El agua es la bebida por excelencia recomendada por todos los profesionales de la salud, quienes además, aconsejan beber 2 litros diarios para mantenerse bien hidratado. Sin embargo, muchas personas eligen reemplazarla por bebidas como jugos o gaseosas.
Tomar agua tiene numerosos beneficios para la salud. Primero y principal, ayuda a mantenerse hidratado de manera adecuada. Además, favorece a la digestión, ya que contribuye al movimiento intestinal; mejora la absorción de nutrientes; regula la temperatura corporal; mejora los niveles de energía y favorece la salud de los riñones. A pesar de todo esto, muchas personas eligen beber jugos o bebidas gaseosas, sin conocer las consecuencias de esto.
Qué pasa si en vez de tomar agua tomo gaseosa o jugos todos los días
No beber nada de agua, y en cambio, tomar todos los días gaseosas o jugos, puede tener grandes riesgos para la salud. Algunos de ellos son:
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Deshidratación: el agua es la única bebida que promueve una hidratación correcta. Muchas gaseosas generan un efecto diurético debido a su contenido en cafeína, generando que se pierdan más líquidos de los que se absorben. Esto puede llevar a la deshidratación. Además, su contenido en azúcares y edulcorantes contribuye a esto.
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Problemas digestivos: no tomar agua y reemplazarla por jugos o gaseosas puede generar un desequilibrio en la microbiota intestinal, ya que los azúcares fermentan y promueven el crecimiento excesivo de bacterias consideradas "malas". Con el correr del tiempo, esto puede derivar en problemas intestinales, como SIBO (Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado). Además, si esto se hace, se es más propenso a la constipación y la mala digestión.
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Aumento de peso y de colesterol: tomar jugos y gasoesas en exceso puede contribuir notablemente el aumento del peso corporal. El azúcar contenido en estas bebidas es bastante alta, lo que puede llevar a un aumento de colesterol o de peso.
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Riesgo de enfermedades como diabetes o problemas cardíacos: consumir gaseosas y jugos en exceso incrementa la presión arterial, y por ende, el riesgo a problemas cardíacos. Asimismo, aumentan las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
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Falta de nutrientes: no tomar agua y reemplazarla por estas bebidas puede generar una deficiencia nutricional, ya que es el agua lo que ayuda a absorber los nutrientes.
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Problemas en los huesos: el consumo regular de jugos y gaseosas puede debilitar los huesos y aumentar el riesgo de osteoporosis, debido a su contenido de acido fosfórico.
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Problemas renales: este tipo de gasoesas hacen que los riñones tengan que trabajar de más, y por esta razón, se pueden generar piedras, conocidas como cálculos renales.
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Problemas dentales: además, elegir estas bebidas puede generar caries o dañar el esmalte dental.
Qué pasa si tomo mucho mate: los efectos adversos de la yerba mate
El mate es la infusión popular típica por excelencia en Argentina y en varios otros países de América Latina. Esta popular bebida no solamente es elegida por los argentinos por su sabor, sino por lo que representa culturalmente. Sin embargo, no se aconseja tomar mate en grandes cantidades.
La yerba mate tiene compuestos beneficiosos, como vitaminas, minerales y antioxidantes. Sin embargo, también tiene otras sustancias nocivas, como hidrocarburos aromáticos policíclicos, que son compuestos cancerígenos que aparecen durante el proceso de secado de las hojas, taninos y cafeína. Por esta razón, algunos de los efectos secundarios del mate son:
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Palpitaciones y aumento de la presión arterial: la yerba mate contiene altos niveles de cafeína, y al igual que el café, debe consumirse por moderación. La cafeína, en grandes cantidades, altera al sistema nervioso, provocando síntomas como palpitaciones y aumento de la presión arterial. Si se tienen problemas cardíacos, se recomienda evitar el mate.
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Ansiedad: la ansiedad es otro efecto adverso muy común causado por la cafeína presente en el mate. Es muy común que las personas experimenten nerviosismo y ansiedad durante el consumo de esta bebida, especialmente si se toma en grandes cantidades.
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Insomnio: la cafeína también puede provocar insomnio. Por esta razón, no se aconseja beber mate de noche, especialmente si se tienen problemas para dormir.
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Problemas gastrointestinales e intestinales: uno de los efectos adversos más comunes del mate son los gastrointestinales, como acidez, náuseas, reflujo, dolor en boca del estómago, diarrea, entre otros. El mate, especialmente en personas sensibles del estómago y los intestinos, puede generar todos estos síntomas debido a su cafeína. Si se tiene síndrome de colon irritable, gastritis, úlceras estomacales, SIBO u otras condiciones, lo mejor es evitar su consumo.
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Convulsiones: la cafeína de la yerba mate puede provocar convulsiones en personas que sufren de esto. Si alguna vez se tuvo convulsiones, no se recomienda beberlo en grandes cantidades.
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Glaucoma: la yerba mate también puede aumentar la presión ocular. Si se tiene glaucoma, se aconseja evitar esta bebida o beberla con mucha moderación.
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Trastornos hemorrágicos: el mate también puede causar trastornos hemorrágicos, ya que la cafeína retarda la coagulación sanguínea.
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Osteoporosis: la cafeína del mate aumenta la cantidad de calcio que se elimina en la orina, llevando en muchos casos, a la debilitación de los huesos. Si se sufre de esto, se recomienda no beberlo en grandes cantidades.
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Diabetes: la cafeína también altera el nivel de azúcar en sangre. Por esta razón, se debe evitar si se sufre de diabetes.