A medida que pasan los años, caminar se vuelve cada vez más fundamental para gozar de una buena salud. Especialmente a partir de los 60 años, se vuelve esencial la práctica de actividad física, así como tener un descanso reparador y comer saludablemente. Para gozar de una buena salud cardiovascular y cerebral, caminar es una actividad que no puede faltar en tu rutina.
Llegar bien a la adultez puede ser todo un desafío, pero con los hábitos correctos, esto es muy posible. Mantenerse activo y fuerte es crucial para gozar de una buena salud, tener independencia y bienestar físico y mental. Por esta razón, según los expertos hay una cantidad de tiempo mínimo que se debe caminar por día para tener una buena salud.
Cuánto hay que caminar en la adultez para gozar de una buena salud
Según las recomendaciones internacionales, los adultos mayores deben caminar mínimo 150 minutos por semana, es decir, 30 minutos por día, cinco veces a la semana. Si recién estás empezando a caminar y te cansás, basta con que empieces con 10 minutos por día y vayas subiendo la cantidad de minutos poco a poco. No hace falta que hagas grandes esfuerzos, ni tampoco la idea es que llegues exhausto. Comenzá de a poco, a un ritmo lento.
A medida que vayas incorporándolo a tu rutina, la idea es que tus caminatas tengan un ritmo fluido y algo acelerado, pero sin llegar al agotamiento, para estimular la frecuencia cardíaca. En verano, se recomienda que evites los horarios en los que el sol pega más fuerte (11 a 16), para evitar insolaciones y golpes de calor.
Beneficios de caminar
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Mejora la salud cardiovascular.
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Mejora la salud cerebral.
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Mejora la salud mental.
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Mejora la salud pulmonar.
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Fortalece los huesos, músculos y articulaciones.
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Ayuda a controlar el peso.
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Mejora la digestión.
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Fortalece el sistema inmunológico.
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Ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre.
MÁS INFO
Golpe de calor: síntomas, primeros auxilios y cómo prevenirlo
Síntomas de un golpe de calor
"Los síntomas iniciales del golpe de calor son señales de advertencia que no deben ser ignoradas. La piel caliente, a menudo seca, acompañada de mareos, desorientación, náuseas, vómitos y un dolor de cabeza intenso son indicios claros de que el cuerpo está superado por el calor. Si estos síntomas no se atienden a tiempo, pueden evolucionar hacia taquicardia, fatiga extrema y pérdida de conciencia. Reconocer estas señales tempranas es crucial para tomar medidas inmediatas que limiten el impacto en la salud", señaló la Dra. Anabel Ferreyra, Médica de Boreal Salud (MP 14026).
Primeros auxilios clave ante un golpe de calor
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Trasladar a la persona a un lugar fresco y sombreado, preferiblemente con aire acondicionado y quitarle exceso de ropa si la tuviera, dejarla con algo holgado y liviano.
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Hidratar con agua fresca ofreciendo pequeñas cantidades. No se recomienda el uso de gaseosas ni bebidas alcohólicas.
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Utilizar compresas frías en cuello, axilas, muñecas y tobillos. También se puede mojar o rociar la piel con agua fresca y usar un abanico para ayudar a reducir la temperatura corporal.
Cómo prevenir un golpe de calor
"Prevenir los golpes de calor es posible con medidas simples pero eficaces. Evitar la exposición al sol en las horas de mayor intensidad, vestir ropa ligera y clara, usar sombreros y protector solar son prácticas fundamentales. Además, mantenerse hidratado constantemente con agua fresca y limitar actividades físicas intensas en ambientes calurosos son estrategias clave. La planificación y el autocuidado son aliados esenciales para disfrutar del verano sin riesgos", agregaron desde Boreal Salud.
Lo fundamental es reconocer las señales de alarma que indican la necesidad de atención médica inmediata. Una temperatura corporal superior a 39-40 °C, confusión, dificultad para respirar, convulsiones o pérdida de conciencia son síntomas graves. Si la persona no mejora con los primeros auxilios iniciales, se debe buscar ayuda médica urgente. Actuar con rapidez puede prevenir complicaciones potencialmente fatales y garantizar una recuperación segura durante la temporada estival.