Confinamiento en Mendoza: alto acatamiento y cambio de postura de Suárez

A diferencia de lo ocurrido con otros DNU, Mendoza adhirió a la normativa nacional y suspendió clases, actividades sociales y recreativas. Los números sanitarios y la presión opositora (y de aliados) no dejaron lugar a especulaciones.

26 de mayo, 2021 | 06.00

Con un promedio superior a los mil casos y 26 muertes diarias en los últimos siete días, Mendoza transita uno de los momentos más álgidos desde que registró el primer caso de coronavirus, allá por marzo de 2020. Si a ello se suma el 92,14% de ocupación de camas de terapia intensiva en hospitales y 98,1% en el ámbito privado, se encuentra la explicación de por qué el gobernador Rodolfo Suarez en esta ocasión sí decidió adherir por completo al último DNU de Nación que declaró la cuarentena estricta por nueve días, aunque con algunas particularidades.

El mandatario cuyano, quien no había acatado las disposiciones de Casa Rosada de principios de mayo (por lo que –entre otras cuestiones- mantuvo las clases presenciales), mostró una versión muy diferente en el encuentro virtual que mantuvo con Alberto Fernández y el resto de los gobernadores el pasado jueves.

Según detallaron a El Destape fuentes que presenciaron la reunión, el Presidente fue directo con el mendocino y le consultó si consideraba necesario endurecer medidas. “Sí sí. Es el momento de restricciones más fuertes”, señaló Suarez. Incluso pidió mayor asistencia del Estado nacional a los sectores más perjudicados por la pandemia, pese a descartar un proyecto de la oposición para otorgar un ATP provincial a la gastronomía y el turismo.

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El cambio de postura del jefe del Ejecutivo mendocino comenzó a gestarse días atrás, luego de que el intendente de San Rafael –una de las comunas más afectadas por el virus-, Emir Félix, lo visitara en Casa de Gobierno para reclamarle medidas más estrictas frente al relajamiento social generalizado y el colapso sanitario. Al pedido del jefe comunal sureño se acumularon los de otros mandatarios municipales aliados al gobernador, que dejaron al descubierto la urgencia de ajustar medidas en una de las provincias con más habilitaciones y peores cifras en el país.

Los “guiños” del ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez, a la continuidad de la presencialidad en las escuelas y a mantener la apertura de actividades no esenciales de días atrás, se esfumaron con el recrudecimiento de los números y la alineación del resto de las jurisdicciones a la visión de Casa Rosada.

Los "halcones" de Mendoza

Tras el anuncio de la adhesión de Mendoza a la normativa nacional, llegaron duras declaraciones del ala más liberal de ‘Cambia Mendoza’, la coalición oficialista. El diputado nacional del PRO Omar De Marchi apuntó contra la gestión de Fernández por las nuevas medidas, pero por elevación disparó contra Suarez.

“Cierra todo. Igual receta que hace 14 meses. No aprendimos nada. Es fácil tomar decisiones con el sueldo depositado a fin de mes, pagado con los impuestos de los que no pueden trabajar”, escribió en Twitter el ex candidato a gobernador, que en los últimos días ha confrontado con el radicalismo local por otras cuestiones, en lo que dirigentes del Gobierno leen como un método de presión y posicionamiento cuando restan dos meses para el cierre de alianzas de cara a las elecciones legislativas.

Recientemente incorporado al frente gobernante, el empresario vitivinícola y referente del partido de Ricardo López Murphy en Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, también se opuso a la decisión y le pidió al primer mandatario que “no cierre la provincia, respete y haga respetar la libertad, valor fundamental universal”.

Por su parte, el antecesor de Suarez y –como lo definió el jefe de la bancada peronista en el Senado local, Lucas Ilardo- “su asesor central”, Alfredo Cornejo, responsabilizó al presidente y a su vice, Cristina Fernández de Kirchner, por la “complicada” situación sanitaria y apeló al discurso del “fracaso para conseguir vacunas”.

Las definiciones del diputado nacional fueron el detonante para que la titular del PJ mendocino y también senadora nacional por el Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti, cargara con dureza con el presidente del Comité Nacional de la UCR. "Paseando por Europa (el legislador participó de la Feria Internacional del Turismo) con 39 mil contagios, ya no habla de vacunas que envenenan ni milita contra los cuidados. Un cinismo sin límites. Es una pena que quien se arrodilló ante (Mauricio) Macri para besar el anillo, ahora haga gala de tanta soberbia y falta de empatía”, disparó la funcionaria.

Frente a este panorama, el gobernador salió rápidamente a diferenciarse de la Nación y anunció que las “restricciones estrictas” se mantendrán hasta el 30 de mayo. “El 31 seguimos como estamos hasta ahora”, señaló minutos antes de que comenzarán a regir las nuevas medidas, y dando a entender que no obedecerá la disposición del DNU que establece las mismas condiciones actuales para el fin de semana del 5 y 6 de junio.

Alto grado de cumplimiento

El confinamiento duro en Mendoza se instauró con un alto acatamiento de la ciudadanía, según el Subsecretario de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Seguridad, Néstor Majul. Dijo que en los primeros días se advirtió “un alto grado de cumplimiento en los horarios en los comercios y una toma de conciencia bastante importante en relación a las nuevas medidas”.

En las tres jornadas iniciales de la cuarentena estricta fueron detenidas 68 personas por incumplir el aislamiento, 19 de las cuales fueron procesadas por violar el artículo 205 del Código Penal. Asimismo, fueron desactivadas dos fiestas clandestinas y se apostaron en todo el territorio provincial 400 puestos policiales, entre fijos y móviles, en los que se controlaron la situación de unas 40 mil personas.

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