En el pintoresco escenario de la ciudad patagónica de Bariloche, con sus majestuosas montañas y lagos cristalinos, se encuentra un tesoro gastronómico que ha ganado fama en todo el mundo: el chocolate artesanal. Sin embargo, lo que resulta sorprendente para muchos es cómo esta ciudad, aunque icónica en el turismo local e internacional, nunca tuvo vínculos directos con la producción de cacao, el ingrediente principal del chocolate.
Un matrimonio italiano y su legado dulce
La historia del chocolate en Bariloche tiene sus raíces en la migración de un matrimonio de pasteleros italianos durante la Segunda Guerra Mundial. Aldo Fenoglio y su esposa, Inés, llegaron a la ciudad desde Torino, en el norte de Italia, en busca de nuevas oportunidades. Con sus habilidades en repostería como principal ventaja, establecieron una pequeña chocolatería que rápidamente se ganó el reconocimiento en toda la región patagónica.
El auge turístico y la explosión chocolatera
El boom turístico de Bariloche en las décadas de 1960 y 1970 proporcionó un impulso adicional al sector chocolatero. La creciente afluencia de visitantes demandaba productos emblemáticos, lo que llevó a la creación del famoso chocolate en rama, un descubrimiento fortuito que se convirtió en un símbolo de la ciudad.
Delicias que conquistan corazones
El chocolate, venerado por civilizaciones antiguas como los mayas y los aztecas por su supuesto poder de sabiduría, se convirtió en un lujo deseado por la nobleza europea en el siglo XVII. Con el tiempo, llegó a ser apreciado en todas sus formas, desde bebidas hasta exquisitas creaciones de confitería.
La Fiesta Nacional del Chocolate: una celebración única
Bariloche no solo se ha convertido en un paraíso chocolatero, sino que también ha instituido la Fiesta Nacional del Chocolate, un evento anual que celebra este manjar de una manera espectacular. Durante la festividad, los maestros chocolateros elaboran una barra gigante de dos mil kilos para el disfrute de todos los visitantes. Además, los más pequeños tienen la oportunidad de sumergirse en el mundo del chocolate a través de la "Universidad del Chocolate".
La calle de chocolate: un paraíso terrenal
La ciudad cuenta con su propia "calle de chocolate", donde casi veinte chocolaterías ofrecen una variedad infinita de delicias. Desde chocolates artesanales hasta combinaciones ingeniosas con café y repostería, esta calle es un verdadero paraíso para los amantes del chocolate.
El legado dulce de Bariloche
En la actualidad, la Patagonia produce más de dos mil toneladas de chocolate al año, consolidándose como un símbolo indiscutible de la gastronomía regional. La historia de cómo el chocolate llegó a Bariloche, narrada a través de la odisea de un matrimonio italiano y la evolución de un pequeño emprendimiento a un imperio chocolatero, es un testimonio de la capacidad humana para transformar un simple ingrediente en una delicia que conquista corazones en todo el mundo.