Un pelotón de bomberos combatió diversos focos de incendios en una zona serrana muy cercana a la localidad ubicada en el centro oeste de Córdoba. Sin embargo, por momentos las llamas eran incontrolables, ya que quedaban a menos de cien metros de las casas. Ante esto, las autoridades enviaron a los aviones hidrantes a la zona, donde no se registran lluvias desde el pasado mes de marzo.
El Ministerio de Seguridad de Córdoba precisó que en esa ciudad se desplegaron 33 bomberos para lograr controlar el perímetro del fuego y así evitar que las llamas destruyeran las casas, mientras que un avión FireBoss los apoyó desde el aire en la zona de operación del Lago San Roque.
“Estoy asustada, dependemos de los bomberos y de la Virgen porque atrás de la montaña está la gruta de Lourdes. Soy de Banfield, pero hace cinco años que vivo acá. Esto nunca lo vi”, expresó una vecina de Villa Carlos Paz.
Por su parte, el director de Defensa Civil de Córdoba, Diego Concha, indicó: “Evacuamos a 26 vecinos e internamos a tres bomberos, uno con problemas respiratorios y los otros dos con quemaduras”.
Sin embargo, la villa turística no fue la única afectada por los incendios. En la zona de Los Quebrachitos, cerca de Unquillo, en las Sierras Chicas, combatieron las llamas 40 efectivos con el apoyo de dos aviones hidrantes.
Además, la situación climática no ayuda, ya que a la falta de lluvias desde marzo se han sumado en las últimas horas los pronósticos sobre fuertes vientos, que podrían ocasionar la propagación de los focos. Entretanto, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) informó que se registraron otros focos de incendios en las provincias de Salta, San Luis, Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos.
Ya se quemó 2,5 veces la superficie de CABA
Trece días de incendios forestales en la provincia de Córdoba arrasaron con más de 40 mil hectáreas de bosque nativo, algo así como 2,5 veces la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
En la provincia de Córdoba sólo queda el 3% del bosque nativo. En el último medio siglo, la predación acabó con gran parte del medioambiente y el sistema natural de biodiversidad; ampliándose exponencialmente la superficie de sembradíos.