Rubén López, hijo de Jorge Julio López, desparecido en 2006 luego de declarar en los juicios por delitos de lesa humanidad contra Miguel Etchecolatz, lamentó hoy que el genocida "haya muerto sin decir dónde están" muchos de los desaparecidos durante la última dictadura cívico militar. En este sentido, le demostró su pésame a las víctimas: “Lamento que muchas víctimas no hayan tenido la justicia que se merecían porque este ser nefasto se murió”.
"Tengo una especie de dolor de estómago. Estoy nervioso, no es por tristeza, tampoco es por alegría porque se haya muerto una persona que quizá fue el culpable de la desaparición de mi viejo. Es muy difícil explicar el sentimiento que tengo en este momento", expresó Rubén en diálogo con Télam, conmocionado por la noticia de la muerte.
López rememoró que Etchecolatz "desapareció a muchas personas, a muchos chicos de la Noche de los Lápices, torturó a muchos otros y se llevó a la tumba el secreto de dónde está Clara Anahí, la nieta de (Isabel Chorobik) 'Chicha' Mariani" y apuntó que "estaba cumpliendo 9 condenas a perpetua, pero le faltaban un par más".
A su vez, en su cuenta personal de Instagram publicó un posteo con las siguientes palabras: "Lamento mucho su muerte! Lamento mucho que se murió sin decir nada! Lamento mucho que no dijo dónde están los desaparecidos, no dijo dónde está Clara Anahí, se fue sin aceptar su culpa, se fue sin terminar de ser Juzgado por otra causas!!".
Etchecolatz fue director de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires entre marzo de 1976 y fines de 1977, cargo desde el cual coordinó los grupos de tareas así como los 21 centros clandestinos de detención que integraban el Circuito Camps, donde luego se comprobó que existió la mayor cantidad de detenidos desaparecidos del país.
Su nombre quedó asociado también con la desaparición de Jorge Julio López, en plena democracia, luego que la declaración judicial del albañil en 2006 como testigo fuera determinante en una causa en contra del expolicía, y por la cual fue condenado a reclusión perpetua.
Etchecolatz murió a las 5.30 en la Clínica Sarmiento de la localidad bonaerense de San Miguel, donde se encontraba internado con custodia policial