El retorno a las aulas parece muy lejano en Entre Ríos. A un cada vez más delicado escenario epidemiológico como consecuencia de la pandemia de coronavirus, se le suman los reclamos de docentes en materia salarial y una infraestructura escolar que no parece preparada para cumplir con las expectativas trazadas en el protocolo definido entre los funcionarios de Educación de las provincias y el titular de la cartera educativa nacional, Nicolás Trotta. En ese contexto, y pese al esfuerzo de maestros y profesores, se complica cada vez más sostener el dictado remoto de contenidos y se registra un creciente nivel de deserción.
Desde el miércoles 26 de agosto los maestros entrerrianos llevan adelante una "desconexión virtual" de 72 horas, no brindando contenidos de manera virtual como lo venían haciendo en el marco de la pandemia. No es la primera y no será la última. Si no hay convocatoria, habrá 72 horas más la semana próxima, desde el martes hasta el jueves. Hay, además, autoparlantes en localidades de los 17 departamentos, recorriendo las calles con las consignas que los gremios buscan visibilizar, junto a una fuerte campaña en medios de comunicación, tanto televisivos como radiofónicos.
"Nosotros definimos como medida de acción un plan de lucha dentro del gremio, porque abrieron una paritaria en marzo, pero no nos llamaron más. Todos compartimos que la protesta debe ser visible, pero cuidándonos, sin exponernos, porque estamos convencidos de que la cuarentena es la única medida sanitaria efectiva" indicó a El Destape, Marcelo Pagani, secretario General de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos -Agmer-. El dirigente resaltó además: "Esa es la decisión que tomamos todos los espacios con representación dentro del sindicato, tanto de la conducción como otras expresiones internas con responsabilidad en seccionales. Hay una clara falta de convocatoria al diálogo desde el Gobierno".
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En ese sentido, Pagani sostuvo que con el Consejo General de Educación -CGE- hay un diálogo institucional que se mantiene, pero que con el Poder Ejecutivo no ha existido ningún contacto desde hace meses: "Tenemos un equipo trabajando en tres líneas rectoras, que son los nuevos protocolos; la redefinición institucional, es decir, cómo va a funcionar la nueva escuela; y una resignificación curricular, o sea, qué se va a privilegiar en términos pedagógicos. En ese punto hay buena relación con el CGE, se sigue trabajando. En lo salarial, nada. El 8 de julio pedimos una convocatoria en la Secretaría de Trabajo, pero no hemos sido notificados al respecto".
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Para el principal dirigente de Agmer el retorno presencial "está muy lejos" aún: "Es difícil, en primer lugar, por la situación en torno al COVID-19. Pero además por la falta de respuestas en materia salarial". El sindicalista expresó con preocupación también que "hay chicos que desde el 13 de marzo están sin aproximación a los contenidos", a la par de un creciente número de alumnos que, pudiendo hacerlo, ya no se conectan para recibir contenidos remotos: "Nosotros seguimos trabajando con y contra todas las dificultades. En el marco de un proceso donde la conectividad y los recursos tecnológicos quedaron a cargo del trabajador, se sigue poniendo el esfuerzo y compromiso. El nivel secundario es el más complejo, y cuando todo esto termine tendremos que salir a buscar a ese estudiante nuevamente".
En el mismo sentido se expresó Sergio Pesoa, secretario General de la Seccional Entre Ríos del Sindicato Argentino de Docentes Privados -Sadop-. En diálogo con El Destape, resaltó: "Estamos muy preocupados por la discusión salarial, pero también por el retorno a clases. Si bien el panorama ha cambiado en los últimos 15 días, en algún momento se va a evaluar el regreso. Y fundamentalmente preocupa cómo se llevarán adelante los protocolos de higiene en cada aula".
En abril, el Sadop lanzó una encuesta entre los docentes, que arrojó que la nueva modalidad de trabajo -obligada por el contexto- tenía como consecuencia, en general, una sobrecarga laboral: "Llevamos más de 150 días de cuarentena y la situación no ha mejorado. Los docentes nos expresan la angustia por no encontrar un punto medio en este nuevo panorama. No es lo mismo dar clases y llevarse trabajo a la casa, que hacer todo el trabajo de manera domiciliaria. El maestro nunca ha estado preparado para esto. Y conlleva no sólo un tiempo de preparación, sino que de aceptación. Si bien muchas instituciones han podido ubicar las clases en la virtualidad y los compañeros siguen cumpliendo los horarios, hay muchos colegios donde se flexibilizan los horarios y terminan trabajando todo el día, afectando el derecho a la desconexión".
En lo referido a lo salarial y, a la par, pensar en volver a la presencialidad, Pesoa subrayó: "Vamos a pedir nuevamente la reapertura de paritarias, estamos convencidos de que tiene haber un gesto del gobierno provincial para acercar los salarios a la inflación. Lo otro preocupante es la situación de los edificios, cómo están preparados para un retorno a clases. Si bien se ha expresado que se buscará poner de la mejor manera las instituciones, hemos tomado nota de escuelas donde hay aulas muy pequeñas, con problemas para cumplir el distanciamiento. También complicaciones en materia sanitaria y de acceso al agua. Apelamos a un regreso responsable, sin problemas para docentes, estudiantes, ni ningún integrante de la comunidad educativa".
Desde el Consejo General de Educación –CGE- por su lado, aseguran que el trabajo con los gremios es bueno. “Nosotros el diálogo nunca lo cortamos, hemos discutido protocolos para la vuelta a clases y situaciones que han debido ser trabajadas al margen de la pandemia” indicó a El Destape, Martín Müller, titular del organismo.
El funcionario reconoció que existe un reclamo salarial, pero cree que en el corto plazo podría haber respuestas concretas: “Si bien excede al CGE tenemos en suspenso paritaria. Sobre todo, por el contexto económico. Pero buscan abrirse, pese a que es difícil hablar de una recomposición salarial. El ministro de Economía sigue de cerca el tema, la puerta para hablar algo concreto está abierta, en un horizonte cercano”.
Sobre un posible regreso al aula, Müller coincide en que, hoy por hoy, no están dadas las condiciones: “Estamos en el peor de los escenarios y no vamos a poner en riesgo la salud de nadie, eso sigue siendo prioridad. Uno quiere tener el tema en agenda y no quiere resignarse a no volver. Por eso planteamos un escenario de mínima que es que, una vez que estén dadas las condiciones, se pueda regresar. Sobre todo, algunos niveles de secundaria y escuelas técnicas. Diferenciando las zonas, va a estar atado a las condiciones sanitarias y de infraestructura. Estamos trabajando en un plan de refacciones priorizando sanitarios, agua e insumos. Vamos a ser cautos. No vamos a tirar todo lo logrado durante el año”.
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Este jueves el Müller dio a conocer a través de canales oficiales que se aprobó la Resolución Nº 2405/20 “Lineamientos para la evaluación, acreditación, calificación y promoción de estudiantes de los niveles obligatorios del sistema educativo entrerriano”, que se aplicará en forma excepcional durante el ciclo lectivo 2020-2021 en función de las características de la educación no presencial implementada como consecuencia del aislamiento y posterior distanciamiento social, preventivo y obligatorio.
"Establecimos unificar los ciclos lectivos para priorizar los saberes. Vamos a darnos un trabajo entre septiembre de este año y marzo del 2021 para enseñar los contenidos y capacidades que no pudimos desarrollar”, explicó Müller.
La preocupante situación edilicia
El estado de las escuelas es un factor central a la hora de un posible regreso a las aulas entrerrianas. En ese sentido, un relevamiento realizado por Agmer en 450 instituciones de los 17 departamentos de la provincia arrojó algunos datos preocupantes, que muestran que, aunque el escenario epidemiológico mejore -y una eventual discusión salarial se salde- es muy difícil pensar en que los estudiantes vuelvan a las aulas de manera presencial.
Datos que arrojó la encuesta
-El 49% de los edificios es compartido con al menos una institución
-El 9% de las escuelas está en obras actualmente
-El 38% de los edificios tiene una sola puerta para ingreso y egreso de toda la comunidad educativa. El 48% tiene dos puertas
-El 57% de las escuelas no tiene aulas en cantidad y tamaño suficiente para cumplir con los requerimientos del protocolo Covid-19
-El 49% de las escuelas no tiene espacios no áulicos (Dirección, Preceptoría, Sala de Profesores) acordes a las necesidades
-El 52% de las escuelas no limpió sus tanques de agua este año. Fundamental por el lavado de manos, clave medida de higiene
-El 49% de las escuelas no tiene los baños en condiciones
-El 61% de los edificios no tiene baños adecuados a la cantidad de alumnos
-El 39% de las escuelas se queda sin agua en algún momento del día
-El 65% de los edificios no tienen todas las canillas de agua en buen estado
-El 28% de los edificios no tiene cloacas
-El 17% no tiene suficiente ventilación en las aulas