Crearon una enzima que degrada plásticos en tiempo récord

Tiene el potencial de descomponer en horas o días los desechos plásticos que la naturaleza tarda siglos en degradar. Podría ser la respuesta al acumulamiento de residuos tóxicos para el ambiente. 

28 de abril, 2022 | 13.49

Ingenieros y científicos de la Universidad de Texas en Austin crearon una enzima que es capaz de descomponer en horas o días los desechos plásticos que la naturaleza tarda siglos en degradar. El descubrimiento, que fue publicado en la revista Nature, podría ayudar a resolver uno de los problemas ambientales más urgentes del mundo: qué hacer con los miles de millones de toneladas de desechos plásticos contaminantes. 

La enzima permitiría potenciar el reciclaje a gran escala, lo que al mismo tiempo sería muy útil para que las principales industrias puedan reducir su impacto ambiental mediante la recuperación y reutilización de plásticos a nivel molecular.

"Las posibilidades son infinitas en todas las industrias para aprovechar este proceso de reciclaje de vanguardia", dijo en un comunicado Hal Alper, profesor en el Departamento de Ingeniería Química de McKetta en UT Austin. "Más allá de la industria de gestión de residuos obvia, esto también brinda a las corporaciones de todos los sectores la oportunidad de tomar la iniciativa en el reciclaje de sus productos. A través de estos enfoques enzimáticos más sostenibles, podemos comenzar a visualizar una verdadera economía circular de plásticos", puntualizó. 

El proyecto se centra en el tereftalato de polietileno (PET), un polímero importante que se encuentra en la mayoría de los envases de consumo, incluidos los envases de galletitas, las botellas de bebidas, los envases de frutas y ensaladas y ciertas fibras y textiles. Constituye el 12% de todos los residuos globales.

La enzima fue capaz de completar un "proceso circular" de descomponer el plástico en partes más pequeñas (despolimerización) y luego volver a unirlo químicamente (repolimerización). En algunos casos, estos plásticos se pueden descomponer por completo en monómeros en tan solo 24 horas.

Cómo fue el estudio

Investigadores de la Escuela de Ingeniería y la Facultad de Ciencias Naturales utilizaron un modelo de aprendizaje automático para generar mutaciones novedosas en una enzima natural llamada PETasa que permite que las bacterias degraden los plásticos PET. El modelo predice qué mutaciones en estas enzimas lograrían el objetivo de despolimerizar rápidamente el plástico residual posconsumo a bajas temperaturas.

A través de este proceso, que incluyó el estudio de 51 envases de plástico posconsumo diferentes, cinco fibras y telas de poliéster diferentes y botellas de agua hechas de PET, los investigadores demostraron la eficacia de la enzima, a la que denominan FAST-PETase (funcional, activa, PETasa estable y tolerante).

"Este trabajo realmente demuestra el poder de unir diferentes disciplinas, desde la biología sintética hasta la ingeniería química y la inteligencia artificial", dijo Andrew Ellington, profesor del Centro de Sistemas y Biología Sintética, cuyo equipo dirigió el desarrollo del modelo de aprendizaje automático.

La solución para un grave problema

El reciclaje es la forma más obvia de reducir los desechos plásticos. Pero en todo el mundo se recicló apenas el 10 % de todo el plástico. El método más común para deshacerse del plástico, además de tirarlo a un tacho de basura "verde", es quemarlo, lo cual es costoso, consume mucha energía y arroja gases nocivos al aire. Otros procesos industriales alternativos incluyen procesos muy intensivos en energía de glucólisis, pirólisis y/o metanólisis.

Las soluciones biológicas consumen mucha menos energía. La investigación sobre enzimas para el reciclaje de plástico ha avanzado durante los últimos 15 años. Sin embargo, hasta ahora, nadie había sido capaz de descubrir cómo hacer enzimas que pudieran operar de manera eficiente a bajas temperaturas para que fueran portátiles y asequibles a gran escala industrial. FAST-PETase puede realizar el proceso a menos de 50 grados centígrados.

En lo sucesivo, el equipo planea trabajar en la ampliación de la producción de enzimas para preparar su aplicación industrial y ambiental. Los investigadores presentaron una solicitud de patente para la tecnología y están considerando varios usos diferentes. La limpieza de los vertederos y la ecologización de las industrias que producen muchos desechos son las más obvias. Pero otro uso potencial clave es la remediación ambiental. El equipo está buscando varias formas de llevar las enzimas al campo para limpiar los sitios contaminados.

Con información de Europapress