El regulador de fármacos de Europa recomendó el viernes añadir la inflamación cardíaca como posible efecto secundario de las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer y Moderna que usan el método ARN mensajero y alertar a las personas con historial de síndrome de extravasación capilar para que eviten las inyecciones de Johnson & Johnson.
Las insuficiencias cardíacas y la pericarditis deben estar en la lista de posibles efectos no deseados de las dos vacunas que usan la tecnología ARNm, dijo la comisión de seguridad de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Estos casos se presentan en su mayoría entre los 14 días posteriores a la vacunación y son más frecuentes con la segunda dosis y en jóvenes varones, dijo EMA según reporta Reuters. La declaración está en línea con los hallazgos de funcionarios de salud estadounidense anunciados el mes pasado.
El panel de EMA también recomendó que las personas que tienen antecedentes de síndrome de extravasación capilar (CLS) no reciban la vacuna de J&J de dosis única. En junio, el regulador solicitó que el CLS fuese añadido como un efecto secundario posible de las vacunas de AstraZeneca contra el COVID-19.
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Tanto AstraZeneca como J&J utilizan diferentes versiones de un virus de la gripe común para inducirles a producir proteínas del coronavirus que derivan en una respuesta inmune.