Chau frutas y yogur: la merienda que ayuda a regular el peso y mantenerse sano, según un nutricionista

Cuál es la mejor merienda para perder peso y llevar una dieta saludable, según un nutricionista italiano.

21 de diciembre, 2024 | 12.51

Muchas personas creen que merendar yogur y frutas es lo más saludable y mejor para bajar de peso. Sin embargo, en las últimas horas un nutricionista italiano reveló que esto no es tan así, y que si bien sí es una comida nutritiva para el desayuno y la merienda, no es la ideal para cumplir con estos dos objetivos. En este sentido, el experto explicó cuál es la mejor merienda para equilibrar el peso y llevar una dieta saludable.

El doctor Walter Antonucci, quien se encarga de difundir información sobre nutrición en sus redes sociales, respondió estas dudas y explicó por qué no son ideales el yogur y la fruta para la merienda, en especial si se quiere bajar de peso. Según el médico, estos dos alimentos no generan la saciedad suficiente y llevan a que las personas terminen picando otras comidas antes de la cena, y como consecuencia, descuidando su alimentación.

Antonucci aseguró que la mejor merienda debe ser rica en proteínas y carbohidratos, ya que las proteínas ayudan a mantener una sensación de saciedad por más tiempo, a aumentar la masa muscular y regular el azúcar en sangre, mientras que los carbohidratos dan la energía necesaria para que el metabolismo trabaje correctamente.

Cuál es la mejor merienda para mantenerse lleno y controlar el peso

  • Frutos secos, como nueces o almendras, ya que aportan energía, grasas saludables, calorías necesarias y proteínas de alta calidad.

  • Embutidos, pero no cualquiera, sino algunos como jamón cocido natural. Es importante que no sea paleta, que es más grasosa.

  • Batidos de proteína en polvo mezclados con agua o leche.

  • Huevos, ya sea duros o revueltos.

  • Palta, que aporta grasas saludables.

  • Carbohidratos como pan (preferentemente integral, de masa madre o sin gluten) o galletas de arroz.

Beneficios de la quinoa: por qué es mejor que el arroz

La quinoa es un tipo de semilla rica en hidratos de carbono, proteínas, fibras y nutrientes. Tienen un aspecto de bolitas pequeñas y se cocinan muy fácilmente. Se estima que una taza de quinoa contiene 222 calorías, 39 gr de carbohidratos, 8 gr de proteínas, 6 gr de grasa, 5 gr de fibra y apenas 1 gr de azúcar.

  • Es alta en proteínas, ideal para promover el crecimiento y fortalecimientos de los músculos.

  • Promueve saciedad, estimula el movimiento intestinal y previene la constipación. Al ser alta en fibras, es ideal para ir al baño regularmente, saciarse y evitar picoteos a lo largo del día.

  • Mejora la digestión y alimenta a las bacterias buenas del intestino. Además, la pueden consumir los celíacos y personas intolerantes al gluten.

  • Regula los niveles de azúcar en sangre, ideal para diabéticos o personas con resistencia a la insulina.

  • Regula los niveles de colesterol en sangre.

  • Promueve el desarrollo celular, gracias a su contenido de Omega 6.

  • Es una gran fuente de minerales como calcio, hierro, magnesio, potasio y fósforo.

  • Es rica en vitaminas B, C y E.

  • Previene el daño celular, ya que contiene muchos antioxidantes.

Cómo cocinar quinoa

1. Lavar

Lo primero que debes hacer es lavar la quinoa bajo el chorro de agua fría durante unos minutos, colocándola en un bol. Lavala varias veces hasta que veas que el agua sale totalmente pura. Así, estarás retirando las saponinas, unas moléculas que hacen que se ensucie y que le dan un sabor amargo.

2. Cocción

La quinoa se cocina casi igual que el arroz. Se necesitan dos tazas de agua por cada taza de quinoa. Prendé una hornalla y calentá agua con un poco de sal. Una vez que hierva, agregá la quinoa previamente lavada, a fuego medio. Aproximadamente, tarda entre 15 y 20 minutos. Tiene que duplicar su volumen original y volverse transparente. No tiene que quedar ni tan blanda ni tan dura.

3. Dejar reposar

Una vez que hierva, escurrila como hacés con el arroz. ¡Listo! Ahora dejala reposar durante unos minutos. Podés comerla fría o caliente. No la dejes a temperatura ambiente durante horas, ya que podría favorecer el sobrecrecimiento de bacterias. Lo que sobre, guardalo en la heladera cuando pasen algunos pocos minutos.