A casi un año del primer caso de coronavirus que se registró en el país, Argentina superó los dos millones de contagios de COVID-19. Luego de que, en un día, se notifiquen 7.739 nuevos infectados, el país llegó a los 2.001.034 positivos. Además, se registraron 109 muertes para llegar a las 49.674 víctimas.
La notificación del primer caso de COVID-19 en el país ocurrió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En ese momento, se informó que se trató de una persona de 43 años de sexo masculino que había estado de vacaciones en Italia y en España. El caso fue notificado por un establecimiento de salud privado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 2 de marzo. Con el correr de las jornadas, ante el aumento de casos y con el desconocimiento sobre la enfermedad, en ese momento se tomaron decisiones rápidas. Tan solo 10 días después, el Gobierno decidió la suspensión de clases presenciales y, el 19 de marzo, finalmente se tomó la decisión de implementar la cuarentena estricta.
En aquel entonces, cuando el desconocimiento reinaba, la OMS destacó las decisiones de Alberto Fernández al decir que el país "había tomado medida rápidas y audaces". Con el correr de los días, el país comenzó con una fuerte reconstrucción del sistema de salud que había sido devastado por los últimos cuatro años de macrismo que, entre otras cosas, llevó a que no haya ni siquiera ministerio. El trabajo del Gobierno Nacional incluyó la puesta en funcionamientos de hospitales, la compra de respiradores y la generación de camas de Unidades de Terapia Intensiva que dieron una respuesta a la cantidad de casos.
La decisión del Gobierno de Alberto Fernández, en principio, fue apoyada por el sector con responsabilidad de gestión de Juntos por el Cambio, mientras que los más duros siempre mantuvieron su militancia contra todo tipo de anuncio. Aun poniendo en peligro la vida de sus propios compañeros de espacio. Así fue como, por ejemplo, en el peor momento -durante el invierno- Patricia Bullrich, Mauricio Macri y otros líderes de los espacios promovían marchas anticuarentena, llamaban a movilizar y hasta hablaron de "infectadura" con respecto a los asesores del presidente.
En este punto, uno de los orgullos del Ministerio de Salud y de Alberto Fernández cuando habla sobre cómo se actuó frente a la pandemia es que el Sistema de Salud no colapsó en ningún momento. En este sentido, luego de haber visto las dramáticas imágenes en Italia, España, Ecuador, Bolivia, Colombia y en la región de Manaos en Brasil, es una situación que no se repitió en el país. Si bien hubo stress y complicaciones en algunos hospitales y clínicas -principalmente del interior- las grandes ciudades no tuvieron fotos del horror como en algunos países.
En este sentido, con el correr de las semanas, de acuerdo a las cifras que presentó el Ministerio de Salud, luego de haber sufrido un pequeño aumento de casos tras las fiestas de fin de año , ahora empezó a haber una baja en la cantidad de internados en terapia intensiva. El porcentaje de ocupación promedio es del 54,5 por ciento.
Más allá de haber pasado los dos millones de casos, el Gobierno espera que la campaña de vacunación contra el COVID-19 avance en los grupos vulnerables y de riesgo a fin de que, para otoño, esté ese sector de la sociedad inmunizados contra el coronavirus. La razón es evitar una "segunda ola" en la época del otoño e invierno donde los casos y las complicaciones por la enfermedad suben notablemente.
En el trágico ranking de cantidad de casos a nivel mundial, Argentina ostenta diversas posiciones. Si bien está doceavo en cantidad de casos, en la cantidad de muertes por habitantes como consecuencia del COVID-19 el manejo de la pandemia lo lleva al puesto 28. Ya en Sudamérica, lo muestran en la cuarta posición debajo de Perú, Colombia y Brasil quienes tuvieron muchas complicaciones para frenar el virus. Incluso, en el país que dirige Jair Bolsonaro, existen dudas sobre los números debido a la manera que se registraron los decesos.
De cara a los próximos meses, la llegada de nuevas dosis de la -también criticada por la oposición- vacuna Sputnik V y de las de AstraZeneca cambian el panorama de lo que será la lucha contra la pandemia.