La situación en las villas porteñas es alarmante. Según datos oficiales del Gobierno de la Ciudad, hay 1.877 casos de coronavirus confirmados en los barrios populares, 1.225 corresponden sólo a la 31 y se suman 592 sospechosos en todos los territorios vulnerables de la Capital Federal. Unas cifras que preocupan por el rápido crecimiento de la curva de contagios y porque casi la mitad de los 4.202 infectados corresponden a estos sectores.
Según el reporte, la villa 31 tiene 620 personas infectadas y la Bis posee 605 casos. En tanto, la 1-11-14, en el Bajo Flores, registró 528 positivos hasta la fecha, seguida de la 21-24, en Barracas, con 73. Los cuatro barrios son los que más contagios contabilizaron hasta el momento.
El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, aseguró que "la curva está levantando, porque buscamos al conviviente del sospechoso” y aseguró que "los casos de ayer ocurrieron esencialmente en los barrios más vulnerables": "Hasta hace una semana en el país se contabilizaba el caso sospechoso. Lo que hemos cambiado es que ahora testeamos al sospechoso".
De hecho, la curva de contagios de la villa 31 es alarmante. El 21 de abril se registró el primer caso positivo y en cuestión de sólo un mes ese número ascendió a 1.225.
El detalle es el siguiente: después del 21 de abril, con sólo un caso, el 23 se registraron 5 infectados; a los dos días los contagios subieron a 14. El 25 del mes pasado el número ya era de 32 para pasar a 47 el día 29.
Mayo comenzó con 83 casos, número que subió a 133 en dos días; a 198 en las siguientes dos jornadas; el día 7 ya eran 250 los infectados para pasar a 333 el sábado 9.
Lejos de mejorar el panorama, según un informe del Comité de Crisis del Barrio Padre Mugica, se registraron 462 contagios el 11 de mayo, número que subió a 571 dos días después.
El 15 de mayo los infectados fueron 764, dos días después ascendió a 913 para llegar a 1045 el 19 de ese mes y a los actuales 1.225. O sea, la duplicación de contagios se dio, en las últimas jornadas, cada aproximadamente siete días. Muy lejos de la brecha de 15 a 25 jornadas planteadas para la Fase III del desconfinamiento social.