Las salas de escape y los clubes de juegos de mesa debieron reinventar sus propuestas ante la imposibilidad de generar reuniones en sus locales por el avance del coronavirus y la prolongación de la cuarentena obligatoria. Pensadas como propuestas analógicas, que suman cada vez más adeptos, debieron mutar a la virtualidad e incluso planificar a futuro, mientras la economía aprieta.
Ya no se pueden tocar las piezas, lanzar los dados o mezclar las cartas y menos aún reunir un grupo de personas alrededor de una mesa para compenetrarse durante algunas horas en algún juego de mesa moderno. Sin embargo, algunas sensaciones se pudieron trasladar del tablero a la pantalla para mantener ese espacio de ocio y encuentro desde casa.
Tal es el caso de Geek Out, el espacio referente de los juegos de mesa en Argentina, que desde el comienzo del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) mutó para trasladar su importante comunidad a plataformas virtuales. “Actualmente organizamos reuniones gratuitas para jugar juegos de mesa y de rol. Las reuniones de juegos de mesa se organizan los sábados y las mesas de rol, de manera individual, según la disponibilidad de los master”, señaló a El Destape Laura Muollo, una de sus creadoras.
En 2019, Geek Out abrió su nuevo local en Palermo, a pocas cuadras de Plaza Italia, y se consolidó como el espacio de encuentro de cientos de fanáticos de los juegos de tablero modernos, un mundo inmenso y apasionante que crece a nivel mundial con propuestas ajustadas a formatos, temáticas, intereses y tiempos para todos los gustos. Ahora, tanto la aplicación de mensajería Telegram como la multiplataforma Discord (optimizada para videojuegos) le dan a la comunidad una agitada interacción social, con 17 mesas de rol semanales en simultáneo, horas de diversas partidas los fines de semanas y algunos mítines esporádicos organizados en minutos.
“Organizar esto es un poco más complejo y exige más estructuración, es más difícil saber, por ejemplo, quienes no están jugando, pero cuando se empieza a jugar ya está. De a poco vamos tomándole la mano”, afirmó Muollo.
Mientras los espacios virtuales encuentran sus formas, la posibilidad de volver al local parece difícil. “La incertidumbre nos carcome. Sin una fecha cierta del fin de la cuarentena es imposible planificar”, apuntó la fundadora de Geek Out.
La situación repercute en lo económico y se hace “difícil poder generar ingresos a través de propuestas virtuales”. “Si el local no abre en breve vamos a quebrar y la poca información no ayuda”, alertó
Otra de las interesantes propuestas entorno al mundo de los juegos de mesa que tiene la Ciudad de Buenos Aires es Boardgame Café. Nacido hace alrededor de un año y medio en el barrio de Villa Urquiza, el sitio trajo al país la propuesta de mezclar la comunidad lúdica con la gastronomía, pero la pandemia detuvo el avance.
“Nos afectó bastante fuerte. Cerramos antes de que se decrete oficialmente la cuarentena porque era todo medio incierto y los empleados ya tenían miedo a contagio. Lo nuestro, el entretenimiento, es súper terciario. Nos va a terminar de afectar el año y no sé cómo seguirá después”, señaló Manuel Chaves, uno de sus co-fundadores.
La búsqueda de Boardgame Café corre por caminos similares: “Organizar distintas alternativas online, como torneos o ‘juntadas’ de juegos para jugar con la computadora o el teléfono, para mantener un poco la interacción con la comunidad”.
Para Chaves, la virtualidad “rompe con la filosofía que tenía que ver con dejar los aparatos y usar lo analógico”, pero en el contexto que nos modificó la vida a todos “es lo que se puede hacer”.
Al comienzo del aislamiento también promocionaron el print and play, que consiste en que algunos publicadores permitan descargar las plantillas de sus creaciones para imprimir y armar el juego en casa. También se volcaron hacia la venta de juegos, aunque las dificultades logísticas también afectan a las editoriales.
Uno de los rubros de entretenimiento que más se expandió en el último tiempo son las salas de escape. Originadas en minijuegos digitales, saltaron al mundo real con habitaciones donde un grupo de personas se encierra durante una hora hasta encontrar una salida mediante la resolución de acertijos y la deducción.
La cuarentena llevó a recorrer el camino inverso: De los cuartos a la pantalla. “Una de las opciones fue la venta de juegos online, que si bien existen hace mucho y a veces hay plataformas gratuitas, lo que hicimos fue vender algunos juegos y con la compra dar otros juegos de regalo que son mejores que los gratuitos”, relató a El Destape Nadia Lipparelli, de la sucursal de Juegos Mentales de Lomas de Zamora.
La pospandemia también tiene su lugar, ya que cada local vende entradas “a futuro” de una de sus salas, que podrán ser canjeadas una vez que puedan reabrir sus puertas.
“Apostamos a que esto en algún momento va a pasar y ya nos vamos a volver a encontrar y disfrutar”, se esperanzó Lipparelli.
El paso de las semanas, no obstante, se vuelve un obstáculo, ya que la percepción indica que “a medida que la cuarentena fue avanzando que se fue haciendo más pesada” y los argentinos relegaron algunos consumos no esenciales. “Somos conscientes de que hay gente que económicamente la está pasando mal entonces por ahí deciden destinar esos trescientos pesos a otra cosa o quizás los ánimos ni siquiera están como para realizar ese juego”.
La nueva propuesta empezó con los clientes habituales, pero también se extendió al mercado corporativo. “Nos pegó fuerte, uno nunca se puede preparar para una cosa como esta. Estamos tratando de reinventarnos como todo el mundo”, apuntó el CEO de la compañía, Danil Tchapovski.
Mientras la pandemia no se detiene, en Juegos Mentales trabajan en un protocolo “bastante completo” que se ajuste a las particulares de su actividad.
“Lo estamos presentando en estos días esperando que nos den una respuesta favorable para ver si nos permiten abrir aunque sea como salida de grupo familiar, de gente que comparta la misma casa”, detalló.