Una vez más los clubes de barrio están en pie de alerta frente a las dificultades para sostener los servicios públicos de electricidad y gas entre otros. Vencido el DNU que los protegía de cortes por deudas, las entidades sociales elevaron pedidos para poder hacer frente a una crisis que continúa como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Además, reclamaron la reglamentación de la olvidada Ley de clubes de barrio.
A través de una presentación al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, la Confederación de Clubes de Barrio solicitó que se renueve el plazo del DNU 311/2020 que prohibía a las empresas de servicios públicos cortar el suministro por acumulación de deuda en las asociaciones sin fines de lucro y otras instituciones, en el marco da las complicaciones generadas por la pandemia de COVID-19.
La última extensión del decreto abarcó hasta el 31 de diciembre de 2020, pero luego no fue extendida y algunas entidades sociales comenzaron a denunciar los cortes en el suministro. "Hicimos la presentación al jefe de Gabinete porque ya le están cortando el servicio a los clubes y las empresas prestadoras negocian tasas usureras", señalo a El Destape Juan Bruera, miembro de la Confederación y secretario general del Observatorio de Clubes de Barrio, que se encarga de monitorear el estado de las instituciones en todo el país.
La Confederación también emitió un comunicado en el que reclamo por la Ley Nacional 27.098 de Clubes de Barrio y Pueblo, sancionada en diciembre de 2014 y promulgada en enero de 2015, que nunca fue reglamentada en su totalidad.
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"Consideramos que es la única alternativa de generar Justicia Social y Federalismo a un sector históricamente postergado, que es un verdadero modelo de asociativismo, de inclusión sin discriminación alguna de raza, género, credo, religión, o partidismo político", sostuvieron desde el ente que reúne a representantes de los clubes de barrio.
Luego de detallar las ocasiones en que los clubes de barrio fueron un refugio o un apoyo para la sociedad ante tiempos o eventos críticos, el comunicado que contó con el apoyo ATE Capital, la CTA y otras organizaciones, resaltó: "Una vez más ante esta pandemia que azota a la humanidad, seguimos ejerciendo la solidaridad que nos caracteriza, organizando ollas populares, centros de: logística para acopio y entrega de alimentos no perecederos y artículos descartables y de limpieza, vacunatorios, de extracción de sangre y para la detección y aislamiento de pacientes con COVID-19".
"Si la actual situación nos ha asignado un rol importante en nuestra sociedad, consideramos que en la post pandemia seremos imprescindibles para contener la creciente pobreza infantojuvenil, y el aumento en la desocupación", sentenció el documento.