“No existen indicadores de riesgo de fuga”, fueron los argumentos del Ministerio Público Fiscal (MPF) de la provincia de Córdoba para liberar al hombre que, accidentalmente, mató a su hijo de 20 años con una escopeta en la Capital tras confundirlo con un ladrón. Las autoridades también modificaron la acusación a homicidio culposo, de acuerdo a lo dispuesto por el fiscal de la causa, Gonzalo Berrotarán.
El trágico hecho sucedió este sábado cerca de la medianoche, cuando Víctor Hugo Pérez Padilla (49) escuchó ruidos en el patio de su vivienda ubicada en calle Del Moxeno 44. Al asomarse, según fuentes policiales, observó sombras y movimientos de personas, por lo que decidió tomar una escopeta calibre .16 de doble caño y efectuar al menos dos disparos contra una silueta. Luego, empezaron a escucharse gritos y pedidos de auxilio.
La desesperación se apoderó de su persona cuando comprobó que el joven herido era Rodrigo Pérez Marcani, su hijo de 20 años. Inmediatamente, el hombre llamó a su esposa y, juntos, lo cargaron en el Fiat Duna Weekend de la familia y lo trasladaron al Hospital Elpidio Torres, pero el cuerpo médico no pudo hacer nada para salvar la vida del chico: Rodrigo falleció producto del impacto en un omóplato.
Pérez Padilla se marchó del hospital, fue hasta la casa, buscó la escopeta y, en una crisis nerviosa, se entregó a la Policía. El hombre, que es un trabajador de la zona, quedó detenido y, por orden de la Fiscalía, se comisionó a personal policial a realizar distintas averiguaciones para colaborar con la Policía Judicial. La primera hipótesis sostiene que se trató de un accidente en medio de la confusión.
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Pocos días después, el MPF explicó que "la Fiscalía de Violencia Familiar N°5 dispuso modificar la calificación legal por el hecho ocurrido el sábado 30 de noviembre de 2024 en una vivienda de barrio Guiñazú, de la ciudad de Córdoba, tipificado en un primer momento como homicidio calificado por el vínculo por la de homicidio culposo”.
A su vez, ordenaron la libertad del imputado, en atención a que no existen indicadores de riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación. En consecuencia, "el proceso continuará su curso con el imputado en libertad mientras se practican el resto de las medidas probatorias pertinentes”. De esta manera, Padilla Pérez dejó de permanecer en el Establecimiento Penitenciario N°9, donde había sido alojado después del trágico episodio ocurrido durante la noche de este sábado.
Caso Aralí Vivas: los acusados se negaron a declarar
Los acusados por el asesinato de Aralí Vivas, la niña de 8 años asfixiada y abusada sexualmente previo a incendiar la casa para ocultar el crimen, se negaron a declarar ante la fiscal de Morteros, Yamila Di Tocco. Se trata de los detenidos Matías Ezequiel Simeone (33), pareja de la madre de la víctima, y Cristian Hernán Varela (40), su amigo.
Ambos están acusados de homicidio criminis causa, un delito por el que podrían recibir una condena a prisión perpetua. "Ambos se negaron a ampliar declaración", revelaron desde el Ministerio Público Fiscal (MPF), según medios cordobeses. El fiscal sigue investigando e incorporando pericias a la causa.
El pasado 2 de noviembre, Aralí fue asesinada dentro de su vivienda que compartía con los hermanos más chicos en una ciudad cordobesa, Brinkmann. Tras las inspeccions y pesquisas, la investigación determinó que la casa fue incendiada de forma intencional para ocultar el crimen y el cuerpo de la niña, que había sido abusada sexualmente, según determinó la encuesta, que halló material genético masculino de ambos detenidos.
Además de los dos detenidos mencionados, se encuentra imputada la madre de la niña, Rocío Milagros Rauch (28), bajo la carátula de "homicidio calificado por el vínculo". En su indagatoria, negó su rol en el hecho y se abstuvo de seguir declarando.