Dos cordobeses que ayudaban a los bomberos voluntarios a apagar los incendios forestales en las serranías murieron en las últimas horas en Córdoba. Las dos víctimas son oriundas del Valle de Punilla. Desde 2008 que no había víctimas fatales en el combate de incendios.
El jueves había muerto José Roble (54), el dueño de Parada 5, una parrilla muy conocida de Villa Carlos Paz. Estaba apagando un incendio en la zona de Las Jarillas que amenazaba con quemar su casa, cuando se descompensó y murió. Roble había sido convocado por vecinos para que ayudara con su camioneta a trasladar agua. El jueves estaba desmalezando el lugar para hacer una picada cortafuego –terreno sin vegetación para que las llamas no avancen- cuando se intoxicó con monóxido de carbono provocado por el incendio. Se desvaneció y fue trasladado al hospital de Villa Carlos Paz y derivado al Hospital San Roque, donde murió.
Mientras que ayer murió en el Instituto del Quemado que funciona en el Hospital Córdoba, Cristóbal Varela Salas (35), quién vivía en la localidad serrana de San Esteban. El jueves había sido trasladado en helicóptero desde la zona del río Pinto, cerca de La Cumbre, donde participaba junto a otros vecinos del combate contra el fuego.
Los bomberos lo rescataron del piso, estaba agonizando y con el 95% de su cuerpo con quemaduras. Moisés Azize, director del Instituto del Quemado, había confirmado horas antes de su muerte que el estado de salud del paciente era “muy grave”. Varela salas era titiritero y actor. A través de sus redes sociales, la Asociación Argentina de Arctores despidió a Varela Salas: “Lamentamos el fallecimiento del titiritero y actor Cristóbal Varela Salas. Perdió su vida luego de sufrir graves quemaduras al colaborar solidariamente en el control del fuego en la provincia de Córdoba. Perteneció al elenco de titiriteros del Complejo Teatral Buenos Aires y desarrolló una nutrida actividad artística y educativa. Nuestras condolencias a sus familiares y amistades, acompañándolos en este triste momento”.
El Centrode Operaciones en Emergencia (COE) autorizó el viaje de los familiares de la víctima desde Buenos Aires y Chile. El director de Defensa Civil de la Provincia, Diego Concha, lamentó las muertes de los vecinos y advirtió que no enfrenten las llamas: “Son incendios muy complicados, con llamas de hasta 15 o 20 metros. El riesgo es muy alto si no se entiende cómo se desenvuelve el fuego. Hay muchas formas de ser solidario, y las aplaudimos, pero no trabajando en los frentes”.
En 2008, el bombero Mauro Ceballos (21) murió al volcar el camión cisterna en el que viajaba para llegar a tiempo a un incendio desatado en la zona de Candonga, en las Sierras Chicas. Tres años antes, en 2005, en el paraje Atos Pampa, en la zona de Calamuchita, murieron los hermanos Luciano y Pablo Clérico cuando intentaban apagar un incendio en un campo familiar.
Y en 2003, el maestro rural Héctor Moyano, murió cuando intentaba proteger del fuego la escuela donde daba clases, en Bosque Alegre.
El fuego sigue activo en la zona del Río Pinto, mientras que ya están contenidos los incendios de la zona rural de Villa Carlos Paz: Villa Independencia y barrio los Inquilinos; Estancia Santa Rosa, Las Jarillas, San Antonio y San Clemente.
También están contenidos el foco ubicado entre Pampa de Olaen y Characato y un frente de 15 kilómetros que iba hacia Alta Gracia y el de Malagueño.
La fiscal Paula Kelm de Cosquín allanó la sede en La Cumbre de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) para determinar si el fuego se inició por la caída de un poste. Mientras que el Ricardo Mazzuchi de Villa Carlos Paz investiga si el incendio en Bosque Alegre fue intencional.