El COVID-19 sigue avanzando en Argentina y en el mundo. En las últimas tres semanas, la cantidad de camas ocupadas en terapia intensiva aumentó un 50% por la cantidad de contagios que se registraron. Es decir desde el 23 de diciembre -cuando había 832 ingresados-, pasando por el 30 del mismo mes, donde se superó la barrera de los 1.000, nos encontramos actualmente en 1.680 personas en UTI.
Este número representa al 37,8% de ocupación a nivel nacional tanto en el sector público como en el sector privado mientras que equivale al 38,8% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Al mismo tiempo cabe destacar que 547.684 personas se encuentran atravesando la enfermedad, dejando a la vista que la campaña de vacunación tiene importantes efectos en cómo se cursa el coronavirus.
Por otro lado, es importante destacar que en la última semana la ocupación de camas creció un 56%. En diálogo con TN, la titular de la Regional AMBA de Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), Carina Balasini, opinó: "Esto puede ser una tendencia. Creemos que es así y que va a ir subiendo. Piensen que los pacientes en terapia intensiva con COVID-19 entran para el día 8 o 10. De los pacientes que ayer dieron positivo, una parte va a requerir internación o cuidados intensivos".
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Al mismo tiempo, la titular de SATI en el AMBA dejó en claro que si bien las UTI figuran a un 35%, las unidades de cuidados intensivos "no están vacías" y se acercan peligrosamente a porcentajes mucho más altos, incluso alcanzando un 100% en algunos hospitales públicos. "Hay que empezar a hacer lugar para tratar de que ingresen también quienes no tienen coronavirus, seguramente se suspendan las cirugías programadas. Es algo que se está haciendo en todas las provincias, pasó en las dos olas anteriores, hay que empezar a guardar camas y por eso se reducen los ingresos que no son urgencias", manifestó.
Por otro lado, Balasini alertó sobre la falta de profesionales de terapia intensiva y sostuvo que si bien se pasó de 7 a 14 mil camas en la segunda ola, mucho de ese personal transitorio y de esas camas volvieron a sus tareas habituales. Además hay muchos de vacaciones -tras dos años de trabajo en pandemia-, algunos son positivos y otros contactos estrechos. "Hay gente que en la primera y segunda ola la pasó muy mal y decidió dejar de hacer cuidados intensivos y se dedica a otra especialidad", sumó tras un fuerte pedido por mejorar condiciones salariales y laborales al personal de salud.
En el último informe de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) se registró en todo el país una tasa de ocupación del 72%, siendo COVID-19 positivo el 12%. En el reporte anterior, por ejemplo, la ocupación era del 68% con 4,4% de pacientes con coronavirus. A su vez, de los internados por coronavirus, el 56% requirió de Asistencia Respiratoria Mecánica (ARM) y el 18% Cánula de Alto Flujo de Oxígeno (CAFO); en su gran mayoría, son personas no vacunadas.
Los preocupantes números en AMBA
Ante esta tercera ola de COVID-19, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, brindó una serie de anuncios para intentar controlar la situación epidemiológica y sanitaria. Entre ellos figuran la apertura de centros de testeos para que sean masivos, nuevos centros de vacunación y acortar los intervalos de vacunación de cuatro a cinco meses para terceras dosis.
Allí fue cuando el mandatario porteño dio un alarmante dato en relación a la ocupación de camas en terapia intensiva: el 65% de los internados no tienen ninguna dosis y el 9,6% adicional tiene solamente una. Por esa razón llamó a que porteñas y porteños se vacunen y completen los esquemas de vacunación o se den los refuerzos cuando lleguen los turnos. "Con una sola dosis vacunamos a más del 92% de la población. De ellos, el 86% tiene el esquema completo. El 22% ya recibió la tercera, son datos alentadores", expresó.
Por su parte, el 82% de los internados con COVID-19 en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de la Provincia de Buenos Aires tampoco está vacunado, según reveló un informe del Ministerio de Salud bonaerense. Es claro que las vacunas no impiden en todos los casos el contagio pero sí son claves para prevenir cuadros muy graves de la enfermedad.
Sobre esto, el ministro Nicolás Kreplak manifestó a través de sus redes sociales: "La diferencia en los contagios y las internaciones entre las personas vacunadas y no vacunadas es abismal. Quienes no están inmunizados tienen 1,7 veces más chances de contagiarse y 18,8 veces más de que su cuadro sea grave". Y lanzó: "¡Hay que vacunarse! Sus efectos son innegables".