Desde hace varias semanas, el drama del coronavirus no solo tiene su foco en el Área Metropolitana. El COVID-19 se extendió para diferentes provincias y causó nuevos puntos que parecían “controlados”. El ejemplo más elocuente es el de Jujuy que, en menos de un mes y medio, se convirtió en la tercer provincia con más cantidad de casos y no solo eso, sino que también, vivió dramáticas escenas.
Los números en Jujuy crecen de una forma voraz. Más allá del principal foco en el AMBA, la provincia del norte ya se convirtió en el distrito con más casos. Pasó largamente los 5 mil casos y, el riesgo sanitario se hace evidente. Sin embargo, lo más llamativo es que la curva de nuevos contagios en la provincia que gobierna Gerardo Morales no comenzó en el momento en el que el país ya tenía transmisión del virus, sino que creció a mediados de julio.
Al observar las cifras del ministerio de Salud de Nación, se desprende que al 20 de junio, cuando el país ya estaba en tres meses de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, Jujuy tenía tan solo 13 casos de coronavirus. Aunque, vale decir, que el ministerio provincial ya tenía registros que estaba por encima de los 20 en total. Sin embargo, solo Catamarca, San Juan, San Luis y Formosa tenían menos infectados. Desde ese momento, la provincia del norte tuvo que suspender un programa de “apoyo escolar presencial” que había lanzado y, además, retornar a Fase 1 con un aislamiento total.
Desde esa fecha, en la que se empezaron a registrar nuevos casos, el número creció de forma exponencial. En menos de un mes, Jujuy pasó de tener 13 casos confirmados de coronavirus a tener 764 en total. El número se multiplicó en tan solo treinta días. Ahora, a mitad de agosto, el número oficial de la Nación volvió a crecer de manera exponencial y, al 20 de agosto, alcanzó los 5.624 contagios en total. A todo esto ya hay 116 fallecidos, según los números que maneja el ministerio de Salud.
Denuncias de colapso en Jujuy
La problemática crece de manera desproporcionada en esa provincia. Existen denuncias desde diversos sectores que hablan de que las personas ya mueren en sus casas sin que se les haga un hisopado. Incluso, en las últimas semanas se conoció por redes sociales, el video de un hombre que cavó la tumba de su propia madre en el departamento de Ledesma. En charla con El Destape, el hombre que tuvo que hacerlo había dicho que su madre "podría haberse salvado", pero la atención llegó tarde por "el colapso que se viene en el sistema de salud”. Por otro lado, también se viralizó un video de una enfermera del hospital Paterson en la localidad de San Pedro en el que reclamaba que no había oxígeno en el lugar.
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Entre las mismas denuncias, también apareció un informe del Ministerio de Salud de la Nación en el que se destaca que hubo errores informativos, desorganización, demoras en el tratamiento de datos, falta de convocatoria, errores de articulación, altas a destiempo y retrasos en el rastreo de contactos entre otros problemas.
Justamente este informe se realizó entre el 31 de julio y el 9 de agosto pasado. En el mismo se confirman denuncias del Sindicato de Obreros y trabajadores del Ingenio Ledesma. En su momento, los trabajadores habían apuntado a la empresa por la muerte de once obreros de la empresa como consecuencia del COVID-19.
Hace tan solo una semana, el propio Gobernador Gerardo Morales había sostenido que “el sistema sanitario” estaba a un “paso del colapso”. Sin embargo, desde la situación ya marca que las denuncias se multiplican entre médicos, enfermeros y agentes de salud sobre la imposibilidad de cuidar a los pacientes.