Una de las enfermedades que más personas se llevan alrededor del mundo por año es el cáncer, en todas sus formas. Por eso, cada 4 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer con el objetivo de aumentar la concientización y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad.
El cáncer abarca un numeroso grupo de enfermedades que se caracterizan por el desarrollo de células anormales, que se dividen, crecen y se diseminan sin control en cualquier parte del cuerpo. Mientras las células normales se dividen y mueren luego de un período de tiempo programado, la célula cancerosa o tumoral pierde la capacidad para morir y se divide casi sin límites. Esta multiplicación en la cantidad de células hace que se formen unas masas, denominadas “tumores” o “neoplasias”, que en su expansión pueden destruir y sustituir a los tejidos normales.
Es bueno aclarar que no todos los cánceres forman tumores y que no todos los tumores son malignos (cancerosos). Existen los denominados benignos, que crecen muy lento y no se diseminan ni infiltran los tejidos. En los últimos años, el número de tumores diagnosticados creció notablemente por dos factores importantes: por un lado el aumento poblacional y por otro las técnicas de detección precoz y el aumento de la esperanza de vida. De esta manera también disminuyó el riesgo de mortalidad por cáncer.
Síntomas para tener en cuenta
Según la Sociedad española de Oncología Médica, algunos síntomas que se pueden ver ante la presencia de un tumor son muy diversas, pero siempre es mejor consultar con un médico ante la aparición de algún síntoma particular. Muchos de estos pueden ser indicadores de enfermedades mucho más leves:
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Bulto de rápido crecimiento
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Tos
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Sangrado digestivo
También es fundamental estar atentos a los siguientes síntomas, que pueden no obedecer a la presencia del cáncer pero que es mejor descartar:
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Cambios en el ritmo intestinal o urinario
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Úlceras que no cicatrizan
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Sangrados sin causa conocida
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Aparición de masas o bultos
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Dificultad para deglutir
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Tos o ronqueras persistentes
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Desnutrición progresiva sin causa aparente
La velocidad de desarrollo es diferente para cada tipo de tumor así como también para cada uno de sus momentos evolutivos. De la misma forma que las manifestaciones pueden ser de las más diversas, dependiendo de en qué parte del cuerpo se formó como de la evolución de los patrones de diseminación. La mayoría de las veces, las tumoraciones aunque sean visibles no presentan dolor.
Tipos de cáncer
El tipo de cáncer dependerá del tejido u órgano en el que se originó y dependerá de las alteraciones moleculares y celulares específicas. Según la Sociedad española de Oncología Médica, estos son los siguientes:
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Carcinomas: se originan a partir de células epiletiales, es decir, aquellas que tapizan la superficie de órganos, glándulas o estructuras corporales.
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Sarcomas: se forman a partir del llamado tejido conectivo o conjuntivo, del que derivan los músculos, los huesos, los cartílagos o el tejido graso.
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Leucemias: se originan en la médula ósea, que es el tejido que produce glóbulos rojos, blancos y plaquetas.
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Linfomas: se producen a partir del tejido linfático, como el existente en ganglios y órganos linfáticos.
A su vez, el análisis microscópico definirá los subtitpos de cáncer para su correcto tratamiento.
Qué aumenta el riesgo de cáncer
El cáncer es una enfermedad que se produce por daño en el ADN y/o en los mecanismos de regulación del mismo. Estos daños pueden ser heredado de los padres, producido por agentes externos (“carcinógenos"), o ambas cosas. En términos generales los factores externos son responsables del 90% de los cánceres, y la mitad de los mismos se producen por los siguientes factores: tabaquismo, alcohol, sobrepeso e inactividad física.
El tabaquismo es el principal carcinógeno ambiental conocido y la primera causa de cáncer de pulmón y un factor muy importante en otros como los de cabeza y cuello, esófago, estómago y páncreas. En el humo del tabaco se identificaron docenas de carcinógenos.