El dolor de rodilla y los huesos débiles son uno de los mayores problemas de salud que enfrenta la mayoría de la gente, en especial los adultos mayores. A partir de los 50 años, los huesos comienzan a debilitarse, y es por esto que es fundamental el consumo de una semilla en particular que sirve para fortalecer los huesos y prevenir la osteoporosis.
Existen algunas semillas que son ideales para solucionar ciertas dolencias o problemas de salud. Las rodillas son especialmente delicadas, ya que con el paso de los años, se vuelven más vulnerables. Es por esto que los médicos aconsejan llevar una alimentación adecuada, rica en nutrientes que beneficien a los huesos y los vuelvan más fuertes.
Cuál es la semilla ideal para el dolor de rodilla y de huesos
Se trata de las semillas de chía, que se volvieron muy populares en los últimos años gracias a sus múltiples beneficios. Estas semillas son muy pequeñas, pero tienen muchas propiedades beneficiosas para el cuerpo. Son ricas en calcio y magnesio, lo que las convierte en excelentes aliadas para combatir y prevenir las dolencias en los huesos. Por esta razón, se aconseja consumir todos los días, en especial en mayores de 50.
Tanto el calcio como el magnesio fortalecen los huesos y articulaciones. Además, el magnesio repara los tejidos óseos dañados con el desgaste y a prevenir la calcificación de los huesos. Por otro lado, su alto contenido en ácidos grasas omega-3 las convierte en un súper alimento, capaz de reducir la inflamación del organismo.
Otros beneficios de las semillas de chía
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Son buenas para el corazón: su contenido en omega-3 hace que sean muy beneficiosas para la salud cardiovascular, ya que además, regulan el colesterol alto.
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Previenen el estreñimiento: son ricas en fibra, por lo que son ideales para personas que sufren de constipación. Se aconseja beberlas en un vaso de agua todas las mañanas.
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Fortalecen los músculos y huesos: tienen calcio, magnesio, potasio, fósforo y otros minerales muy beneficiosos para los músculos y los huesos.
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Controlan los niveles de azúcar en sangre: como ralentizan la absorción de carbohidratos, son fundamentales para controlar los niveles de glucosa.
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Ayudan a mantenerse hidratado: las semillas de chía ayudan a mantenerse hidratado, ya que el gel que se forma cuando se remojan en agua ayuda a la hidratación. Por esta razón, son ideales para deportistas o para beber antes de entrenar.
Cómo consumir semillas de chía
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Remojadas en agua
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En forma de chía pudding (remojadas en yogur o leche, y además, se le pueden agregar frutas o frutos secos)
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Con yogur y frutas o frutos secos
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Arriba de ensaladas
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Para preparar panes y postres
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Para reemplazar el huevo
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En batidos
MÁS INFO
Cuál es la receta sana y rica que reemplaza al yogur
Se trata del chía pudding. Este postre solamente se prepara a base de dos ingredientes: semillas de chía (que se consiguen en cualquier dietética) y leche. Si tenés intolerancia a la lactosa, podés usar leche deslactosada, y si sos vegano, podés usar cualquier leche vegetal. Estos dos ingredientes serán la base del postre, pero adicionalmente, le podés agregar frutas, semillas y/o frutos secos para hacerlo más interesante y rico.
Receta de chía pudding
Ingredientes
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1 vaso de leche (animal o vegetal)
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2 cucharadas de semillas de chía
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Endulzante a gusto (puede ser azúcar o edulcorante, aunque se recomienda stevia, ya que es más saludable)
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Fruta cortada (opcional, por ejemplo, puede ser frutillas, bananas, frutos rojos, kiwi, naranja, manzana o la que se te ocurra)
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Frutos secos y/o semillas (opcional, pueden ser almendras, nueces, granola, entre otros)
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1 cucharada de yogur (opcional)
Preparación
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Lo primero que vas a hacer es agarrar un vaso, llenarlo de leche y verter las dos cucharadas de semillas. Si te quedó muy líquido y te gusta más sólido, podés agregarle más.
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Luego, agregar el endulzante, revolver y llevar a la heladera. Lo ideal, para que la chía libere todas sus propiedades, es dejarla en la heladera toda la noche. De esta forma, su textura se volverá viscosa, parecida a una gelatina.
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Si querés que te quede más cremoso, podés agregarle 1 cucharada de yogur.
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Una vez que lo saques al día siguiente, lavá y cortá la fruta y añadí los frutos secos o semillas (opcional).
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¡Listo! Ya tenés un postre delicioso que te puede durar toda la semana.