A los 17 empezó a coleccionar objetos de Cris Morena y hoy organiza fiestas a las que van fans con los tatuajes más excéntricos

Her Machado quedó embelesado desde muy chico con las producciones de Cris Morena. Ya de adulto. transformó ese fanatismo en su trabajo.

28 de agosto, 2023 | 00.05

“Siempre digo que no soy fanático de Cris, sino de sus productos”, remarca el joven que convirtió su pasión por las series infantojuveniles de los 90 y los 2000 en su trabajo. Chiquititas atravesó la infancia de cientos de miles de niños, pero en Hernán imprimió una pasión desbordante que llegó a punto de ebullición en su vida adulta: organizó juntadas masivas en el Obelisco, llegó a trabajar para Cris Morena en sus redes y recientemente creó Fiesta Mandalay. Noche a noche, Her (como prefiere que lo llamen) y su socio recrean el clima que generó cada tira de la famosa productora y le brindan a los fans un espacio único, al que algunos ya consideran un hito cultural porteño. 

Her tiene un placard completo solo para su extensa colección de objetos alusivos a los productos de Cris Morena: vestuarios originales, los mismos álbumes en múltiples ediciones de diferentes países, discos de platino y oro y más material que para todo fan de la famosa productora es un tesoro. El joven dialogó con El Destape y contó su camino hasta crear la fiesta donde canaliza su pasión por el mundo de Morena una vez por mes en Uniclub, recinto ubicado en el barrio porteño de Abasto.

La nostalgia es una de las características básicas del espíritu millennial; en todo tipo de contenido de redes se ven alusiones a programas de televisión y ficciones de principios de siglo. Dado su arraigo en la niñez de los ahora veinti y treintañeros, los productos de Cris Morena no son la excepción: TikTok, Instagram y Twitter están repletos de escenas icónicas o videoclips musicales de aquellas tiras. Asimismo, la noticia de la secuela de Floricienta generó un nuevo auge y quienes fueron fans de la serie protagonizada por Flor Bertotti en 2004 y 2005 volvieron a conectar con sus niños interiores en la comunidsad que ofrecen las redes.

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El caso de Her es diferente: la pasión por las creaciones de Cris Morena lo acompañó a lo largo de toda su vida. En su niñez, la dulzura de Belén Fraga le hizo descubrir una nueva manera de amar, de admirar: quedó embelesado con el personaje que interpretaba Romina Yan en Chiquititas. “Ella para mí es todo. Si me decís, ‘¿sos fanático de Cris o de Romina?’. Yo soy fanático de Romina”, resalta el joven de 32 años nacido y criado en Villa Caraza, Lanús Oeste.

El pequeño Hernán con su primer cassette de Chiquititas.

Rebelde Way, Rincón de Luz, Floricienta y Casi Ángeles fueron las siguientes apuestas televisivas de Cris Morena, no menos exitosas que Chiquititas. Ni Soledad Acosta, ni Florencia Santillán Valente, ni Cielo Mágico pudieron superar la idolatría que Belén Fraga despertó en el ya adolescente Hernán. “Lo que me pasaba por Romina es que sentía mucho amor por ella, pero no era que la iba a esperar a la puerta de los lugares. Cero. Nunca fui de eso”, aclara sobre su manera de vincularse con su referente.

Mandalay, el lugar donde los millennials más nostálgicos se reencuentran

Muchas veces ser fan conlleva vincularse y generar comunidad con otros fans, o al menos así se dio en el caso de Her. El joven cuenta el espíritu de comunión que se vive en cada noche de Fiesta Mandalay y destaca los niveles de admiración de muchos de los concurrentes por los personajes de Cris Morena. "Normalmente va gente que tiene las alas tatuadas de Casi Ángeles o frases de las canciones. El fan no mide esas cosas, pero en quince años por ahí se quieren matar, o no, por ahí están orgullosos de llevarlos. No sé”, relata y se diferencia de aquellos que se animan a impregnar tinta en sus cuerpos para llevar a sus ídolos en la piel. 

“Siempre digo que Mandalay es una experiencia, no es solamente un boliche”, relata Machado sobre el evento cuyo nombre es el mismo que utilizó Cris Morena para llamar al colegio de la tercera temporada de Casi Ángeles. El proyecto con el que Her pudo fusionar su yo niño con su yo adulto empezó a tomar forma a finales de 2019.  “En diciembre anunciamos la primera fiesta y la gente se re copó mal”, recuerda sobre el inicio de la fiesta donde los fanáticos crismorenistas se pelean por acceder a las caretas de sus persoanjes favoritos ofrecidas cada noche.

Hernán y su socio, Ezequiel.

Her y su socio, Ezequiel, tenían la cuenta de Instagram La Música de Cris, donde compartían contenido musical de las tiras de Morena para los fans más nostálgicos. A pesar la existencia de algunos eventos que una vez cada meses hacían un encuentro con temática “Cris Morena”, Her y Ezequiel necesitaban una fiesta basada al 100% en el mundo de la creadora de Chiquititas. “Gabo, el productor de La Britney de Cada Día, nos ayudó para iniciarnos”, destaca.

La banda sonora de cada encuentro Mandalay tiene como premisa no dejar ninguna canción de la temática de la noche afuera, pero también atender a las necesidades de aquellas personas que acudieron al lugar en calidad de acompañantes y no son fans de Cris Morena. “Se pasa todo tipo de música: cachengue, pop, reggaetón old school. El fanático va a la fiesta pero acompañado del novio o de la amiga que le hace el aguante, así que pensamos en todos”, asegura Hernán sobre la selección del DJ Fede Haro y aclara que no todas las noches la temática se basa en tiras de Morena: se han hecho fiestas alusivas a High School Musical con mucho éxito.

Her no se anima a los tatuajes pero sí a otros clichés del mundo fan: “En 2008, 2009 empecé realmente a coleccionar todo lo que era Cris. Tenía mis cositas, siempre había juntado”, rememora Hernán sobre su ahora inmensa colección de objetos alusivos a las tiras de Morena. A sus 17, 18 años se adentró en el mundo de los crismorenistas más comprometidos y tuvo acceso a las joyas más preciadas para ese grupo, como vestuarios y discos de oro y platino originales. El joven habla de su colección con orgullo pero da a conocer la otra cara de ser fan: “Mucha gente se te queda mirando cuando les decís que coleccionás CDs, cassettes, muñecas, zapatillas; es como freakylandia para ellos”.

Hernán y su disco de platino de Casi Ángeles.

La devoción de Her por el mundo de Cris Morena creció a la par de su colección. Con el correr del tiempo, el joven descubrió nuevas maneras de acceder a sus anhelados objetos y consiguió muchas de sus metas: a través de plataformas como Mercado Libre o Ebay compró los mismos discos en ediciones diferentes. “La de Israel, Rumania, Grecia, Alemania. Todas esas, entonces la colección se hizo interminable”.

Los fans no estaban listos para ese "adiós"

En medio de ese fervor coleccionista y con su amor por Romina Yan igual de presente que en su niñez, a sus 19 años Her se enfrentó a la muerte de Romina Yan“Me acuerdo el momento exacto. Yo estaba en la computadora hablando con mi mejor amigo con el programa de Viviana Canosa de fondo y fue como quedarme en blanco. Lloré toda la noche”.

La partida de Romina impactó en muchos jóvenes del país como un puñal aquel martes 28 de septiembre del 2010. Los periodistas de todos los canales anunciaban la muerte de su primera ídola, recibidora de su más sincero amor: el de la infancia. Marcelo Tinelli no salió al aire en su programa y Susana Giménez cambió la apertura del suyo por un homenaje a la actriz de 36 años que hacía pocas horas había perdido la vida.

“Esto creo que nunca lo conté: cuando se hizo todo ese movimiento de los fanáticos en el Obelisco, lo organizamos mi amigo y yo”, recuerda Her. Todos los programas de TV cubrieron la masiva juntada que se hizo en conmemoración de Romina, mientras Cris Morena, Gustavo Yankelevich y los allegados de la actriz despedían sus restos en Pilar. El joven destacó la premisa que él y su amigo mantuvieron en aquel momento: no molestar a la familia en su duelo. “Lo pusimos en Facebook y al otro día… la cantidad de gente que fue, las cámaras. Se hizo tan masivo que cuando llegamos dijimos ‘vamos a escondernos un poco porque me parece que se fue de las manos’”, rememora Machado sobre lo sucedido el 29 de septiembre del 2010.

El día que conoció a Cris Morena

“Mi primer contacto con Cris fue en una reunión para contarle a su equipo lo que teníamos pensado hacer para darle una nueva cara al perfil”, subraya Her.

En medio del parate de Mandalay por la pandemia, Her y Ezequiel recibieron una propuesta que los descolocó: “Me llamaron por el contenido que hacíamos en nuestro perfil, La Música de Cris, y con mi socio dijimos que sí, obvio”. El emisor del mensaje que el joven recibió era el equipo de redes de Cris Morena, interesado en el minucioso trabajo que el lanusense y su coequiper desplegaban en cada clip compartido en su cuenta fan.

“Me invitaron para el especial de Chiquititas, que se hizo con Agustina Cherri, para ver cómo era el manejo ahí”, así empezó el contacto de Hernán con Cris Morena a nivel laboral. Al día siguiente hizo su primer video y trabajó para las redes de la productora hasta febrero del 2022. “Me fui porque sentí que ya no lo disfrutaba. No por algo de ellos, sino por mí: soy más de manejarme por mi cuenta. Pero fue una experiencia hermosa”.

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