad machista. Hacernos cargo de esto, ver cuáles son las aristas en juego y comenzar a modificarlas es el desafío. Cada persona desde su lugar o rol puede comenzar a deconstruir esos mensajes que perpetúan los estereotipos y que tanto nos dañan la salud integral. Pero, como digo siempre, nada de todo esto va a darse sin un cambio colectivo y sin un Estado presente que acompañe y también proponga herramientas. Tener una mirada inclusiva y respetuosa de las diversidades es una política de estado que debe también llevarse a cabo en el ámbito salud y cuerpos".
- Muchas veces se ven famosos o influencers que se prestan para formar parte de publicidades con productos que supuestamente sirven para adelgazar. ¿Cómo se actúa frente a casos como estos? ¿El Estado debería tomar cartas en el asunto?
-Mi opinión es que el daño es tan grande que sin dudas debe ser regulado. Por ejemplo, el 20 de agosto de 2022 comienza la implementación de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable en la que, entre otras cosas, no se podrán publicitar con “famosos” ningún alimento que contenga al menos un sello negro que indique exceso de algún nutrientes crítico para nuestra salud (grasas totales, grasas saturadas, azúcares y/o sodio)".
- ¿Existen estadísticas o estudios acerca de cuánta gente es gordofóbica en la Argentina o en el mundo?
-INADI realizó un estudio muy interesante llamado 'el mapa de la discriminación' en donde, entre otras causas de discriminación, ubica a la gordura en el segundo puesto".
- ¿Por qué se visualiza tan poco esta problemática que atenta contra la salud de tanta gente en el mundo?
-Vivimos en una sociedad gordofóbica, venimos de una cultura pesocentrista y esto se reproduce en las prácticas de profesionales de salud. El paradigma en salud con el que llegamos hasta acá pone el foco en la balanza y arma dietas y piensa la salud desde ese lugar. El nuevo paradigma llega para desterrar la asociación de 'salud = delgadez' y también para que reflexionemos sobre todo el daño que esto generó sobre muchas personas durante años, generando el efecto deseado contrario y notando cómo se violenta, discrimina, oprime y estigmatiza a un montón de personas lo que termina generando un daño un daño en la salud integral".
- ¿Qué reflexión hacés al respecto?
-Creo que tenemos que seguir trabajando en un mundo más justo y más respetuoso con las diversidades y creo que esta es la única forma en la que vamos a poder alcanzar salud integral. Partiendo de la base del rechazo a nuestros cuerpos, promoviendo el estar en guerra continúa con quienes somos, no solo no vamos a poder gozar de salud integral sino que estamos exponiéndonos a un montón de riesgos y enfermedades como trastornos alimentarios, distorsión de la imagen corporal, depresión, ansiedad, entre otros".