Por qué no hay ni un solo detenido por el derrumbe de Villa Gesell: qué pasó con la causa, a un mes de la tragedia

No hubo sobrevivientes del trágico colapso que conmocionó al país a fines de octubre. Cómo sigue la investigación y las historias detrás de las víctimas fatales.

29 de noviembre, 2024 | 16.07

Este viernes se cumple un mes del derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik en la ciudad de Villa Gesell, con la confirmación de que son 9 las víctimas fatales, luego de que falleciera ayer María Josefa Bonazza, la jubilada de 79 años que había sido rescatada por los bomberos bajo los escombros. Sin respuestas concretas sobre lo ocurrido, se espera que familiares y vecinos de la ciudada balnearia marchen hacia la sede de la fiscalía, para luego pasar por el Juzgado de Garantías, la Municipalidad y finalizar frente al Dubrovnik.

El edificio de diez pisos ubicado a menos de 200 metros de la playa, colapsó el 29 de octubre, pero todavía no se pudo reconstruir por qué cedió la estructura. El Apart Hotel acababa de cambiar de dueños y se encontraba en medio de obras, tanto estéticas como estructurales, lo que puso a los investigadores en busca de respuestas en sus bases y cimientos. Sin embargo, a principios de este mes la Justicia decidió excarcelar a los últimos dos detenidos: el arquitecto y bombero de General Madariaga Jorge Bonavita (55) –quien no tenía matrícula para desempeñarse en una obra– y el contratista Rubén Taquichiri (30).

En la acusación, la Fiscalía señala que Bonavita dirigía de manera clandestina las obras de reforma sin contar con los permisos municipales. "No sabía que no tenía matrícula. Cuando se advierte, se designa una arquitecta matriculada que es la que continúa con la obra. Mi defendido despidió al arquitecto el día que se enteró lo de la matrícula", marcó el abogado defensor de Antonio Arcos –actual dueño del hotel–. Por su parte, Taquichiri fue aprehendido en Ostende luego de que el informe pericial reveló "varias anomalías en la construcción del ascensor". La tragedia impactó no solo en el edificio sino también en una construcción lindera de 24 departamentos, que quedó destruida y será demolida.

Por otro lado, la fiscal Verónica Zamboni, a cargo de la investigación, está a la espera de resultados claves de peritajes, como el análisis del estado y la calidad del hormigón. Hasta el momento, 14 personas fueron imputadas por "estrago culposo agravado", pero solo seis llegaron a ser detenidas. Por el momento, ninguna de las acusaciones derivó en detenciones actuales y la Justicia no ha podido atribuir responsabilidades específicas a propietarios, contratistas o encargados de las obras en el lugar.

Silvana, la madre de Nahuel Stefanic, una de las nueve víctimas del derrumbe, fue quien invitó a participar del emotivo encuentro de este viernes para recordar a los fallecidos y exigir que se condene a los responsables, informaron medios locales.

Las 9 víctimas del hotel Dubrovnik 

Durante el operativo en que estuvieron involucrados rescatistas, el personal del SAME, todos los cuerpos fueron recuperados en poco más de una semana. Más allá de las 8 muertes instantáneas, Bonazza había sobrevivido más de 10 horas bajo los escombros junto al marido, que falleció en el instante por el impacto, de acuerdo a ella. El código internacional de socorro en Morse fue lo que logró que la rescaten.  "No sufrió mucho porque fue instantáneo, no sentí una respiración agónica que me dijera que estaba sufriendo. Yo le hablaba: 'Tesoro', fue un derrumbe, ya nos van a venir a rescatar", recordó.

El primero en ser hallado por los rescatistas fue justamente Federico César Ciocchini, de 84 años, quien en el momento en que se desplomó el Dubrovnik dormía en su vivienda contigua al edificio Alfio 1. El matrimonio había viajado desde Balcarce con la intención de pasar unos días allí y hacer algunas reparaciones en el departamento para poder alquilarlo en las vacaciones de verano. 

Federico, hijo de Cleto Ciocchini un destacado pintor de la primera mitad del siglo pasado, siguió los pasos de su padre y fue artista. Desarrolló la mayor parte de su carrera en la ciudad de Mar del Plata, incursionó también en la escultura. Su cuerpo fue hallado horas después del derrumbe. “El único consuelo que me queda es que lo de él fue instantáneo, no sufrió nada”, expresó Josefa en diálogo con TN al relatar la dramática situación que vivió hasta ser rescatada por los bomberos.

El jueves 31 de octubre, dos días después del colapso del edificio, fue encontrada sin vida María Rosa Stefanic. “Rosita”, como le decían, tenía 52 años, era viuda y la ex dueña del hotel, si bien seguía residiendo en el lugar y supervisando las obras, este año había logrado vender el edificio. El Dubrovnik había sido fundado por sus padres, inmigrantes croatas. Su papá era oriundo de la Isla de Krk, mientras que su madre había nacido en la ciudad por la cual se bautizó el apart hotel.

En el Dubrovnik también residía el sobrino de Rosita, Nahuel José Stefanic, cuyo cadáver fue hallado el sábado pasado entre los escombros. El joven de 25 años  vivía allí desde hacía cinco meses, tras la separación de sus padres. Su mamá, Silvana Perhauc, lo describió como “un hijo muy bueno”. “Estudió cocina y en la temporada trabajaba en el hotel”, contó en declaraciones a los medios donde explicó que había salido a pescar poco antes del desastre. Nueve días después de la tragedia los rescatistas lograron encontrar con vida a su gata, Kiara. Nahuel, además, era el novio de Dana Desimone, la última víctima en ser encontrada este jueves .

Dana Desimone, de 28 años, era oriunda de Juan Nepomuceno Fernández, un pueblo rural ubicado a unos 80 kilómetros de Necochea, aunque creció en el partido de Lomas de Zamora. Durante la pandemia comenzó un emprendimiento con su pastelería llamada “Lucky”, que tuvo continuidad en Villa Gesell,  también trabajaba en el hotel Dubrovnik junto a  su novio Nahuel, según consta en los registros previsionales.

Además, en la madrugada del martes pasado, el equipo de rescate encontró el cuerpo del carpintero Javier Fabián Gutiérrez, de 54 años, quien vivía en el partido bonaerense de Merlo y había viajado a Villa Gesell a mediados de septiembre. Su hermana y su sobrino contaron que se hospedaba en una unidad del segundo piso y lo describieron como un padre ejemplar que vivía para su hija de 15 años.

Ese mismo martes fueron hallados otros tres cuerpos. El del plomero Ezequiel Juan Matu, de 38 años, quien residía en Mar del Plata  en el barrio 2 de Abril, a unas veinte cuadras de la playa Varese. También el del gasista Mariano Troiano, de 47 años, con domicilio registrado en el barrio Villa Evita de Mar del Plata. Según explicó su hija Karen había ido a Villa Gesell dos semana antes del derrumbe para realizar trabajos de plomería y dormía en el hotel para avanzar con la obra sin demoras. “La arquitecta le recomendó que se ponga un seguro de vida, eso me pareció bastante raro porque nunca había solicitado esto para una obra”, dijo la joven en declaraciones a La Nación+. Según precisó, su padre “fue a modificar duchas, baños, y hacer arreglos estéticos de plomería”. 

Y la otra víctima hallada ese día fue el albañil Matías Alberto Chaspman, quien vivía en la localidad de Batán, del partido de General Pueyrredón. El derrumbe ocurrió horas antes de que cumpliera 28 años. Era padre de una nena de 6 años y disfrutaba hacer ciclismo con su esposa.