Más allá de lo que pueda generar notarse un bulto en el pecho, los nódulos mamarios son muy frecuentes y en la mayoría de los casos no son cáncer. De hecho, según distintos estudios, se ha demostrado que entre el 80% y el 90% son benignos. Las causas por las que se puede detectar un bulto son diversas y no siempre producen algún tipo de dolor en los senos.
Por esta razón, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los diferentes ginecólogos recomiendan que se debe prestar especial atención a las diferentes alteraciones que se encuentren en la zona durante las actividades de la vida diaria, como ducharse o vestirse. Si bien lo más probable es que no sea cáncer, no hay que ignorarlos y nunca se debe dejar de acudir al médico para llevar un control constante.
Un nódulo mamario puede presentarse debido a varias causas: abscesos, quistes y fibroadenomas. Los abscesos, bultos enrojecidos que pueden notarse con temperatura ante el tacto, se forman cuando se acumula pus dentro de la mama y puede ser la consecuencia de una infección bacteriana, ya que estas penetraron en el tejido mamario o porque los conductos de leche se bloquearon. Puede darse a cualquier edad, especialmente en mujeres embarazadas y lactantes. Su tratamiento es sencillo: debe ser drenado.
Los quistes, en cambio, son acumulaciones de líquido en la mama en forma de "bolsas". Son una de las causas más frecuentes de nódulos y a diferencia del caso anterior, el líquido interno no está infectado. Ante la aparición de un quiste, puede sentirse dolor en el pecho y pueden darse aumentos o disminuciones del tamaño de la mama. Suelen presentarse entre los 30 y los 60 años de edad, no tienen un tratamiento concreto pero pueden drenarse si son muy molestos.
Por último, el fibroadenoma se forma a partir de la glándula mamaria normal y crece de forma irregular, similar a un bulto. Suelen medir entre 1 y 3 centímetros, usualmente son asintomáticos pero pueden sensibilizar la zona durante el período menstrual. Son los tumores benignos más frecuentes en las mujeres, muy probables en las jóvenes antes de cumplir 35 años aunque pueden aparecer a cualquier edad. Lo único que se realiza es una biopsia para obtener un diagnóstico correcto.
Otros tipos de nódulos o bultos mamarios
Más allá de los anteriormente nombrados y los cambios fibroquísticos que se dan durante el período menstrual, también ocurren otro tipo de alteraciones en las mamas. Los quistes grasos suelen estar causados por una herida en el tejido graso de la mama, a causa de un golpe o una operación. Es común que desaparezcan solos, no causen demasiado dolor en la zona y la piel puede inflamarse o tener enrojecimiento.
Los lipomas son nódulos benignos, formados por grasa, similares a los que se presentan en otras partes del cuerpo. Se diagnostican a través de una mamografía o ecografía y no necesitan tratamiento a noser que causen algún tipo de molestias. Por otro lado, la adenosis de la mama está causada por el aumento de la cantidad de glándulas productoras de leche. Ante estos casos, solo se necesita realizar un seguimiento.
Otra de las variantes son los papilomas intraductales, tumores verrugosos benignos que se forman en los conductos de la leche. Pueden ser dolorosos y, si está cerca del pezón, que salga líquido claro o sanguinolento (algo común). De todas formas, siempre es necesario realizar biopsias y si es necesario, extirparlos. Los tumores filodes de la mama son tumores mamarios raros, también benignos pero con algunos malignos y que suelen ser dolorosos. El tratamiento es igual al caso anterior.
Por último está la ectasia ductal que se produce en mujeres de más de 50 años de edad y está causada por un engrosamiento de las paredes de los conductos mamarios. Puede ser asintomática, también puede haber una supuración de un líquido viscoso verdoso o negro, enrojecimiento y algunos dolores cuando se inflama la zona. Si se forma un nódulo duro, se necesitará una biopsia para descartar cáncer. Si bien ninguno implica tener la enfermedad, en el caso de que sea maligno, el médico tomará las medidas necesarias para un tratamiento eficaz.