El gobierno de la provincia de Buenos Aires, según el cronograma que se aprobó al anunciarse el nuevo aislamiento social, preventivo y obligatorio, a partir de hoy autoriza nuevas actividades, entre ellas las peluquerías y los centros de estética. En tanto, su par de la ciudad de Buenos Aires hará lo propio a partir del próximo miércoles, siempre con turno previo.
Desde este lunes en los municipios bonaerenses que forman parte del AMBA quedarán habilitados las mudanzas y servicios inmobiliarios. En la Capital Federal, las mudanzas quedaron habilitadas solo los fines de semana. También se habilitan en la PBA los servicios jurídicos, notariales, de contaduría y auditoría. Y podrán volver a trabajar en forma particular, con protocolos, los profesionales de la salud.
Los servicios de mantenimiento en hogares y el regreso esperado de los servicios de peluquería y estética, siempre bajo estrictos protocolos sanitarios. En gran parte del país, estos establecimientos comenzaron a funcionar a partir de mayo.
Cómo es el protocolo bonaerense
Entre otras cuestiones prevé la obligación de dar aviso a la ART del personal que cumpla funciones en el establecimiento y del que no concurre; la obligación de capacitar a la totalidad del personal brindando recomendaciones de fácil comprensión para su incorporación en la tarea cotidiana sobre higiene personal y grupal (lavado de manos, desenvolvimiento dentro del local), uso del equipo de protección personal (indumentaria, protección facial plástica, barbijo, guantes), distancia entre los trabajadores, atención a los clientes, y medidas preventivas.
Asimismo, establece la obligación del empleador de colocar afiches informativos sobre medidas de prevención específicas acerca del COVID-19 e instrucciones de sanidad que deberán cumplirse en todo momento. También dispone que los equipos de protección personal (EPP) -cuya provisión estará a cargo del empleador- son individuales y no deben compartirse.
El protocolo porteño para volver a las peluquerías
Entre las medidas que incorporarán las peluquerías porteñas para abrir sus puertas el próximo miércoles por primera vez desde que comenzó la cuarentena por el coronavirus en marzo, se encuentran las mamparas divisorias entre cada dressoire y las alfombras para higienizar el calzado al ingreso del local; además, estará prohibido ofrecer café o revistas a los clientes.
Estas nuevas normas son parte del protocolo que aprobó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para el funcionamiento de peluquerías y centros de estética, a los que solo se podrá acceder con turno y nadie podrá permanecer dentro de los locales en espera de ser atendido.
"El protocolo está perfecto, aunque generará un gasto extra que se sentirá sobre todo al principio", dijo a Télam Roberto Iturria, presidente de la Unión de Peinadores Argentina (UPA) y peluquero del barrio porteño de Palermo.
Es que adaptar los locales a los nuevos protocolos requerirá, entre otras cosas, el uso de una serie de elementos descartables: "En el baño hay que poner dispenser de papel, las toallas no van más", comentó el peluquero.
Por otro lado, se recomendó, "en la medida de lo posible", usar mamparas o pantallas para separar a trabajadores de clientes, por lo que debieron instalarse estas divisiones en las cajas de cobro y, también, modificarse los espacios de manicura y pedicura.