Se hace llamar Bruno Díaz, tiene 51 años y cuando no trabaja en la industria de la construcción, recorre los hospitales de su provincia a bordo de su batimóvil entregando juguetes y sonrisas. Su misión es "regalar instantes de alegría y ayudar a las personas de bajos recursos".
El nacimiento de un héroe solidario
El Batman solidario nació en 2016 con el propósito de llevar momentos de felicidad a los niños internados en los hospitales de la provincia de Córdoba. "The Batman Córdoba" es uno de los tantos hombres y mujeres que en todo el país se visten como el histórico personaje de los cómics y películas para realizar campañas solidarias por los niños.
Cruzando la línea entre dos mundos
Cada miércoles de la semana, el encapotado anónimo aprovecha sus días libres del trabajo y descansa de sus estudios universitarios para visitar a los pequeños pacientes o recorrer comedores comunitarios y merenderos. Se hace llamar Bruno Díaz. Tiene 51 años. Nació en Córdoba y desde entonces vive en el Barrio Bella Vista. Es padre de tres varones que crio solo. "Un día la mamá de los chicos se fue de casa y nunca volvió a aparecer. Siempre intenté cumplir con el rol para que no les faltara nada", contó. Cuando no se pone el disfraz original del personaje de DC Comics, trabaja de albañil: "De lunes a viernes de 8:30 a 16 horas estoy en las construcciones".
El héroe detrás del disfraz
Cuando comenzó la visita solidaria a los hospitales, compraba cada regalo con dinero de su bolsillo. Con el tiempo y el reconocimiento por parte de la comunidad de vecinos, empezó a recibir donaciones. Uno de sus actos solidarios, lo hizo en una iglesia de su barrio para un grupo de preadolescentes de 11, 12 y 13 años. Al mismo tiempo, una prima del corazón –ahijada de su mamá–, de 8 años, le pidió que para su cumple de 9 estuviera en el evento.
“Lamentablemente, esa promesa no se la pude cumplir porque a Morena, la nena, le detectaron una enfermedad. La internaron en el Pediátrico y luego la derivaron al Garrahan, de Buenos Aires, donde finalmente murió”, describe a La Voz Batman con la voz gruesa y entrecortada. Esa historia personal caló hondo en el superhéroe. Una semana después del fallecimiento de su prima del corazón, empezó a realizar sus intervenciones en el Pediátrico de Córdoba y en otros hospitales públicos.
A pesar del dolor que marcó su inicio en el mundo solidario, Batman Córdoba persiste en su misión. Cada miércoles, sus visitas no solo llevan juguetes a los niños, sino que también regalan un momento de alegría a sus familias y al personal médico. Su batimóvil, adornado con globos y luces, se ha convertido en un símbolo de esperanza en los pasillos hospitalarios.
El reconocimiento de la comunidad
Con el tiempo, la labor de Batman Córdoba ha ganado reconocimiento en la comunidad. Los vecinos, conmovidos por su dedicación, han comenzado a contribuir con donaciones para que pueda seguir llevando alegría a quienes más lo necesitan. Este héroe de la vida real demuestra que no se necesitan superpoderes para marcar la diferencia en la vida de los demás, solo se necesita un corazón dispuesto a dar.