El presidente Alberto Fernández advirtió hoy que cuando se ve la situación epidemiológica y lo que "sucede" en la región con la pandemia de coronavirus, es "evidente" que el país tiene "desafíos" para proteger a su población.
En un mensaje por cadena nacional, Alberto Fernández recordó que la primera vez que habló de la pandemia dijo que su prioridad era "cuidar la salud de los argentinos". En la cadena nacional recordó las dificultades que tiene el mundo para obtener vacunas y que el COVID es un virus que "ha tenido mutaciones más contagiosas y con severa letalidad".
Por otro lado, recordó que "hay escasez global de vacunas" y lanzó un dato aterrados: "El 88% de las vacunas que se han distribuido hasta ahora están en manos de los países más ricos". En su largo mensaje sostuvo que hay problemas con la compra de las vacunas y explicó que "Solo 15 % de los países recibieron hasta ahora más del 10% de las vacunas que compraron. La escasez, la desigualdad y las demoras son un problema". En este sentido, vale recordar que, por ejemplo Chile, que es uno de los países que más vacunas consiguió, lo hizo con una de las vacunas que menor efectividad tiene: un 50% y ahora tuvo que cerrar todas sus ciudades grandes,
Asimismo, aseguró: "Todas nuestras actividades se han visto afectadas. Tengo muy presente el esfuerzo que todo esto genera. Sé que en algún momento muchos sentimos cansancio de las limitaciones y hartazgo de la pandemia". En ese mismo sentido, añadió: "Hoy conversé con los 24 gobernadores y gobernadoras. Analizamos la situación y consensuamos medidas. Para afrontar el otoño y el invierno tenemos un Plan que incluye dos dimensiones: vacunación y cuidados".
En un pasaje de la cadena nacional, Alberto Fernández indicó: "El Estado Nacional compra, recibe y distribuye a las provincias en forma proporcional a la cantidad de habitantes. ¿Eso se está cumpliendo bien? Sí. ¿Estamos acelerando la cantidad de personas vacunadas por semana? Sí. ¿Está resultando todo tal como esperábamos? No".
En esas consultas, además, agregó: "Hay dilación global en la producción de vacunas. Nosotros hemos firmado contratos para adquirir más de 65 millones de dosis y seguiremos firmando nuevos contratos". En ese sentido, vale decir que hasta hoy llegaron al país 4 millones de dosis, un 6% de las dosis que el país contrató. Sin embargo, añadió: "La semana pasada se vacunaron 723 mil personas en el país, 100 mil personas por día. La Argentina tiene la capacidad de vacunar 4 millones y medio de personas por mes, pero aún no contamos con las dosis suficientes".
Para finalizar, Alberto Fernández sostuvo: "La pandemia no terminó. Debemos extremar los recaudos para que el Covid no nos vuelva a aislar. Si toda la sociedad se cuida vamos a lograr que el impacto de la segunda ola sea lo menos dañino posible".
Un año del aislamiento social
Un año atrás los argentinos debieron modificar radicalmente sus costumbres y sus medios de vida a partir de la irrupción en el mundo del coronavirus, que obligó al presidente Alberto Fernández a implementar el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), apenas ocho días después de que la Organización Mundial de la Salud confirmara que se trataba de una pandemia.
El 19 de marzo de 2020, el Gobierno puso en marcha un ambicioso plan que, mientras restringía la circulación de los argentinos, apuraba el fortalecimiento en obras, logística y plan sanitario de un frágil sistema sanitario, que incluso carecía de un Ministerio de Salud, tras haber sido convertido en secretaría durante la anterior gestión de Cambiemos.
A partir de la difusión de imágenes del colapso sanitario en países de Europa, donde los contagios y las muertes se multiplicaban en pocos días y los hospitales no daban abasto, el Gobierno estableció permisos de circulación para desplazarse más allá de la zona de residencia y sólo el personal definido como esencial podía trasladarse sin restricciones.
La pandemia llevó a limitar las operaciones de aviación comercial, en tanto que los vuelos de cabotaje e internacionales estuvieron cerrados hasta el 1 de septiembre último por disposición de la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC). La crisis económica global también tuvo su capítulo argentino y el Gobierno salió a atender la situación de los sectores vulnerables y del área de la economía más golpeada, como la gastronomía, el turismo y las actividades culturales.
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Pocos días después del anuncio del aislamiento obligatorio, el 23 de marzo de 2020 la gestión del presidente Fernández anunciaba la puesta en marcha del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), una suma fija de 10 mil pesos mensuales para los más afectados por las consecuencias del freno en la actividad económica. "Nos estamos asegurando que toda persona que vive en la Argentina queda protegida en esta situación de crisis económica nacional y global", sostuvo el ministro de Trabajo, Claudio Moroni al lanzar la iniciativa.
También se lanzó el ATP, el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción, por el cual el Gobierno pagó durante varios meses la mitad de los salarios de aquellas empresas afectadas por las consecuencias económicas de la paralización de actividades.
En paralelo, el jefe de Estado instruía a su Gabinete para iniciar las negociaciones con los fabricantes de vacunas de todo el mundo para que llegaran cuanto antes a la Argentina las primeras dosis. Eso terminaría ocurriendo el 24 de diciembre de 2020, cuando aterrizaba en Ezeiza el vuelo especial de Aerolíneas Argentinas que trasladó desde Rusia unas 300 mil dosis de Sputnik V. Desde entonces, ya fueron aplicadas en el país algo más de 2.700.000 vacunas, provenientes no sólo de Rusia, sino también de China e India.
A un año del inicio de la pandemia, Argentina registra 54.231 los fallecidos a nivel nacional y 2.218.425 los contagiados, informó este jueves el Ministerio de Salud. De acuerdo con los últimos datos del Monitor Público de Vacunación -actualizado a las 18 de ayer-, el total de inoculados asciende a 2.762.672, de los cuales 2.253.951 recibieron una dosis y 509.321 las dos, mientras que las vacunas distribuidas a las jurisdicciones llegan a 3.843.565. Desde el inicio de la pandemia se realizaron más de 8 millones de testeos, y actualmente se hacen un promedio de 50.000 pruebas diarias para detectar la presencia del virus.