Los empresarios de la nocturnidad en Mar de Plata no están interesados en un posible rebrote de coronavirus y en las complicaciones de la pandemia que surgen en todos los países. Muchos de ellos manifestaron su molestia con la decisión del gobierno provincial de no habilitar eventos con más de 200 personas al aire libre y ya anunciaron que no abrirán en Navidad a modo de protesta.
La prohibición de los eventos afecta principalmente a las fiestas de música electrónica que en los últimos años crecieron sostenidamente en las temporadas de la ciudad mientras que también impacta en el resto de los lugares de entretenimiento nocturno.
En el caso de las fiestas electrónicas, algunos paradores como Mute ya tenían una programación confirmada para el verano y hasta habían comenzado a vender entradas. Según los empresarios, la decisión resultó totalmente sorpresiva ya que durante varios meses trabajaron en la elaboración de un protocolo y tenían el visto bueno del municipio para poder abrir.
Para las fiestas electrónicas en la playa, que el año pasado llegaron a albergar 18 mil personas, se había planteado poner un tope de 2.500 personas, con burbujas de 10 personas, delimitadas por una estructura similar a un “corralito” y con protocolos de entrada y salida.
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Las presiones de los empresarios al gobierno de la Provincia
“No se entiende esta decisión. No tiene sentido ni lógica. Nosotros estamos ofreciendo trabajar en conjunto, que vengan a controlar, que vean las normas”, señaló el responsable de Quba y Mute, Matías Iriarte y consideró que esta determinación “va a empujar a la gente a las fiestas clandestinas”. “¿Cómo piensan contener a la gente? Cada día hay más fiestas clandestinas”, remarcó el integrante de la Cámara del Entretenimiento Argentino (IDEAr).
“Nosotros hicimos reuniones con gente de seguridad, del municipio y de la provincia. Ya empezó la temporada y que a los 15 días saquen esta normativa, es algo que no se entiende”, consideró Iriarte y agregó que “prohíben los eventos al aire libre pero en al Casino que es un lugar cerrado puede haber un montón de gente”.
En los boliches de Playa Grande también expresaron preocupación por la decisión y señalaron que deberán replantear “si abrimos o no”.
“Pareciera que la idea de la Provincia es la prohibición del rubro y colaborar con la clandestinidad. Nos atan de pies y manos. Estamos shockeados”, contó uno de los responsables de Bruto, Federico Goransky, No obstante, aseguró que esperan “que haya alguna reflexión o la posibilidad de una charla”.
“Nosotros entendemos que con protocolos todo y con la clandestinidad nada, Estamos convencidos que es algo seguro, que tenemos el control y que podemos trabajar en conjunto”.