En las últimas horas, murió María Josefa Bonazza, de 79 años, la única sobreviviente del derrumbe en el Apart Hotel Dubrovnik Villa Gesell. La mujer había sido dada de alta el 20 de noviembre pasado, pero tuvo varias recaídas y nuevos ingresos al Hospital de la ciudad de Balcarce. Actualmente se encontraba internada nuevamente, aunque -según indicaron- fuera de peligro. Más allá de esto, su salud se fue deteriorando poco a poco y se descompensó cada día un poco más.
A un mes de la tragedia, María Josefa se encontraba en el edificio lindero -junto a su pareja, Federico Ciocchini (84), un reconocido artista plástico de Balcarce, fallecido bajo los escombros- al Dubrovnik la noche del derrumbe. El código internacional de socorro en Morse fue lo que logró que la rescaten pero las técnicas de yoga la ayudaron a sobrevivir durante 10 horas bajo los escombros. La mujer permaneció allí junto a su marido, que murió en el instante por el impacto según ella. "No sufrió mucho porque fue instantáneo, no sentí una respiración agónica que me dijera que estaba sufriendo. Yo le hablaba: 'Tesoro', fue un derrumbe, ya nos van a venir a rescatar", recordó.
En los últimos días, la mujer sufrió algunos problemas de salud mientras intentaba recomponerse de las importantes heridas por el derrumbe por el que estuvo internada por varios días. Luego, retornó a Balcarce -de donde era oriunda- y comenzó el camino de la recuperación, con varios altibajos. Hasta hace una semana, incluso, estuvo internada en terapia intensiva. Si bien fue dada de alta, en la mañana de este jueves falleció.
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Cabe recordar que, post derrumbe, se habló que la mujer sufrió lesiones en los miembros inferiores y superiores; ninguna complicación interna. Por ello, según pudo confirmar El Destape, las autoridades ahora investigarán si el accidente tuvo algo que ver con algo que desencadenó su muerte un mes más tarde. Deberá corroborarse si dichas complicaciones fueron provocadas por la tragedia o se dio otro tipo de alteración durante su mejoría.
María Josefa Bonazza fue la única sobreviviente del trágico derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik de Villa Gesell el pasado 29 de octubre. En ese momento, la mujer estaba en el edificio vecino junto a su marido pero quedaron atrapados por la caída de mampostería. Varias horas después de la tragedia, María Josefa fue rescatada y los médicos aseguraron que su cuadro no era grave y sólo había sufrido lesiones óseas en sus miembros superiores.
La historia de María tras el derrumbe
Según contó mientras se encontraba hospitalizada, la pareja viajó desde Balcarce hacia Villa Gesell en remis para acondicionar el departamento que tenían en el edificio que se encuentra al lado del Apart Hotel Dubrovnik. Esa noche habían paseado y se acostaron temprano, cuando pasada la medianoche comenzaron a escuchar ruidos. "Hubo un ruido ensordecedor; él me preguntó si lo había oído y después, enseguida, hubo otros dos ruidos, como explosiones, y se nos vino todo encima. Escuché solo un quejido de él. Quedate tranquilo", cuenta que le decía.
"Se nos viene todo encima y con algún material, se forma arriba mío como una forma de cúpula. Sentí que corría aire, de un lado y de otro, sabía que podía respirar, entonces le dije a Fede que nos quedemos tranquilos, que nos teníamos que quedar quietos. Ya no me contestó...", había manifestado. Solo había sufrido una pequeña fractura en el radio del brazo derecho junto a algunas heridas y raspaduras superficiales.
Durante las horas atrapada bajo los escombros, la mujer marcó que en ningún momento perdió la calma porque tenía la certeza que los iban a salvar. "Todavía no sabía que mi maridito había muerto. Decidí que no tenía que gastar energía, y de pronto sentí una sirena lejana. ¡No te puedo explicar la emoción que sentí cuando la escuché!", agregó.
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"Me quedé quietita esperando algún ruido y cuando escuché algo, sabiendo que podía respirar, comencé con los gritos. 'Respondan si me escuchan', repetía. Empecé a manotear y encontré la piedra. Empecé a hacer el código Morse con la piedra: ta ta ta... taaa taaa taaa... ta ta ta... Así supieron que había una persona consciente del otro lado y pidiendo ayuda", relató la mujer.
María reveló también haber respirado con técnicas del yoga, que la ayudaron a mantener la calma. Luego, fue clave la voz del bombero de nombre Mariano, a quien quiere conocer, quien le hablaba "cada cinco minutos". "Me salvaron mis ángeles, los bomberos, las enfermeras, los médicos, el encargado Carlos Cantagliano, que les dijo dónde podíamos estar, y ahora mis parientes que me acompañan. Después, no sé, una fatalidad, creo que una casualidad nos puso ahí. Yo no creía mucho en los milagros, bueno, ahora tendré que creer", expresó.
Por último, se refirió al fallecimiento de su marido Federico y recordó el duro momento. "Sentí cómo lo sacaban. Vivimos 48 años de amor, felices, una vida hermosa. No estoy angustiada, ni furiosa, estoy triste por mi amorcito, porque me falta mi amor... Me queda recordarlo", sentenció. Tiempo después, perdió la vida en su casa.