Los efectores de políticas públicas de la región tienen un desafío por delante: generar iniciativas para reconocer la sociedad de cuidado. Eso fue lo que reclamó específicamente la CEPAL durante la XV Conferencia Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL que se realiza en Buenos Aires esta semana. Se trata de un tema que siempre formó parte de la agenda feminista, que tiene que ver con los nudos estructurales de la desigualdad de género y que ahora está en el primer nivel de discusión de los Estados de América Latina y el Caribe.
Para ayudarlos en esa tarea, la Alianza Global por los Cuidados (GAC), de la que Argentina es país miembro, el Instituto Nacional de las Mujeres de México (INMUJERES), ONU Mujeres y el Programa de Justicia de Género del Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD)- financiados por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC, por sus siglas en inglés) de Canadá- lanzaron un “Google de Cuidados”, una plataforma digital donde las personas podrán acceder y compartir sus trabajos, investigaciones y datos en la materia.
Se trata de una Comunidad Global Digital. El objetivo concreto de la iniciativa es conectar las estadísticas, estudios y producciones académicas para dar herramientas a los Estados en el desarrollo de sus políticas de cuidado, teniendo en cuenta de que se trata de un tema urgente pero incipiente en la región, donde Uruguay es el único país que cuenta con un Sistema Integral de Cuidados garantizado por ley.
Las beneficiarias del proyecto son mujeres y niñas en LAC y, más ampliamente, en todo el Sur global, prestando particular atención a las más marginadas, entre las que se encuentran mujeres indígenas, afrodescendientes, mujeres rurales y trabajadoras en el sector informal.
La plataforma busca visibilizar el “punto ciego del capitalismo”, como Paul Ladd, director del Instituto de Desarrollo Social de Naciones Unidas, definió a la falta de políticas de cuidado. “Nos encontramos en una crisis de cuidados y no tenemos las políticas robustas que necesitamos para enfrentarlas”, subrayó durante la presentación de la plataforma, que se realizó este miércoles en el hotel Sheraton de Buenos Aires. Este es uno de los más de 20 eventos paralelos que se están llevando adelante en el marco de la cumbre.
Los expertos presentes en el panel remarcaron que la sociedad del cuidado está apenas surgiendo, pero que ya hay datos que comprueban no sólo su potencial para achicar las brechas de género, sino también su impacto como dinamizador de las economías, por lo que se necesitan políticas prácticas, accesibles y atendibles.
“Nosotros registramos qué pasa cuando gastas en políticas de cuidado y el impacto en la economía existe, como así también en la reducción de pobreza. A medida que se reducen las desigualdades, se crean trabajos. Entonces es importante preguntarse qué pasa con el componente del trabajo no remunerado”, subrayó en ese sentido Rania Antonopoulos, Académica Superior del programa Igualdad de Género y Economía del Levy Economics Institute.
En los distintos paneles se evidencia un consenso general y amplio sobre la necesidad de avanzar en los sistemas de cuidado, pero también se resalta la falta de información que hay al respecto. Ya de por sí es difícil que se mida este sector de la economía que permanece invisibilizado. “Las feministas necesitamos saber realmente qué necesitan las mujeres en las comunidades, qué las está afectando y tenemos la obligación de hacerlo en tanto comunidad política feminista”, resaltó Marta Ferreyra, directora de Política Nacional de Igualdad y Derechos de las Mujeres de México.
UNRISD entiende que se trata de un problema que se debe abordar desde distintos frentes, por lo que en el marco del proyecto también tiene previsto avanzar en la producción continua de investigación rápida y evidencia sobre problemas regionales apremiantes en LAC y, más ampliamente, en el Sur global, la gestación de una red de formuladores de políticas comprometidos con impulsar la agenda de cuidado y la identificación por un grupo de expertas y expertos de los obstáculos culturales que impiden la redistribución de cuidados entre mujeres y hombres.