Sasha Ávila del otro lado del teléfono parece tener la entereza de una persona de 40 años. El coronavirus causó la muerte de su madre, su padre, su tío y su abuela dejándola a ella de 18 años y sus cuatro hermanos casi sin familia. En una nota con El Destape pide tomar conciencia de los efectos del virus y denuncia que los hospitales necesitan más médicos y más insumos.
"Me duele ver su ropita ahí y saber que no están mal. Tomás conciencia de lo que pasó", cuenta Sasha Ávila, quien tiene un hermano de 12 años y tres hermanas de 16, 19 y 30 años que quedaron al cuidado de su tío.
Las muertes por coronavirus en la familia comenzaron el 4 de septiembre con el fallecimiento de su abuela Flora Espinoza de 93 años. El 14 murió su madre Mabel Levandosky de 50 años que tenía fibrosis pulmonar y quien estuvo internada en una Unidad de Pronta Atención (UPA) de donde fue derivada a la clínica Medical Center de Avellaneda.
MÁS INFO
Su tío Carlos Ávila de 68 años falleció el 22 de septiembre en Medical Center, tenía EPOC y asma. Su padre, el profesor de matemáticas Javier Ávila, de 64 años y reconocido por su lucha contra las injusticias de la obra social IOMA, murió el 24 de septiembre tras estar internado 20 días. Javier tenía asma, EPOC y necesitaba oxigeno para respirar.
"A mí papá lo pude ver detrás de un vidrio. Él no podía verme, porque estaba sedado y entubado. En un principio yo creí que se habían confundido, que ese no era mi papá, pero una médica me dijo que era él. Le faltaba pelo, estaba pálido, hinchado en algunas partes y estaba flaco en otras. Lloré y la médica me abrazó y me dijo la verdad: el 80 por ciento de los entubados no sobrevive. Él no sobrevivió", se emocionó Sasha.
La joven dice que su padre, su madre y su tío podrían haber tenido más oportunidades de sobrevivir si le hubieran dado plasma. Además cuenta que sintió abandono al verlo en la clínica UPA de Fiorito, donde dice que faltaban frazadas, comida y agua. "Los médicos van de acá para allá, hacen falta más profesionales, pero de ellos no hay nada que criticar, porque fueron muy humanos conmigo", sostuvo.
"Mi hermano de 12 años está muy mal, ayer lo vio una psicóloga cuando fuimos a la asistente social. Él era muy apegado a mi mamá y lo está sintiendo", comenta Sasha. Ella y sus hermanos tuvieron coronavirus, aunque no les hicieron los hisopados. Padecieron los síntomas: tos seca y reiterada, cansancio, diarrea, dolor de cabeza y corporal.
"Ahora cuando camino me canso mucho. Yo antes hacía gimnasia, pero ahora me cansa hasta caminar", dice Sasha. La joven pide que los responsables de no haber dado el plasma a sus familiares y no haberle proporcionado los medios necesarios para su tratamiento "den la cara".
Sasha dice que hay algo destacable en medio de la tragedia: la ayuda de los vecinos. "Eso es la conciencia de clase, ellos están en la misma situación que nosotros, pero tiene empatía y colaboran con mercadería. Eso conmueve y reconforta".
La famila de Sasha recibe donaciones. Para comunicarse, dejamos su cuenta de Instagram: https://www.instagram.com/tv/CFn957AJpEv/?utm_source=ig_embed