La protección de datos en Argentina y en todo el mundo es materia de preocupación en los sectores públicos y privados. Cualquier actividad que se realice en Internet conlleva un determinado nivel de exposición.
¿Conocés la importancia de cuidar tu información? Te contamos sobre la protección de datos en Argentina y los derechos con los que contás.
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¿Por qué es importante la seguridad digital?
La seguridad digital es aquella que protege toda la información que de alguna manera se comparte o almacena en medios informáticos. Los estándares de seguridad digital con los que cuente una aplicación, sitio web o dispositivo definen el futuro de toda la información que pongamos a disposición de ellos.
Es importante entender que toda nuestra información, desde los datos bancarios hasta las fotografías más insignificantes, tiene valor en el mercado de datos. Pero esto no significa que seamos absolutamente vulnerables.
Tenemos que saber que existen determinados criterios a tener en cuenta antes de compartir nuestra información en la web. De esta manera se puede evitar caer en los fraudes y riesgos que, lamentablemente, no dejarán de existir.
¿Qué es la protección de datos?
La privacidad es un derecho humano. Se trata de un elemento fundamental de las sociedades democráticas. La importancia de la protección de datos en Argentina y en el mundo está en su relación con la protección de la privacidad y la dignidad humana.
Pero, ¿qué son los datos personales? Es toda la información relacionada a tu persona que puede identificarte. Tu DNI, domicilio, teléfono, situación crediticia, así como tu imagen y tus opiniones.
Las tecnologías de información han cambiado radicalmente las formas en que el mundo funciona. Con la llegada de Internet, se inventaron nuevas formas de recopilación y tráfico de datos, inimaginables hasta entonces.
La privacidad de los ciudadanos se vio de repente bajo amenaza. La complejidad creciente de los trámites que pueden y deben resolverse por Internet deviene en una mayor y más frecuente solicitud de datos personales a los usuarios.
Lo cierto es que cualquier persona que haga uso de Internet o telefonía celular ya ha compartido, aún sin saberlo, información personal con algún ente público o privado.
Por todo esto, los Estados se vieron obligados a elaborar marcos regulatorios para proteger la privacidad de las personas. Además, muchos instrumentos y organizaciones internacionales se ocupan de esta cuestión.
Es cierto que las compañías con presencia digital tienen sus propias regulaciones para el manejo de los datos. A mayor envergadura, mayor seriedad y compromiso con los derechos del usuario.
Aun así, son muchas las aplicaciones en el mercado que atentan contra la privacidad de sus usuarios. Sin ir más lejos, la popular FaceApp, que permite editar fotos de rostros, es una máquina de recopilación de datos.
La protección de datos en Argentina está regulada por la ley. Sin embargo, estamos ante un escenario complejo, caracterizado por el uso masivo y casi inevitable de Internet y marcos regulatorios permanentemente puestos al límite.
Regulaciones en Argentina
La legislación que vela por la protección de datos en Argentina responde a fuertes estándares. La Ley 25.326 de protección de datos personales está en línea con los criterios internacionales.
Esta norma, junto con el artículo 43 de la Constitución Nacional, establecen los derechos de cada ciudadano como titular de sus datos personales. La ley prohíbe el procesamiento y transferencia de datos personales sin el consentimiento del titular.
Sin embargo, la misma ley establece una excepción. En su artículo 5 determina que el consentimiento para el procesamiento de datos personales no es obligatorio cuando estos se recaban para el ejercicio de funciones de los poderes del Estado.
¿Qué significa esto? Que todo actor está obligado a pedir tu explícito consentimiento para el procesamiento de tus datos personales, a excepción de los organismos estatales.
En relación a esto, contamos con el derecho de información. ¿Qué quiere decir? Significa que toda persona debe poder conocer la existencia de las bases de datos personales que puedan contener su información.
A su vez, debe garantizarse el conocimiento de su finalidad, responsables y su domicilio legal. En el marco de este derecho, la información puede ser consultada en el Registro Nacional de Bases de Datos Personales.
Por otro lado, todos los argentinos contamos con el derecho de acceso. Este implica que podamos saber si una empresa o cualquier entidad posee datos nuestros, dónde fueron obtenidos y cuál es su finalidad.
La consulta también puede realizarse a través del Registro Nacional de Bases de Datos Personales. La solicitud es gratuita cada seis meses.
Si considerás que tu derecho a la privacidad ha sido violado o sospechás un incumplimiento en relación a las normas de protección de datos en Argentina, podés hacer una denuncia de manera digital.
Seguridad en la comunicación
En 2004 se promulgó la Ley Nº 25.891 de servicios de comunicaciones móviles. Esta normativa impone el registro obligatorio de las tarjetas SIM con el objetivo de quitar del mercado los teléfonos robados.
Esta ley no está libre de polémicas, por la violación a la privacidad que se le puede atribuir. El registro de tarjetas SIM elimina a los usuarios de la telefonía móvil de permanecer en el anonimato. Indudablemente, esto tiene, a nivel macro, sus consecuencias positivas y negativas.
En cuanto al respeto por la seguridad en las comunicaciones, hay mucho que puede decirse en un país inmerso en un escándalo de espionaje. Está en curso la investigación por supuesto espionaje ilegal a funcionarios, políticos y empresarios durante el gobierno de Mauricio Macri.
Dejando el escándalo de lado, podemos atenernos a lo que dicen las normas. La Ley de Inteligencia Nacional establece que la vigilancia de comunicaciones privadas solo puede hacerse mediante una orden judicial dictada específicamente para el caso.
Sin embargo, parece existir una zona gris cuando se trata de publicaciones que los usuarios realizan en redes sociales. En los últimos años, el Ministerio de Seguridad empezó a prestar atención a la actividad de los usuarios en dichas redes.
Es todavía materia de discusión cómo se define la libertad de expresión en el contexto del uso de las redes sociales. ¿Qué sucede cuando un usuario publica una amenaza a un funcionario? ¿Hasta dónde es tolerable la agresividad verbal?
Además de la posible vigilancia por parte del Estado, otro fenómeno es el que se produce entre vecinos. El comportamiento de la ciudadanía en relación a las redes sociales durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio es un ejemplo perfecto.
En relación a esto, se generó una espontánea vigilancia horizontal entre los usuarios de las redes sociales. En muchos casos tuvo repercusiones en el plano material, a partir de denuncias y sus consecuencias.
Uso de tecnología de biometría
La tecnología biométrica es aquella que permite la identificación de individuos mediante el análisis de características biológicas, morfológicas y/o de comportamiento personales. Los principales tipos son el reconocimiento facial, el reconocimiento de voz, el reconocimiento de iris o de huellas dactilares y la firma.
La identificación o autenticación biométrica parecía, hasta hace unos años, solo posible en escenarios de ciencia ficción. Lo prometedor de esta tecnología radica en su seguridad y fiabilidad.
Se basa en rasgos y comportamientos personales que son virtualmente imposibles de robar o duplicar. Por este motivo, la autenticación biométrica es aplicada hace años en casi todos los aeropuertos del mundo. Se trata de una tecnología que ofrece una garantía de precisión y seguridad muy superior a otras.
En Argentina, el Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad (SIBIOS) tiene cobertura nacional desde el año 2017. Consiste en una base de datos estatal que contiene los datos biométricos de todos los habitantes del país.
Los turistas que ingresan a la Argentina por medio de aeropuertos o terminales portuarias también otorgan su información biométrica al Estado.
Entre los beneficios del sistema se encuentra su utilidad para la investigación criminal. También la identificación de personas desaparecidas, NN y víctimas de catástrofes es facilitada por esta tecnología.
La tecnología biométrica es la que fue utilizada, por ejemplo, para la identificación de diputados y senadores al sesionar de manera virtual en contexto de pandemia. Otro ejemplo es la aplicación “Mi AFIP”, disponible para todos los ciudadanos argentinos. Ofrece la posibilidad de recuperar la clave fiscal a través de una autenticación biométrica de la identidad.
Pero no solo los organismos estatales hacen uso de esta tecnología. La protección de datos en Argentina está cada vez más relacionada con la biometría en el sector privado. Muchas aplicaciones y dispositivos están optando por esta herramienta para la identificación y autenticación de sus usuarios.
Esta tendencia puede verse claramente en los bancos, cuyas aplicaciones proponen la autenticación biométrica para el inicio de sesión de los clientes. Es posible prever un extendido uso de esta tecnología en el futuro.
Las redes sociales y aplicaciones de fotografía utilizan la tecnología de reconocimiento facial para identificar, etiquetar, categorizar y ordenar imágenes según las identidades reconocibles.
Asimismo, la tecnología biométrica ofrece ágiles soluciones aplicables en diferentes sectores. Por ejemplo, el tratamiento de usuarios de servicios de salud o la gestión de recursos humanos en el ámbito laboral.
Para el análisis de la protección de datos en Argentina podemos evaluar el uso de la tecnología biométrica de forma favorable o desfavorable. Todo depende de la perspectiva con que se trate el tema y la confianza que se tenga en los prestadores de servicios y entes gubernamentales.
Por un lado, es científicamente innegable que los sistemas basados en esta tecnología superan los estándares de seguridad de mecanismos como el uso de contraseñas. Pero también es cierto que la base de datos biométricos representa un cúmulo de información extremadamente sensible.
Un informe publicado en 2017 por la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) hace hincapié en el carácter imperfecto de la seguridad que ofrece la tecnología biométrica.
El estudio, además, presenta la cuestión de lo que las tecnologías de identificación masiva de personas implican para el ejercicio y goce de los derechos humanos. Volviendo al tema de la privacidad, este derecho es fundamental para la práctica de muchos otros que se le desprenden.
La pregunta es cuánto afectan estas tecnologías a nuestro comportamiento. Según el informe citado, la expansión del uso de las tecnologías biométricas, particularmente de reconocimiento facial, profundizan una sensación que surgió con la llegada de las cámaras de vigilancia.
Resulta innegable que la tecnología biométrica y sus sistemas de identificación y autenticación están cada vez más instalados en nuestra sociedad. Velar por la protección de datos en Argentina implica elegir en qué organizaciones o dispositivos depositar la confianza.
Seguridad en redes sociales
Podemos decir que el uso de las redes sociales está totalmente instalado. La preocupación por la protección de datos en Argentina no debe limitarse a aquella información sensible que ingresamos en un sitio web al hacer un trámite bancario.
Las redes sociales conforman un ecosistema en el cual nuestras opiniones, ubicaciones, imágenes, vínculos e intereses se encuentran a disposición de pocos, muchos o todos -dependiendo de qué red se trate y de nuestras configuraciones de seguridad-.
Hay algo muy importante antes de hacer uso de las redes sociales y disfrutar de sus beneficios. Es imprescindible estar al tanto de cuál será el tratamiento que se le dará a la información que, conscientes o no, compartimos en estas plataformas.
El uso deshonesto de la información disponible en redes sociales ha llegado al extremo en el escándalo de Cambridge Analytica.
El involucramiento ilícito de Facebook en los procesos electorales de Estados Unidos y otros países del mundo -Argentina incluida- deja claro el alcance de las redes y la vulnerabilidad civil a la que nos enfrentamos a partir de su uso irreflexivo.
Por otro lado, es fundamental como usuarios tener presente que cualquier persona puede crear un perfil en redes sociales. La protección de datos en Argentina depende no solo de la responsabilidad y buena fe de los organismos que solicitan dichos datos. Un usuario informado sabrá distinguir la información confiable de aquella que no lo es.
El Banco Nación alertó a sus clientes que en Facebook se está llevando a cabo una estafa en nombre de esa institución. Al mismo tiempo, el fiscal Horacio Azzolin advirtió sobre la existencia de estafas en redes sociales mediante la creación de cuentas bancarias falsas.
Resulta imprescindible recordar que las redes sociales no son un canal de comunicación apropiado para que un organismo estatal o empresa solicite información personal. Tener esto en mente podrá evitar a los usuarios caer en un fraude.
Conclusión
Internet es un mundo lleno de beneficios, desafíos y riesgos. La protección de datos en Argentina debe ser una preocupación tanto para el Estado y las empresas como para los usuarios.
Es muy acelerado el ritmo con el que la tecnología va cambiando y el flujo de información que corre cada minuto en la web es enorme. Esto hace virtualmente imposible que los marcos regulatorios, por más prolijos que sean, protejan al ciento por ciento a los usuarios de Internet.
Queda, lamentablemente, en estos usuarios hacer un uso inteligente de Internet y velar por la protección de su privacidad. Con la información adecuada, esto no significa de ninguna manera interrumpir el uso de la tecnología.
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