Prematurez y Ley de Cuidado, las deudas latentes con las infancias

Además del Estado, desde el sector privado también se desarrollan acciones para prevenir la prematurez, la principal causa de mortalidad temprana en el país. La importancia de la alianza de Kimberley-Clark con UNICEF.

21 de agosto, 2022 | 14.01

La prematurez representa la primera causa de muerte en Argentina durante los primeros días de vida. En los últimos años, desde el Estado se desplegaron acciones y se propusieron iniciativas con el objetivo de prevenir este desenlace, fortalecer el cuidado de la salud y la vida de las personas gestantes, y de los niños y las niñas en la primera infancia. El sector privado tampoco se quedó atrás.

La alianza de UNICEF y Kimberley-Clark lleva adelante hace tres años distintos programas en América Latina y El Caribe que promueven las maternidades seguras centradas en la familia. A partir de ellos, UNICEF logró llegar a cerca de 1.5 millones de niños y niñas, casi 1.2 millones de padres y cuidadores, y 33.000 trabajadores de Desarrollo Infantil Temprano (DPI) en 15 países de la región. 

De acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación, la prematurez es considerada en gran parte como el resultado de diferentes inequidades de acceso a la salud, determinante de la mortalidad infantil en un gran porcentaje y de la discapacidad desde edades tempranas de la vida. 

Durante sus primeros años de vida, los niños y niñas son especialmente sensibles a los factores de riesgo del entorno, y es también en esta etapa donde las intervenciones de calidad pueden ser más beneficiosas. El período comprendido entre el embarazo y el inicio de la educación escolar brinda una oportunidad decisiva y única de influir en su desarrollo.

En Argentina, de acuerdo con datos de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) de 2018, unos 8.078 bebés nacen antes de término con un peso inferior a 1,5 kilos, lo que representa el 1,1% del total.

La mayoría de estos niños requerirá de largos períodos de recuperación y plazos de seguimiento extensos que incluyen cuidados especializados, controles y atención de todas sus necesidades, entre ellas las nutricionales, algo que resulta clave durante los primeros años de vida para garantizar un adecuado neurodesarrollo.

En ese marco, Kimberly-Clark contribuyó con US$7.2 millones a los programas regionales de UNICEF dirigidos al desarrollo de la primera infancia. Este apoyo financiero fue especialmente relevante durante la pandemia de la COVID-19, facilitando que los profesionales de la salud y la educación prestaran sus servicios mediante modalidades a distancia a numerosas familias, incluidas las que viven en regiones rurales y de difícil acceso.

Uno de los programas más reconocidos de la alianza es "Huggies® Un Abrazo Para Cada Bebé". La iniciativa  en 2010 y tiene como objetivo ayudar a los bebés más vulnerables de la sociedad a recibir los abrazos y la atención que necesitan. Este cuidado se presenta en muchas formas, incluidas asociaciones hospitalarias que apoyan programas de abrazos voluntarios, asociaciones con ONG que se centran en mejorar la atención de la salud materna y del recién nacido y donaciones de pañales y toallitas. En los últimos cinco años, casi 3 millones de bebés en Canadá, Estados Unidos, Israel, Australia, Vietnam, China e India se han beneficiado del programa. 

Hacia la equidad en el cuidado

Un cambio significativo que se logró en los últimos años en el país respecto a esta cuestión fue la aprobación de la Ley de los Mil Días y la Política Integral para la Prematurez con eje en la prevención, que tiene como principales objetivos reducir la mortalidad, la mal nutrición y la desnutrición; proteger y estimular los vínculos tempranos, el desarrollo físico y emocional y la salud de manera integral; la atención integral de la salud de las mujeres y otras personas gestantes, y de los niños y niñas hasta los 3 años de edad y la coordinación de los distintos organismos competentes en las políticas públicas dirigidas a la primera infancia hasta los 3 años de edad, entre otros. 

Olga Isaza, Representante adjunta de UNICEF Argentina, en conferencia de prensa desde las oficinas de UNICEF en Buenos Aires, señaló la importancia de ampliar las licencias por paternidad como parte de un sistema de cuidados más equitativo. “En Argentina, los niños y niñas son cuidados prioritariamente por las familias y dentro de ellas especialmente por las mujeres, privándolos de la posibilidad de construir vínculos significativos con sus padres o cuidadores masculinos y generando una carga desproporcionada sobre las mujeres”, explicó. 

En esa línea, remarcó la importancia de la aprobación del Sistema Integral de Políticas de Cuidados de la Argentina, una iniciativa que fue presentada en mayo por el Gobierno y que busca concretamente saldar la brecha que separa a las mujeres e identidades LGBT de los hombres e incide en su participación en la economía, en el mundo del trabajo y en la política.

"Se trata de una ley importante y alcanzable, un elemento práctico pero también simbólico", resaltó Isaza sobre el proyecto que propone ampliar las licencias de paternidad y maternidad, además de crear un registro nacional de trabajadoras y trabajadoras del cuidado remunerado. 

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