Se conoció la autopsia al cuerpo de Tomás Tello, el joven de 18 años asesinado por una patota en la localidad bonaerense de Santa Teresita durante los festejos de Año Nuevo. La víctima de la golpiza murió a causa de una "una laceración en la aurícula derecha del corazón" luego de sufrir una "herida punzocortante en la línea media de tórax". Los especialistas advirtieron que dicha puñalada derivó "en un taponamiento cardíaco y el posterior fallecimiento de la víctima".
Con respecto a la situación de los acusados del crimen, el fiscal Pablo Gamaleri pospuso para mañana la declaración indagatoria de los nueve detenidos, dos de ellos menores. Solicitó la detención de todos ellos al Juzgado de Garantías interviniente por el "homicidio agravado por concurso premeditado y alevosía" de Tello.
El crimen tuvo lugar minutos antes de las 7 de la mañana en la intersección de la calle 44 y la avenida Costanera de Santa Teresita. A unos metros de ese lugar, Tomás Tello festejaba con sus amigos el Año Nuevo en la playa, hasta que comenzó a ser perseguido, por motivos que aún se desconocen, por una decena de personas. Ante esa situación, Tello trató de escapar corriendo, pero fue interceptado en el mencionado cruce de calles, a metros del mar. En ese lugar, el grupo de personas comenzó a atacar al joven de 18 años mediante golpes de puño y al menos un arma blanca. Cuello fue trasladado de urgencia al hospital de Santa Teresita, donde finalmente falleció.
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Cómo sigue la investigación
El fiscal Pablo Gamaleri pospuso para el miércoles la declaración indagatoria de los detenidos mayores, y para este martes los dos menores. Solicitó la detención de todos ellos al Juzgado de Garantías interviniente por el "homicidio agravado por concurso premeditado y alevosía" de Tello. Fuentes de la investigación señalaron los sospechosos tienen 16, 17, 21, 22, 27, 29, 33 y 57 años, a la vez que aseguraron que uno de ellos es el padre de Damián Kopelian, señalado como autor material del crimen. Todavía se desconoce cuál fue el arma homicida.
El fiscal Gamaleri, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 de Dolores, modificó la carátula del hecho de "homicidio en riña" a "homicidio agravado por concurso premeditado y alevosía", la misma calificación que se le aplicó a los rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa. Manifestó que los asesinos de Tello obraron con "un plan de antemano", el cual se originó el 23 de diciembre a raíz de una disputa anterior con la víctima.
En tanto, el abogado Miguel Ángel Pierri representará como particulares damnificados a los familiares de Tomás Tello. Adelantó que existe "una gran cantidad de evidencia" para probar la alevosía y premeditación del hecho.
"Tenemos un arma que determina el paso a la muerte de Tomás. Eso nos va dar con algunas evidencias de imágenes y testimonios que nos permitan determinar al autor", planteó Pierri, quien catalogó a los nueve detenidos como "un grupo curioso", ya que tienen entre 16 y 57 años, al tiempo que adelantó que acudirá al lugar de los hechos para continuar con la recopilación de evidencias.