Santa Fe: Salud dice que en septiembre la provincia llegará a la inmunidad de rebaño

Estiman que antes de la primavera estará vacunada con la primera dosis el 70% de la población, y el 35% tendrá también la segunda. Hay alerta por las nuevas cepas, pero los expertos afirman que las vacunas todavía brindan protección. Volvieron las clases al primario en medio de críticas.

29 de junio, 2021 | 21.24

En la provincia de Santa Fe, la campaña de vacunación contra el COVID-19 llegó en el último mes a la etapa de aceleración y descentralización, y poco a poco se vislumbra una luz de esperanza tras un año y medio de restricciones y medidas de prevención sanitaria. La inmunidad de rebaño requiere un 70% de la población inoculada, y en territorio santafesino se llegaría a esa cifra con primera dosis a principios de septiembre. Pero en el medio, la amenaza de nuevas cepas más contagiosas requiere intensificar la aplicación y mantener los cuidados, más aún teniendo en cuenta que esta semana volvieron las clases presenciales del nivel primario a Rosario y los principales conglomerados urbanos de la bota, no sin críticas de algunas organizaciones.

Según datos del Ministerio de Salud provincial a los que accedió El Destape, Santa Fe ya vacunó a 1,3 millón de personas con una dosis, de las cuales la tercera parte ya tiene la segunda, y se necesita llegar a 2,5 millones para alcanzar la inmunidad colectiva. Esto solo sucederá si en los próximos dos meses y medio entran 15 millones de vacunas al país, que garanticen el flujo continuo que requiere mantener el ritmo actual. Antes de la llegada de la primavera, la mitad de ese total de vacunados (el 35%) tendría también la segunda dosis aplicada.

La inmunidad de rebaño es un modelo por el cual, en función de la transmisibilidad del virus circulante relacionado con el nivel de duplicación de los enfermos, ayuda a estimar qué porcentaje de población debe estar vacunada para lograr una protección colectiva frente a un agente patógeno, en este caso el COVID-19. En la provincia, aún con el arribo de nuevas cepas, las autoridades y expertos indican que es posible de lograrse, siempre y cuando se mantenga el flujo de llegada de vacunas y el ritmo de aplicación, y se sostengan todos los cuidados que eviten una tercera ola de contagios.

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Comunitaria

El término surgió hace 100 años en el ámbito de la medicina veterinaria, y por eso los especialistas prefieren hablar de "inmunidad colectiva". Al tratarse de un modelo matemático, no contempla muchos elementos del mundo real, donde existen personas que no se vacunan, o que sí lo hacen, pero no tienen un sistema inmunológico fuerte, a raíz de alguna deficiencia ligada a la edad, o comorbilidades que afectan la respuesta defensiva. A su vez, existen variantes del virus que están dando vueltas por el mundo, como la temible Delta, que también complejizan el escenario de análisis.

La ministra de Salud de la provincia, Sonia Martorano, dijo a El Destape que imagina un panorama en septiembre en el que habrá menos muertes, bajará la ocupación de camas y los casos con complicaciones. Pero la gran preocupación son las nuevas cepas, porque el virus muta con mayor nivel de agresividad. "Vacunar y aislar", es la receta para la médica, quien asegura que las tres vacunas que se colocan en el país son efectivas y tienen acción contra la cepa proveniente de India. Pero la incógnita es ahora "saber por cuánto nos inmunizan, ya que hoy ya se está hablando de una posibilidad de tercera dosis de los primeros vacunados en diciembre y enero, que fueron médicos", aclaró Martorano.

Hoy, para la funcionaria, es "urgente" que todos los que ingresan al país hagan la cuarentena correspondiente. Las personas deben hacerse un PCR antes de viajar desde destino, y en el aeropuerto de Ezeiza los someten a un test de antígenos. Si da positivo lo mandan a un hotel a hacer cuarentena, y si es negativo en Santa Fe tienen que aislarse 10 días y hacer un hisopado luego de una semana. "Se hacen visitas aleatorias para controlar que cumplan. Pero hace falta responsabilidad individual, el Estado no puede estar al mismo tiempo en todos lados", se quejó. En lo que va del año, unos 50 rosarinos ya tienen causas federales por no cumplir con el aislamiento tras volver del exterior.

Posible

El médico inmunólogo Oscar Bottasso coincide en que la inmunidad comunitaria "es posible" en Santa Fe. "Tenemos vacunas muy buenas, pero las variantes te reducen un poco el tiempo del que disponemos para llegar", explica a El Destape. El docente e investigador de la UNR y del Conicet apunta dos referencias: la primera es EE.UU., donde en ciertos estados con la gran mayoría de la población vacunada, los casos cayeron un 80% con una dosis y 92% con la segunda. La otra es Israel, donde entre diciembre y marzo se vacunó a 6 millones de personas, de los 8,5 millones que componen la población total. "Según un trabajo publicado en la revista científica The Lancet, para principios de abril prácticamente se había producido un derrumbe de nuevos casos", refirió.

Todo esto apunta, para Bottasso, que la inmunidad colectiva "es algo con visos de ser alcanzable". Según su mirada, en Santa Fe "se está vacunando fuertemente y también podría darse algo similar". Para eso, habría que cubrir al menos a 2,5 millones de los 3,3 millones de habitantes pero con vacunación completa, es decir ambas dosis. "Si lo hacemos en septiembre, como dice la ministra de Salud, sería un buen escenario porque se avecina la primavera, que reduce el encierro y con más aire libre. Pero las nuevas variantes siguen siendo una preocupación", alertó.

El especialista apuntó que hace días se publicó un estudio en la prestigiosa revista Nature con datos de Inglaterra, donde se propagó fuertemente la variante Delta, que indica que es más infecciosa y genera un mayor nivel de hospitalización, pero que sin embargo en personas con dos dosis colocadas de cualquier vacuna la "eficacia no desciende tanto". Otro estudio subido a páginas web científicas comprobó que la protección de las vacunas contra las nuevas variantes Alfa y Delta "no tuvo una gran reducción respecto de los valores obtenidos en los ensayos clínicos realizados el año pasado y que sirvieron para licenciarlas. Esto da pie para pensar que, si actuamos bien y rápido, las cartas podrían estar a nuestro favor", señaló.

Bottasso explicó que la vacunación reduce la cantidad de personas susceptibles para replicarse, y eso evita también nuevas mutaciones ya que las variantes se generan en personas que no tienen un buen montaje de la respuesta inmune, donde el virus tiene más tiempo para multiplicarse. "En esos casos el virus se mueve más fácil dentro del individuo. Si puede permanecer 15 días, en la mayor cantidad de ciclos de replicación, tiene probabilidad de generar variantes. Al vacunar se irá generando una población de personas inmunes, lo que le mengua esa ventaja al virus", manifestó.

Lo que viene

Si la campaña de vacunar y aislar tiene éxito, igual faltará tiempo para hablar de una vida "normal". Los especialistas afirman que los cuidados básicos deberán mantenerse porque el virus no va a desaparecer y está mutando, y coinciden en que habrá que usar barbijo al menos hasta fin de año. Cuando se esté cerca del principio de la primavera y suban las temperaturas, habrá menos restricciones, pero los protocolos van a permanecer, porque el virus va a seguir circulando. Hacia esa fecha también se hará más amable el uso del aire libre, y desaparecerán las enfermedades prevalentes invernales. Pero el riesgo no será cero: "Tenemos casos de vacunados que se pescan la enfermedad. Ha habido mínimos casos graves, pero pueden contagiar", advirtió Martorano.

Jorge Kohen, docente e investigador de la Universidad Nacional de Rosario, le dijo a El Destape que si se llega a septiembre con un 70% de población vacunada con una dosis y la curva aplastada, con posibilidad de trazabilidad y bloqueo, podrá haber una flexibilización en más actividades, siempre manteniendo los cuidados. Esta nueva normalidad será de "Covid endémico" y no de post pandemia, ya que el virus no va a desaparecer. "No habrá circulación comunitaria descontrolada, y se podrá identificar y bloquear los casos, que es lo que permite un retorno a una vida de actividades vinculadas, pero manteniendo todos los cuidados básicos. De lo contrario el ciclo se repetirá", alertó.

Para que eso suceda, hay que impedir que la variante Delta, de la cual ya han ingresado algunos casos al país, adquiera el carácter de circulación comunitaria, y paralelamente se debe sostener la mejora de los indicadores, algo que a su entender "no está asegurado, dado que nuevamente se ha vuelto a una apertura descontrolada", opinó en referencia a la vuelta de las clases presenciales. El miembro de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social recomienda hacer dos nuevos cierres de 9 días, con un período de apertura en el medio, para bajar la incidencia a 200 casos por 100 mil habitantes cada 7 días y el RT por debajo de 0,60, que hoy están en Rosario en 748 y 0,90. La curva hoy está estacionada en torno de los 700 casos al día en la ciudad, un nivel que considera "altísimo", y algunos indicadores "sugieren tendencia a volver a subir". "Depende de las autoridades políticas y sanitarias que no haya una tercera ola", lanzó Kohen. Los próximos meses serán cruciales.