La tercera ola desatada por los masivos contagios por COVID-19 mantiene encendidas las alarmas en todas las jurisdicciones de Argentina. Si bien en los últimos días la curva de casos tuvo un leve descenso después de batir récords, esta semana se dio un pico de crecimiento en la cantidad de muertes (van dos días arriba de 300) y la ocupación de camas en terapia intensiva trepó a casi el 50% en todo el país.
En medio de una estabilidad de casos positivos, que varía entre 70 y 110 mil confirmados diarios, la cifra de fallecidos continúa superando a las 250 personas por día y las internaciones, a nivel nacional -tanto en el sector público como privado-, está cerca de alcanzar el 50% de ocupación. En el último reporte, el Ministerio de Salud registró 334 muertos -récord desde el 9 de agosto-, una ocupación del 49,7% en el país y de 48,1% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
En el reporte de este jueves, el número de contagios tuvo un brusco descenso aunque se observa un nuevo récord de muertes, que deja al número de fallecidos en 120.352 desde que inicio la pandemia. En relación con las pruebas diagnósticas realizadas, la positividad en todo el país es del 59,07% -el más bajo en las últimas dos semanas-. Lo importante a destacar es que de las 815.390 personas que cursan la enfermedad actualmente, solo 2.836 necesitan atención médica en UTI. Es decir, el 0,35% sufre alguna complicación.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Más allá de las complicaciones, la líder de la cartera sanitaria, Carla Vizzotti, celebró hace una semana la baja en el descenso de contagios y señaló que la variante Ómicron, predominante en el territorio argentino, "tiene un período de incubación más corto y una transmisibilidad más alta". Además, explicó que es "menos letal" y por esa razón, quienes llegan a internación, atraviesan la enfermedad "de forma diferente", es decir: sin necesidad de respiradores o consumiendo mucho menos oxígeno.
Desde el Hospital Muñiz, la intensivista Eleonora Cunto dialogó con El Destape y dio detalles sobre la situación actual en el sector sanitario. "Se está viendo un aumento en la ocupación tanto la de adultos como la pediátrica, mucho mayor en la primera. El aumento a expensas del COVID-19 pasó de un 70% de ocupación en diciembre a un 80% en la mitad de enero, aproximadamente", explicó aunque remarcó que el porcentaje no es estable. Por ejemplo, el lunes estaba cerca del 80% en dicha institución y actualmente, se encuentra en 60%. Y aclaró: "El porcentaje de ocupación por la enfermedad es del 30%".
La intensivista marcó que el aumento de ingresos por coronavirus fue paulatino: "Del total de pacientes, en diciembre del 2021, era más o menos un 20%. De los positivos, el 25% requería ventilación mecánica. A mediados de enero, sobre un total de pacientes, el 60% son COVID-19. Y de estos, entre el 70 y el 80% requieren de ventilación". Resaltó que, por el momento, la situación no es preocupante a nivel camas o insumos pero sí por el estado del personal de salud: "El trabajador está cansado, no le alcanza la licencia o el sábado y el domingo para descansar. Hace casi 2 años trabajamos con mucha presión". Y sumó: "Basta ejemplificarlo con que antes salían al balcón a aplaudir sus manos y ahora nos aplauden la cara, la situación cambió mucho".
Siguiendo por la misma línea, Cunto opinó que la gente no entiende que las medidas son para cuidar a la ciudadanía y más allá de entender el cansancio por "tanto aislamiento y distanciamiento", cree que ya no se toman tan en serio a la pandemia. "La falta de vacunación, de cuidados, algunos no usan barbijo. Es necesario que cumplamos con todas esas premisas", expresó. Y lanzó: "No cobramos en función de lo que aportamos, no recibimos la gratificación moral, emocional ni monetaria que deberíamos".
MÁS INFO
Con respecto a los datos reflejados en el reporte sobre UTI, la intensivista del Muñiz manifestó que "es estimativo", ya que hay pacientes internados que se contagiaron en diciembre y otros que ingresaron tras empezar con síntomas de tres a cinco días previos. "Se estima que el paciente estuvo en contacto con un positivo durante los 15 días previos pero en realidad esta variante es mucho más rápida en su período de incubación y de evolución", dijo sobre Ómicron. Y advirtió: "La intención de todos es estar al día con las cifras. Si en algunos lugares no lo suben de manera adecuada, es porque el personal que lo carga es también personal de salud y están cansados, algunos están enfermos o de licencia".
En relación a las declaraciones de Vizzotti, Cunto se mostró de acuerdo con que la enfermedad es "más leve" pero solo en casos ambulatorios o ingresados a sala general. "Lamentablemente, en la persona que requiere de terapia intensiva la evolución es 70 u 80% con necesidad de ventilación mecánica. Los que ingresan a UTI sí requieren oxígeno y trabajar sobre ellos de diferentes formas (diálisis, vasopresores, prono, transfusiones)", sostuvo. Y agregó: "La mortalidad de esto es muy alta, es más del 50%. Además, agregó que muchos pacientes tienen comorbilidades, con altos requerimientos y esto no ayuda para la mejoría del cuadro. Son pacientes críticos con alta probabilidad de muerte".
Para cerrar, la intensivista se refirió al hilo de tuits del exministro Adolfo Rubinstein -donde opinó que las complicaciones a nivel mortalidad que se observan "sean probablemente por delta" que predominaba hace casi un mes- y se mostró en desacuerdo ya que la predominancia en Ciudad de Buenos Aires, según Fernán Quirós, es Ómicron desde hace ya un tiempo. "Produce una enfermedad más atenuada y es mucho más corto su período de estado. Nosotros, desde el Muñiz, estamos viendo en nuestra terapia muchos pacientes con Ómicron en su gran mayoría. Si fuera Delta, con la cantidad de casos que hay, más de 100 mil por día, estaríamos peor que en mayo o junio del 2021 donde fue terrible", sentenció.