La causa por el crimen de Lucas González, el joven futbolista de 17 años que murió tras ser baleado por policías de la Ciudad, ahora tiene un nuevo acusado miembro de la fuerza. Se trata del oficial Sebastián Baidón, agente de la fuerza porteña y evalúan acusarlo por encubrimiento.
Baidón se desempeña en la Comisaría Vecinal 4D y ya se puso a disposición de la Justicia. Ya son seis los efectivos detenidos que fueron acusados de haber adulterado la escena del hecho y también de plantar un arma en el lugar. Ellos son Juan Romero, el subcomisario Roberto Inca, el comisario Fabián Du Santos, el principal Héctor Cuevas y las oficiales Micaela Fariña y Lorena Miño.
Justamente la oficial Miño fue la agente que involucró a Baidón en el momento de su indagatoria y ella contó que corrió hasta la esquina de Iriarte y Vélez Sarsfield. En la declaración contó que vio llegar a una tercera persona arriba de un auto que, justamente, se trató de Baidón. Luego de estar involucrado, este agente se presentó con su abogado para quedar a disposición de la fiscal que instruye en la causa.
Ayer, l abogado Gregorio Dalbón informó que la reconstrucción del crimen de Lucas González fue interrumpida luego de haber comenzado por un pedido de último momento que hicieron los defensores de los tres policías de la Ciudad que dispararon contra el auto que transportaba al joven futbolista de Barracas Central.
"Hubo un planteo de la defensa de los abogados que balearon, es decir, de los abogados que estuvieron a la mañana. Hoy estaba permitido que estén los policías que estuvieron a la tarde, es decir, los que encubrieron y plantaron el arma falsa", explicó Dalbón. "El fiscal no quiso que estén presentes por los policías para que no sean revictimizados. El abogado de los policías ya lo sabía y en lugar de hacer un planteo hace dos días, lo hicieron en el momento en que hacíamos la reconstrucción", siguió.
El abogado apuntó contra los defensores de los policías y contra el juez por haber frenado la pericia. "Esto quiere decir que hay abogados que honran la profesión y que hay abogados que son chicaneros. Quiere decir que hay jueces con tienen las pelotas puestas y jueces que son timoratos, que tienen realmente miedo de firmar una resolución", afirmó.