En el marco de la pandemia mundial del COVID-19, las fake news y la desinformación están a la orden del día convirtiéndose en una arma peligrosa ante el avance del virus y el aumento de contagios y muertes que se vienen registrando en las últimas semanas siendo fundamental la información de calidad y la campaña de vacunacion para inmunizacion a toda la población.
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La Argentina también experimentó decenas de noticias falsas respecto a la pandemia del COVID-19 que debieron ser desmentidas y explicadas por especialistas y científicos; como también desde el propio Gobierno nacional. Según la Defensoría del Público para promover la producción de información veraz y de calidad sobre COVID-19 en el país ya se recibieron más de 400 denuncias sobre desinformación y fake news en el contexto de la pandemia.
La dato fue confirmado por el organismo que depende del Congreso nacional, que puso a disposición del Ministerio de Salud la información sistematizada sobre más las denuncias recibidas relacionadas a desinformación o contenidos difundidos por medios de comunicación que podrían resultar perjudiciales para la salud colectiva en el marco de la pandemia.
“La comunicación es una dimensión muy importante en el contexto de la pandemia y por eso nos parece fundamental poder articular respuestas conjuntas con los organismos competentes para establecer un diálogo fluido con los medios de comunicación y construir mensajes claros, precisos y oportunos para la toma de decisiones de las personas en este momento difícil”, la jefa de Gabinete del ministerio de Salud de la Nación, Sonia Tarragona, en la reunión que mantuvo con la secretaria de Acceso a la Salud, Sandra Tirado; la Defensora del Público, Miriam Lewin; y equipos técnicos del área.
Las principales fake news sobre la pandemia del COVID-19
Según detalló la Defensoría del Público los tres ejes de las denuncias por fake news fueron:
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Desinformación en materia de medidas oficiales de prevención de la COVID-19;
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Desinformación en materia de vacunas y operativo de vacunación,
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Publicidades donde no se respetan las medidas de prevención de la COVID-19.
Entre los temas principales, sobresalen las mediatizaciones que promocionan el consumo de dióxido de cloro como “cura” del Covid-19; emisiones que minimizan la gravedad y mortalidad del Covid-19, y que señalan el carácter innecesario de las vacunas y de los tapabocas; que brindan información inexacta sobre las vacunas y los programas de vacunación y aquellas que deslegitiman y promueven la desconfianza sobre las políticas públicas de gestión de la pandemia y sobre las distintas medidas de prevención, atención y cuidado sanitario implementadas en el mundo.
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Cabe recordar el caso de la periodista Viviana Canosa que en vivo en su programa de televisión "Nada personal" tomó dióxido de cloro. "Vamos a despedirnos. Voy a tomar un poquito de mi CDS. Oxigena la sangre, viene divino", lanzó para luego luego de tomar del pico de una botella, aclaró a modo de no hacerse responsable de lo que podría provocar: "Yo no recomiendo. Les muestro lo que hago".
A la semana, se supo de la muerte de un niño en Neuquén que, según los fallos judiciales en Salta y Tierra del Fuego, detallaron que se le fue suministrado dióxido de cloro para el tratamiento del coronavirus.
Infodemia, según la OMS
Las fake news y la desinformación no ocurre únicamente en la Argentina, la Organización Mundial de la Salud había seguro en septiembre de 2020 que "la enfermedad por coronavirus (COVID-19) es la primera pandemia de la historia en la que se emplean a gran escala la tecnología y las redes sociales para ayudar a las personas a mantenerse seguras, informadas, productivas y conectadas. Al mismo tiempo, "la tecnología de la que dependemos para mantenernos conectados e informados permite y amplifica una infodemia que sigue minando la respuesta mundial y comprometiendo las medidas para controlar la pandemia”.
Es por eso, que desde el Gobierno nacional vienen realizando fuertes esfuerzos en la articulación de los distintos niveles del Estado para generar consensos sobre prácticas de comunicación saludables, que incluyan el chequeo de fuentes y la validación científica de la información que se brinda, teniendo por objetivo sensibilizar a la población pero con responsabilidad social.