La pandemia golpeó los bolsillos de la población rosarina y las capas bajas de la clase media se vieron movilizadas a buscar precios cada vez más bajos en artículos de primera necesidad, tanto nutricional como cultural, como la leche. Varios de los que no necesitaban recurrir a este tipo de consumos, ahora lo hacen y el fenómeno ya puede percibirse con números.
Uno de los indicadores señala que durante el aislamiento crecieron de 1100 a 1700 los socios lácteos, un formato de compra directa de leches de Cotar, una cooperativa de tamberos con historia en la región. Se trata de un proyecto del partido local Ciudad Futura, que busca facilitar alimentos de calidad a precio justo. Además, se duplicó la cantidad de litros vendidos: antes de la pandemia distribuían un promedio de 2100 litros por semana y hoy llegan a los 4.500.
La iniciativa surgió en abril de 2019, en un contexto de crisis de la industria láctea, precios desmedidos del litro de leche en el supermercado (rondaba los 50 pesos) y monopolio absoluto de la oferta por parte de La Serenísima, dificultando la búsqueda de mejores precios para los consumidores y los espacios de venta para los productores en malas condiciones, como que los supermercados les paguen a 180 días. El precio se había duplicado en un año, mientras las familias reducían su consumo de leche a niveles históricamente bajos.
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Así, la organización política decidió realizar un sistema de socios: se anotan quienes quieren participar y todas las semanas les envían un mensaje de WhatsApp para que encarguen cuántos litros de leche quieren. El precio es de 3 litros por 120 pesos, es decir 40 pesos por sachet. Hay seis puntos de retiro en toda la ciudad, uno por cada distrito, por lo que la compra requiere una organización y desplazamiento que rompe con la lógica del supermercado: hay que moverse más y organizarse para obtener un solo producto.
Iniciaron con 500 inscriptos y a la fecha ya tienen 1700 socios activos, que compran semanalmente o cada 15 días. En total, llevan entregados 130 mil litros de leche en un año y medio. En promedio las familias compran 6 litros por semana, lo que representa 500 pesos de ahorro en un mes solo en leche, tomando como valor promedio 60 pesos el litro. En el distrito centro, donde reside una porción de clase media baja golpeada por la crisis, pasaron de vender 300 a 700 litros por semana.
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"Nos aliamos con Cotar para pensar la producción y distribución de alimentos en las ciudades, creando sistemas más justos tanto para los productores de pequeña y mediana escala, como para las familias que consumen dicho producto. En el caso del socio lácteo, nosotros nos encargamos de ofrecer y distribuir su leche, tomamos los pedidos de una semana a la otra, garantizando un canal de comercialización, y concretamos la entrega", explicó a El Destape Estefanía Bianco, militante de Ciudad Futura.
Desde la organización política notaron que durante la pandemia se produjo una variación del consumo. En el caso del socio lácteo, hubo un doble fenómeno: por un lado, aumentaron los inscriptos y la cantidad de litros de leche que piden, lo que implica que más gente necesita organizarse y modificar sus hábitos de consumo para buscar precios. "Es llamativo que haya gente que tiene el compromiso de moverse tanto para conseguir un buen precio para el litro de leche. Porque hay un componente ideológico en la elección, pero sin dudas no es la mayoría", aclaró.
Por otra parte, registraron una caída de personas que quedaron sin trabajo y no podían afrontar el pago del producto. Estos socios automáticamente pasaron a ser receptores de las viandas que la organización produce a través de una cocina solidaria en la zona céntrica, que reparte 500 raciones dos veces por semana a personas que viven en pensiones, en especial trabajadores de la economía informal que se quedaron sin ingresos durante la cuarentena.
"Lo que permite este sistema es no sólo el beneficio económico obvio que representa, sino también la creación de una nueva red de contención y cercanía para personas que están en situaciones complicadas y que posiblemente no tienen a quienes recurrir. Lo observamos sobre todo en el caso de quienes retiraban leches en el distrito centro, ya sea porque viven allí, o porque tenían sus lugares de trabajo en la zona", apuntó Bianco.
Canasta en alza
La canasta básica para la clase media que elabora una consultora local volvió a subir en junio. El estudio indicó que una familia de rosarinos de ingresos medios necesitó casi 66.789 pesos para poder acceder a la misma. Los resultados del estudio realizado por Cesyac, una asociación de usuarios y consumidores, implican una suba del 1,20% respecto del mes anterior, con un fuerte componente de los alimentos, y un incremento interanual de 32,17%.
Los productos de consumo masivo (alimentación, productos de higiene y aseo personal) sumaron 21.569 pesos, mientras los servicios básicos para el hogar (alquiler, impuestos, servicios personales y de la vivienda, y transporte) llegaron a 45.216 pesos. Entre los productos que más subieron se encuentran la carne (7,63%), las bebidas (5,80%) y las frutas y verduras (4%). Fuera de la alimentación, relevaron un nuevo aumento en el precio de los productos de limpieza (7,06%).
Respecto de la leche, el artículo relevado (leche La Serenísima larga vida por un litro) se ubicaba en julio de 2019 en 63 pesos en Carrefour, 68,40 pesos en Coto, y 51,90 en la cadena rosarina La Gallega. En marzo de este año, antes de la pandemia, había escalado a 70 pesos en Carrefour, 73,89 pesos en Coto, y 75 pesos en La Gallega. Este mes, en tanto, llegó a 71,10 en Carrefour, 71,10 en Coto, y 58,50 en La Gallega. La suba interanual fue de 12,86%; 3,95%; y 12,72%, respectivamente.
Ignacio Pandullo, coordinador de Asuntos Jurídicos del Cesyac, comentó que "si bien hubo variaciones de precio, el aumento tendría que ser mayor, pero al estar dentro del programa de Precios Cuidados se moderaron los aumentos. Es importante garantizar el acceso de los argentinos a un producto tan saludable y vital como la leche", consideró.
En cuanto al aumento de la canasta, dijo que “el resultado es para estar atentos, por varias razones. En primer término porque se encarecieron productos que son esenciales para la alimentación de las personas, pero también porque los productos de limpieza, que son fundamentales para resguardar nuestra salud en el marco de la pandemia que nos afecta, tuvieron una fuerte suba en sus precios” lamentó.
“Estaremos atentos a lo que pueda pasar en los meses venideros. Tenemos especial expectativa por el impacto que tendrá la nueva ley de alquileres sobre el poder adquisitivo de los rosarinos", dijo el abogado consultado por este portal.