Preocupante: la Ciudad ya tiene más camas ocupadas que en el peor momento de 2020

La ocupación de camas de terapia intensiva en el sector público pasó de 218 el 10 de abril a 323 el miércoles 21 de abril..

22 de abril, 2021 | 08.57

Mientras el Gobierno de la Ciudad mantiene su postura aperturista y se queja de las medidas de restricción, como el cierre de las clases presenciales, la camas de terapia intensiva en los centros de salud son ocupadas a un ritmo preocupante ya que se superó el número de camas ocupadas en agosto del 2020, en el peor momento de la pandemia. De 450 camas disponibles, están ocupadas 323.

Según datos de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, el promedio de edad de los pacientes internados es de 53 años. El miércoles, el Ministerio de Salud indicó que son 4.492 los internados en unidades de terapia intensiva (126 más que el martes), con un porcentaje de ocupación de camas de adultos del 65,5% en el país, del 75,4% en el AMBA y superó el 70% en la Ciudad de Buenos Aires.

Datos oficiales de testeos y ocupación de camas de terapia intensiva el 21 de abril de 2021

Asimismo, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, reconoció la saturación del sistema sanitario de la Ciudad, al revelar que el nivel de ocupación de camas en las unidades de terapia intensiva (UTI) en los sanatorios y clínicas privadas “está por arriba del 95%”, mientras en los hospitales públicos ese indicador clave llegó al 71,7% el miércoles.

No obstante, según un relevamiento en los partes sanitarios que informa Ciudad, se ve un aumento de casi 50% en los últimos 12 días. Según consignó el portal Infobae, la ocupación de camas de terapia intensiva en el sector público pasó de 218 el 10 de abril a 323 el miércoles 21 de abril.

A partir de este número, se puede ver que la ocupación de camas con pacientes COVID-19 graves superó el récord registrado el 13 de agosto del 2020 con el 69% (312) de 450 camas disponibles en la Ciudad de Buenos Aires.

Datos oficiales de testeos y camas de terapia intensiva, 13 de agosto de 2020.

Estos datos tienen lugar en el marco de una postura irresponsable del Gobierno de la Ciudad de no respetar el DNU del Gobierno nacional con las nuevas medidas de restricción para la zona del AMBA y la suspensión de la presencialidad en los colegios. La curva de contagios en Capital Federal muestra una suba de casos ascendente desde finales de marzo y principios de abril con valores que oscilan entre los 2.100 y los 3.100 reportes diarios. El miércoles se informaron 2.904.

Por el momento, el distrito porteño registra una especie de “amesetamiento de casos” de coronavirus en un nivel muy alto en las últimas semanas, con un récord que alcanzó los 3.358 contagios en 24 horas (el12 de abril), mientras las autoridades sanitarias esperan un impacto positivo de las medidas de restricción que se instauraron en los últimos días.

Saturación del sistema privado

En el sector privado la situación es más crítica. El presidente de la Unión Argentina de la Salud y dueño de Swiss Medical, Claudio Belocopitt, advirtió: “Estamos muy cerca de vivir situaciones dramáticas”.

En diálogo con Radio La Red alertó: “Estamos viviendo horas muy desesperadas y angustiantes. No tengo mas palabras para describir la situación y transmitir el gravísimo problema que estamos teniendo y que nos afecta a todos. La posibilidad de utilizar el sistema de salud la tienen todos, no solo los que contraigan COVID; el sistema en esta situación lo sufren todas las patologías. Es el problema más serio que tiene la Argentina por esas horas”.

En ese punto, reclamó más restricciones para frenar la curva de la segunda ola de coronavirus. “Hay que bajar la circulación a cómo de lugar; si esto se puede lograr con medidas que no restringen tanto y tiene efecto y baja la circulación, estaremos logrando algo. Hay que terminar con esta pared en la que se convirtió esta curva, que resulta explosiva. Pero si no se logra, no hay ninguna duda que tienen que ser más restrictiva desde el punto de vista de la salud pública”.

En este contexto, el Hospital Fernández -que forma parte del denominado anillo rojo junto con el Muñiz, el Santojanni y el Argerich- comenzó a derivar pacientes hacia otras instituciones para progresivamente concentrar su atención en pacientes críticos y moderados con coronavirus. El resto de la “emergentología” que normalmente absorbe el hospital será redirigida al resto de las unidades que conforman la red de atención pública.

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