Durante 90 años, la fábrica de Tejedurías Naiberger (allí se llevaba adelante la producción de Perlea y Perfect Body, dos de las marcas de lencería y corsetería femenina más importantes del país) se mantuvo en pie pasando por diferentes generaciones de dueños. Comenzó con los abuelos, pasó por los padres y terminó con los nietos, quienes luego de desmanejos financieros y maltratos a sus empleados decidieron cerrar la fábrica y dejar en la calle a 122 personas. Ahora, dictaminándose la intervención de un nuevo síndico, los damnificados y damnificadas hacen una vigilia desde hace más de un mes en sus puestos de trabajo a la espera de poder seguir trabajando y que se resuelva esta situación.
El pasado 5 de mayo, pese a cobrar sus sueldos en cuotas y percibir el aguinaldo de la misma manera, los trabajadores y trabajadoras de Tejedurías Naiberger (a cargo de Alicia y Horacio Naiberger) se encontraron con una nota pegada en una de las paredes de las instalaciones en donde realizaban sus labores. Sin membrete, y de manera totalmente informal, se anunció el relevamiento de actividades de todo el personal a la espera de un concurso preventivo para luego dictaminarse la quiebra.
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Desde ese 5/5, los trabajadores y trabajadoras se encuentran en una lucha constante, en la que solicitan que (pese a la quiebra de Tejedurías Naiberger) se les de continuidad laboral en un marco sumamente hostil para cualquier trabajador. En pandemia, con la prohibición de despidos y habiendo un antecedente en 2016 cuando se despidieron 40 personas que luego fueron restituidas gracias a la intervención gremial, son 122 las familias que aguardan por una resolución y buscan seguir en sus funciones.
El maltrato verbal y laboral, en la voz de una protagonista directa
Una de las empleadas que sufrió esta situación, Carina Castillo, le explicó a El Destape cómo fueron los últimos años en la empresa y el maltrato recibido por parte del dueño, el nieto Horacio Naiberger: "Todos tuvimos que cumplir múltiples tareas por el mismo sueldo. Siempre poniendo el hombro. Llevando a cuestas la empresa, porque el director de la empresa Horacio Naiberger nunca supo administrarla. En 2014 trajo una consultora que echó gente de cargos estratégicos y puso a su gente sin tener conocimiento del manejo. Mucha de esas personas que pusieron en esos cargos, a los años fueron despedidas y la empresa debió afrontar juicios por eso".
"Este año y el año pasado aún en pandemia tuvimos ventas. Los clientes son fieles a la marca. Recibíamos pedidos de 50 hasta mil prendas en época de pandemia y sólo podíamos cumplir con un tercio de lo pedido por falta de insumos"
"El señor Horacio dueño de una soberbia enorme sólo nos hablaba cuando tenía que ajustarnos el cinturón. Nos hizo partícipes de las deudas de la empresa y no se las ganancias. Nos han llegado a pagar el sueldo en partes, aguinaldos en seis cuotas, siendo que el todos los viernes retiraba el efectivo que había en la empresa de los pedidos en negro que se realizaban en la semana. Todo el año pasado nos han liquidado mal los sueldos. Esto fue comprobado por los tres gremios que respaldan a los trabajadores: SOIVA, UCI y SETIA", continuó explicando la protagonista.
En cuanto al maltrato del dueño, Horacio Naiberger, Carina Castillo prosiguió: "El dueño siempre fue un arrogante. Directamente jamás nos dijo nada. La palabra que usaba era 'las negras'. 'Las negras' eran las gente del taller, despectivamente. Adelante de ellas jamás se los dijo pero sí estando con otras personas".
Qué dice el sindicato y qué están haciendo los empleados para resguardar sus puestos
Gabriel González, Secretario Adjunto de SETIA (Suc. Morón), explicó en Beats Radio: "El día 5 de mayo, ya los trabajadores se encontraron con el salario en su bolsillo pero con un cartelito de parte del dueño que les decía 'hasta acá llegamos' y se terminó. Nosotros nos hicimos presentes, iniciamos un plan de lucha que consistió primeramente en quedarse adentro de la empresa, en el resguardo de los lugares del trabajo".
"La empresa solicitaba un año de gracia, porque ya viene de un conflicto similar en 2016 donde quisieron despedir a 40 trabajadores. Interfirió el gremio y el ministerio de Trabajo y los trabajadores fueron reincorporados", agregó González, y prosiguió: "Los trabajadores siguen en la planta, pero hoy ya sin un salario, se fue empezando a complicar esta situación del día a día".
La palabra de los delegados de la empresa, en la TV Pública
Daniel - Delegado UCI: "Esperemos que haya una resolución para la continuidad laboral. Desaparecieron, dejaron la nota el 5 de mayo. Es increíble que no den la cara, siempre estuvimos apoyándolos en las decisiones que tomaban".
Miriam - Delegada SOIVA: "Muy difícil, tenemos que empezar de nuevo. Lo vamos a hacer, es algo único que está en mi cabeza en este momento porque la jueza ya decretó la quiebra y no sabemos nada de la continuidad laboral. Nos van a encontrar acá, esperando o haciendo cosas".
Vilma - Delegada SOIVA: "Nunca tuve otro trabajo, los 35 años los tuve acá y voy a seguir acá".