Cómo fue la primera auto fiesta masiva en Argentina

La fiesta Bresh se reinventó y supo adaptarse a la nueva normalidad por la pandemia del coronavirus. Alcohol en gel, distanciamiento, toma de temperatura y todo el protocolo para llevar a cabo un evento de tal magnitud.

28 de octubre, 2020 | 07.48

El sector cultural es sin lugar a dudas uno de los más afectados por la pandemia del coronavirus. Este sector incluye a los boliches y fiestas, que no abren sus puertas desde marzo de este año en Argentina.

La fiesta Bresh supo reinventarse y adaptarse, nuevamente, a la nueva normalidad. Después de estar toda la cuarentena brindando la “Bresh en casita” vía streaming, los y las djs volvieron a los escenarios, todo el equipo de producción se puso manos a la obra y este sábado 24 de octubre, muchas personas pudieron volver a sentir la sensación de salir con amigos y amigas, pero siempre con los cuidados necesarios.

El protocolo de la auto-fiesta

El evento se hizo en el Estadio Obras y solamente se podía ingresar si estabas en un auto. En el ingreso se le tomaba la temperatura a todos los integrantes. Después se le higienizaban las ruedas del vehículo. Posteriormente, el staff de la Bresh entregaba con guantes y barbijo una bolsita sellada con caramelos, tatuajes, stickers y glitter, algo que siempre hacían en sus fiestas normales. Luego, una persona de seguridad contaba rápidamente cuáles eran las medidas a tener en cuenta durante el evento. Por ejemplo, que no se podía bajar del auto o cómo había que hacer para ir el baño. Ahí dejaban ingresar y ubicaban en filas a los autos, manteniendo la distancia entre cada uno.

La entrada estaba 3500 pesos por auto. Podían ir la cantidad de cinturones de seguridad que hubiera: en general, fueron de cuatro a cinco personas por cada auto. En total entraron 140 vehículos, es decir, aproximadamente 500 personas asistieron al evento.

Una vez adentro, no se podía salir del auto. Podían sacar el cuerpo por la ventanilla o subirse al techo, pero no bajarse al predio. Los de seguridad se encargaban de ver que estuvieran todos con barbijo y manteniendo distancia. No se vendía alcohol en el estadio. 

El horario de comienzo fue a las 21 horas y el horario de cierre a las 2, que es el máximo permitido. Había baños y para solicitar ir tenían que prender la balizas y los pasaban a buscar en un carrito de golf. Antes y después de entrar al baño se recomienda higienizarse. Si se armaba fila, había una persona que se encargaba de ver que se cumpliera con el distanciamiento.

La organización de la fiesta comenzó dos semanas previas al evento, pero ya un mes antes sabía que iban a volver a los escenarios en el Estadio Obras. Aún no hay una fecha para próxima auto-fiesta, pero seguramente volverán a hacer este formato.

Cómo se vivió la auto-fiesta

"Realmente organizar una fiesta en este contexto es un desafío muy grande, volvimos a poder darle trabajo a un montón de gente que estaba parada hace meses y generar alegría en un montón de personas. Se notaron las ganas de divertirse", destacó Juan Martín Ruiz, organizador de la Bresh, a El Destape. 

Les dj's y organizadores consultados por este medio coinciden en que la experiencia fue sumamente positiva, a pesar de las dudas que se pueden llegar a generar por el formato auto-fiesta y por el contexto de pandemia. "Yo no me daba cuenta que lo necesitaba tanto y fue una descarga de energía increíble. Poder volver a subirse al escenario y a la cabina y agitar, ver la cara de la gente emocionada, escucharlos, fue increíble", aseguró Juane, productor y dj de la Bresh a El Destape.

Según Ruiz, toda la gente respetó el protocolo, "también para poder cuidar el espacio que se estaba generando y de disfrutar y ver si se puede volver a repetir en alguna otra oportunidad". “Este formato de fiesta permitió también que ese público que no puede asistir al boliche, pueda venir”, reconoció Agustina Pampin, dj de la Bresh a El Destape.

Nadie del staff consideraba que así sería "la vuelta a las fiestas". Todo el equipo imaginaba un regreso normal: en un boliche y con gente bailando. De todas formas, Juane reconoció que el sentimiento de volver a tocar fue muy similar al que vivían en las Bresh pre-pandemia. Pampin coincidió y dijo que, a pesar del protocolo y de tener en claro que el coronavirus aún circula en el país, la Auto-Bresh fue una experiencia íntima, en la que tanto los y las dj's como el público fueron protagonistas de un evento novedoso con todos los cuidados necesarios.

"Fue muy lindo para recargar energía y para lo que falta todavía de la pandemia. Saber que ya se pueden hacer este tipo de eventos está muy bueno porque son algo lindo de hacer", afirmó Juane, motivado por una próxima auto-fiesta.

Fiestas por streaming

La auto-fiesta fue la segunda apuesta por parte de la Bresh para subsistir en pandemia. Durante toda la cuarentena hicieron la "Bresh en Casita", ediciones virtuales con acceso libre y gratuito a través de transmisiones en vivo por Instagram y Youtube. Lograron una audiencia de aproximadamente 850 mil visualizaciones con un pico de 83 mil vistas en simultáneo en el momento más estricto del aislamiento. 

"Tenemos que valorar mucho el haber estado estos meses a full en un mundo que estuvo frenado, somos privilegiadxs", reconoció Agustina Pampin a El Destape y admitió que la Bresh es un punto de encuentro con ciertas características particulares: es una fiesta libre, divertida y para todxs.