Crimen de Susana Montoya: la Justicia confirmó la prisión preventiva de su propio hijo

El juez Pablo Agustín Cafferata rechazó las nulidades planteadas por la defensa y consideró suficientes las pruebas presentadas por la Fiscalía para que Albareda continúe detenido.

21 de diciembre, 2024 | 17.17

La Justicia de Córdoba rechazó los pedidos de nulidad de la defensa y confirmó la prisión preventiva para Fernando Armando Albareda, hijo y principal sospechoso del asesinato de Susana Montoya, ocurrido el 1 de agosto en su hogar de Ampliación Poeta Lugones, en Córdoba.

El juez Pablo Agustín Cafferata rechazó las nulidades planteadas por la defensa y consideró suficientes las pruebas presentadas por la Fiscalía para que Albareda continúe detenido. En un fallo de 44 páginas se detallaron pruebas que incluyen testimonios, evidencia forense y análisis técnicos que plantean la participación del imputado en el crimen. 

Según la investigación, el detenido habría intentado asesinar a su madre cuando estaba en su domicilio y luego intentando desviar la pesquisa, dejando mensajes amenazantes en las paredes de la vivienda y realizando llamadas telefónicas falsas. 

El 1 de agosto pasado, Albareda denunció haber encontrado muerta a su madre dentro de su casa del barrio Ampliación Poeta Lugones con signos de violencia y tras haber recibido amenazas negacionistas en la previa de su asesinato. Su madre era esposa de un militante del Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP), Ricardo Fermín Albareda, desaparecido en Córdoba durante la última dictadura. El hecho causó conmoción, pero dio un giro inesperado cuando la Justicia informó que el principal sospechoso era su propio hijo.

Según la Fiscalía, el crimen habría sido motivado por resentimientos personales y ambiciones económicas relacionadas con un reclamo administrativo. Además, se señaló el alto riesgo de fuga y la posibilidad de obstrucción de la investigación.

Las pruebas para mantener su detención

Entre las pruebas presentadas, se validaron las declaraciones de testigos clave, como el oficial Nahuel Ochoa, quien aportó detalles cruciales sobre la "secuencia de imágenes" que vinculan a Albareda con el lugar del crimen.

Fue el agente quien "aportó el análisis de los elementos probatorios de relevancia para el esclarecimiento del caso y que llevaron a sospechar con gravedad que Fernando Armando Albareda no era ajeno al hecho que culminó con la muerte de su madre", afirma el documento.

En tanto, Ricardo Albareda, hermano del acusado, quien expresó: "Creo que él tuvo mucho que ver. Conozco a Fernando y lo veo capaz de hacer algo así".

También declaraciones de su esposa, que lo ubicó en un lugar distinto al de los hechos, pero con inconsistencias, además del análisis de conversaciones telefónicas entre la víctima y el imputado. Por otro lado, las huellas dactilares de Albareda y los mensajes escritos con lápiz labial en las paredes también fueron clave.

"Albareda, con la intención de no ser descubierto y de confundir la pesquisa del hecho que acababa de cometer, escribió mensajes intimidatorios en contra de su familia en una pared del interior de la vivienda, en los siguientes términos: 'Los vamos a matar a todos. Ahora van tus hijos. HDP. #Policía'", utilizando lápices labiales de la víctima.

Para la Justicia, Albareda intentó "desviar la investigación" con supuestos llamados telefónicos realizados por la víctima con "su mendacidad expuesta al momento de poner en conocimiento de la autoridad policial lo acontecido y replicarlo a través de los medios de comunicación", con lo que intentó generar "conmoción social a nivel local y nacional".

Así, el juez determinó que las pruebas presentadas por la fiscalía eran suficientes para mantener la prisión preventiva, rechazando las nulidades y considerando que la defensa no logró desvirtuar la solidez de la acusación.

Intentos de nulidad rechazados

La defensa había solicitado anular las declaraciones testimoniales de Albareda del 4 de agosto, argumentando que fue tomada cuando ya era sospechoso, sin asistencia legal, y que la firma digital de la Ayudante Fiscal fue realizada un día después. El juez, sin embargo, consideró que estas irregularidades no vulneraron el derecho de defensa del acusado.

"La denuncia de los vicios alegados solo procederá si se demuestra una vulneración efectiva de las posibilidades defensivas del imputado, lo que en este caso no ocurrió", afirmó el fallo.