Gran parte de la Argentina volverá a las clases presenciales, aunque no de forma normal, en agosto pero con los cuidados necesarios para prevenir contagios de coronavirus. Así lo confirmó el ministro de Educación, Nicolás Trotta. La modalidad será escalonada, con distanciamiento social y diferentes horarios para evitar aglomeraciones en las aulas.
En diálogo con Maldita Suerte (El Destape Radio), el funcionario aseguró que se tomarán "medidas como el distanciamiento social dentro de las aulas, diferenciar los horarios para la llegada de los chicos a la escuela y son alguna de las pautas que plantea este nuevo protocolo".
Por eso, aclaró que "la escuela va a ser distinta, no todos los alumnos van a poder ir todo el tiempo a la escuela. Va a ser un sistema mixto, entre la escuela y el trabajo en la casa". Eso quiere decir que unos días asistirá un grupo de alumnos y otros días otro grupo.
Sin embargo, la situación del AMBA es más compleja. Se trata de la zona más afectada por el COVID-19 lo que complica el retorno a las aulas. "Sería apresurado e irresponsable decirlo. Hasta que no haya una caída en la curva de contagios no podemos planificar un regreso", explicó Trotta.
El titular de Educación analizó el impacto de la pandemia y aseguró que "iluminó la desigualdad, la profunda desigualdad que existe en el país. Hay una profunda desigualdad que se agravó por la pandemia y en los años de Macri, que desmanteló programas como el Conectar Igualdad"
Por último, Trotta habló sobre la ayuda económica a los colegios privados: "Vamos a sostener las ATP para el sector educativo privado hasta que todas las provincias vuelvan a una nueva normalidad". Este fue uno de los grandes problemas a enfrentar ya que combina la situación de familias que no tienen el mismo ingreso que antes de la pandemia y docentes que necesitan del pago para poder cobrar sus sueldos.