Esta mañana, la fiscal de feria de La Carlota, Georgina Osella, le entregó a Silvana Montenegro, los restos de su hija Sofía Agustina Bravo, la joven trans de 26 años de edad que fue asesinada la madrugada del sábado 7 de enero pasado. La víctima será sepultada en las próximas horas en el cementerio de Marcos Juárez, donde viven su mamá y tres hermanos, quienes siguen reclamando Justicia, pero también por la aplicación real del cupo laboral trans. Por el crimen está preso un camionero oriundo de Corrientes.
Sofía era una trabajadora sexual que, según su mamá, quería dejar de serlo. Por eso, ahora la familia quiere poner el foco también en la necesidad de que "se implemente el cupo laboral trans". "Sofía luchaba por el cupo y nunca fue escuchada. Quería dejar ese trabajo que estaba haciendo, pero nunca logró ingresar en el cupo laboral trans. No queremos que este asesinato quede impune y que le pase lo mismo a más Sofías en el mundo, no queremos más víctimas”, contó su mamá, quien vive en Marcos Juárez, una rica ciudad ubicada a 260 kilómetros al sudeste de esta capital.
En paralelo, Santiago, hermano mayor de la víctima, también exigió “que se cumpla el cupo laboral trans y que la sociedad tome conciencia de que el cupo laboral trans le da dignidad a las chicas como mi hermana. Se podría haber salvado una vida”.
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Sofía Bravo vivía en La Carlota, una pequeña ciudad de 15 mil habitantes ubicada a 270 kilómetros al sur de esta Capital, en el departamento Juárez Celman. Tras varios intentos por conseguir empleo formal, se ganaba la vida como trabajadora sexual. La última vez que la vieron, partía al atardecer hacia el cruce de la Ruta Nacional 8 y Ruta Provincial 4, el lugar donde su cuerpo fue encontrado el pasado sábado 14 de enero. Estaba irreconocible.
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Poco más de una semana antes, el viernes 6 de enero, la joven le había dicho a Silvana, su mamá, que iría a visitarla el sábado a Marcos Juárez y para ello tomaría dos colectivos interurbanos: a las 10 tomaría el primero hasta Villa María –queda a 117 kilómetros- y desde allí otro hacia Marcos Juárez para completar los 110 kilómetros restantes. Sofía y Silvana se encontrarían cerca de las 16 para compartir el fin de semana en familia. La chica nunca llegó.
Al no tener novedades de su hija, el sábado 7 a la tarde, la madre de Sofía realizó una denuncia por desaparición de persona. El fiscal de feria de La Carlota, Walter Guzmán, ordenó la búsqueda. Se analizaron las cámaras de las terminales de ómnibus de La Carlota, Villa María y Marcos Juárez y no se detectaron movimientos extraños.
El viernes 13, el fiscal Guzmán ordenó rastrillajes por la zona donde Sofía trabajaba: se peritó la zona con perros adiestrados y drones en dos estaciones de servicio y un predio donde los camioneros estacionan sus vehículos. Los investigadores tenían un dato: Sofía se había fotografiado pasada la medianoche del viernes 6 a bordo de un camión. También fotografió al chofer.
Camionero detenido
Siguiendo esa pista se identificó a un sospechoso, Rodrigo Nicolás Espíndola (22), un camionero correntino que vivía en La Cesira, un pueblo cercano. Luego de la desaparición de Sofía, Espíndola renunció a su trabajo y viajó en ómnibus hasta Lavalle, una localidad de Corrientes donde vive su hermana.
El sábado 14 cerca de las 16 comenzó el rastrillaje en la zona de la rotonda de La Carlota, que terminó cerca de las 20, cuando fue hallado el cuerpo de Sofía, en avanzado estado de esqueletización. Ese mismo sábado, mientras policías con perros buscaban a la chica trans desaparecida, policías cordobeses apoyados por policías de Corrientes detenían en una ruta de Lavalle a Espíndola. El sospechoso intentó escapar a la carrera, pero luego se entregó sin resistirse. Ya había sido allanada la vivienda que ocupaba en La Cesira y allí informaron que hacía varios días que no lo veían.
En un allanamiento realizado en el domicilio de la hermana del detenido, encontraron una carta dirigida a su madre. Fuentes de la investigación confiaron a El Destape que Espíndola presentaba algunas lesiones, en el cuello y en las muñecas, posiblemente un intento de suicidio.
La autopsia del cuerpo de Sofía se realizó en el cementerio de Río Cuarto –habitualmente se practican en el Hospital San Antonio de Padua- debido a la contaminación por los días pasados en la intemperie. El prestigioso forense Martín Subirachs le informó al fiscal de feria Guzmán que en los restos óseos no se hallaron lesiones compatibles con golpes o disparos de arma de fuego. También, por los tatuajes en la espalda, Subirachs identificó extraoficialmente el cuerpo y solicitó pericias genéticas para confirmar que se trata de Sofía Bravo. A la vez que le solicitó al fiscal Guzmán una segunda autopsia en Córdoba, para tratar de determinar las causas efectivas de la muerte, ya que en el Instituto Médico Legal (IML) de Córdoba cuentan con aparatología que no hay en Río Cuarto.
Los análisis realizados en el IML, que incluyeron placas radiográficas y estudios a cargo de una odontóloga forense y de la antropóloga Anahí Ginarte –es especialista del Equipo Argentino de Antropología Forense-, tampoco pudieron determinar la causa efectiva de la muerte. La investigación a cargo del fiscal Guzmán, “en base a las circunstancias del hecho y a las pruebas reunidas” apuntan a que Espíndola ahorcó a Sofía y se deshizo del cuerpo. Luego se dirigió a La Cesira. Horas después se presentó a su lugar de empleo, renunció y huyó hacia la provincia de Corrientes, donde fue detenido. El lunes 16, con el caso cerrado, Guzmán tomó licencia y lo reemplazó la fiscal Georgina Osella, encargada de devolverle los restos de Sofía a su familia.
El próximo sábado 21 de enero, en las calles de La Carlota se realizará una marcha exigiendo justicia por el transfemicidio de Sofía Bravo: “Exigimos que se investigue y que se castigue a quien perpetró este hecho abominable. Los crímenes de odio no sólo ofenden a la víctima sino que nos amenazan a todas las diversidades, nos envían un mensaje disciplinador y nos dicen que nuestros cuerpos y nuestras voces no valen”, denunciaron desde el colectivo Diversidad La Carlota.